A falta de un mes para que esté previsto que el PSOE ceda a Ciudadanos la alcaldía de Sant Joan d'Alacant, crecen las dudas, aumentan las presiones y se dispara la tensión sobre si los socialistas acatarán la hoja de ruta inicial. El municipio, perteneciente al área metropolitana de la capital alicantina, es, en estos momentos, un hervidero de rumores del que no escapa ningún partido político. 

El acuerdo entre ambas formaciones se formalizó a medidos de junio de 2019 cuando la Ejecutiva local del PSOE no tuvo más remedio que ceder a las pretensiones de los naranjas y comprometerse su candidato, Jaime Albero, a entregar al líder de Cs, Santiago Román, la alcaldía a los dos años de mandato. Era la única forma que encontró la agrupación socialista para no perder el poder que ostentaba desde 2015 ante las ofertas del PP para que los naranjas gobernaran con ellos y con Vox.

Ahora, el propio Albero ha enfriado el pacto de investidura con unas declaraciones en Radio Alicante donde supeditaba el traspaso al visto bueno del PSPV tras recordar que el acuerdo alcanzado con Ciudadanos "ya no es el firmado hace dos años". Este argumento, repetido por el primer edil desde la salida de Toni Cantó como garante de ese acuerdo inicial, vuelve a alimentar los rumores. 

Albero no concreta

Preguntado al propio Albero, éste responde que su primera "preocupación" es aprobar el presupuesto municipal, cuya fecha límite está prevista para el 18 de junio. Sobre el traspaso, se limita a decir que "no hay fecha". "Hay gente que tiene interiorizado que es un proceso automático y esto lleva una serie de pasos", ha señalado. Por su parte, fuentes del PSPV consultadas apuntan a que el partido "no está en esto todavía".

Las incógnitas se trasladarán a la Ejecutiva local que tiene la agrupación local este jueves donde se prevé la participación de miembros del aparato a nivel autonómico tras la presencia, recientemente, del secretario de Organización del PSPV, José Muñoz en Sant Joan d'Alacant. 

El objetivo es destensar la cuerda de un partido dividido y enfrentado entre los partidarios de romper el pacto y colocar al secretario general, Pablo Celdrán, de alcalde, en detrimento de Albero, que cuenta con un respaldo minoritario en la Ejecutiva.  

Cs, expectante

Desde Ciudadanos también se muestran concisos en sus declaraciones ante la proximidad de una fecha marcada en rojo y ante las expectativas que está causando el proceso de relevo.

"Por nuestra parte, consideramos al PSPV un partido responsable, y a Jaime Albero un político responsable", se limitaba a decir el, en teoría, próximo alcalde, Santiago Román, a preguntas de este medio. 

¿Transfuguismo naranja?

Ante un escenario donde la mayoría absoluta está en 11 concejales, los que sumarían PP (7), Cs (4) y Vox (1), Podemos ha deslizado en sus redes sociales que Jaime Albero tiene previsto volver a las filas populares para los comicios de 2023, lo que "supone que de forma oficiosa los próximos 2 años gobernaría el PP".

Otra opción planteada por Podemos es que Jaime Albero podría seguir siendo alcalde si se hace valer de un tránsfuga en el sector de la derecha que le permita sumar a las izquierdas donde además de Podemos, con un concejal, está Compromís con 2.

A este respecto, el partido morado ha señalado, (y Vox ha alimentado también en sus redes sociales) como posible tránsfuga el concejal de Cs José Luis Olcina, ex regidor del PSOE desde 2007 a 2015.

"Son rumores, conmigo nadie ha hablado y yo haré lo que diga mi partido, Ciudadanos", asegura en conversación telefónica. "Hace dos años se marcó una hoja de ruta y eso es lo que se va a hacer", insiste. Esa hoja de ruta representa las únicas opciones de Cs de hacerse con la alcaldía más importante a la que puede aspirar en toda la Comunidad Valenciana.