Alicante

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante (PP-Cs) hizo ayer efectivas todas las decisiones del todavía portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Francisco Sanguino, respecto a las destituciones de los asesores del grupo y destituciones y cambios de los representantes socialistas en las empresas participadas. Pero no servirá de nada.

Fuentes del PSOE alicantino explicaron ayer a este diario que el compromiso del portavoz alicantino con el secretario general del PSPV-PSOE y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el pasado lunes, fue dimitir y quedarse como "concejal raso". Y que todavía no lo ha hecho efectivo.

"En el momento en el que lo haga el grupo y el partido nombrarán a otros portavoz que revocará las ultimas decisiones de Sanguino y mirará al futuro", señalaron las mismas fuentes. "A partir de entonces se decidirá quienes forman parte de las empresas participadas por el Ayuntamiento, como Aguas de Alicante o Mercalicante".

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Lo que si parece claro es que hasta el final del mandato la actual portavoz adjunta, Trini Amorós, será quien liderará el grupo municipal. Y por tanto, quien propondrá a los asesores y cargos en las empresas participadas cuando Sanguino haga efectiva su dimisión.

"El partido nos ha pedido que estemos tranquilos porque todo está encauzado. Y eso estamos haciendo", señalaron las mismas fuentes mientras que Sanguino seguía desparecido ayer.

Pero lo que está claro es que si el actual portavoz no dimite por las buenas, será cesado por el grupo municipal a instancias del partido local puesto que no cuenta nada más que con el apoyo de una concejal. 

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Como ha venido informando este diario, no será la primera vez. El partido ya cesó a Eva Montesinos de la portavocía en primavera de 2018 cuando fue incapaz de ser investida por alcaldesa y se hizo con la vara municipal el PP. Montesinos trató de resistirse y Ximo Puig se quemó en el intento de defenderla, pero los de Ángel Franco se salieron con la suya.

Y esta vez Ximo Puig no parece querer entrar en otra guerra con Franco, toda vez que sin tener cargo oficial en un partido que domina desde hace más de 25 años, el lunes acudió a la reunión con el secretario general del PSPV acompañando a Miguel Millana, su peón en la formación política.

Así las cosas, o Sanguino cumple con lo pactado y dimite o el partido le cesará acabando así con cualquier atisbo de redención política. Claro que tiene plaza de docente y podría volver a la enseñanza o al teatro siempre que quisiera.