Guadalest en vista aérea.
El pueblo con más museos de España está en Alicante: uno por cada 35 vecinos
La localidad, enclavada en el corazón de la Marina Baja, cuenta con ocho museos para una población que no llega a los 300 habitantes.
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Enclavado en el corazón de la Marina Baja, Guadalest es un pequeño pueblo alicantino que es famoso por su castillo y calles empedradas, pero pocos alicantinos saben que también ostenta un récord que lo hace único en España: ser el pueblo con más museos por habitante.
Con apenas 282 habitantes en 2024 según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este municipio cuenta con hasta ocho museos, es decir, uno por cada 35 vecinos.
Su oferta museística suma a su encanto medieval un reclamo cultural que lo hacen uno de los rincones más especiales del territorio alicantino. Estos son sus museos.
El Museo Casa Orduña es un edificio de 1600 que perteneció a la familia Orduña, una estirpe de origen vasco que sirvió a los marqueses de Guadalest. La casa, que fue incendiada durante la Guerra de Sucesión, fue reconstruida y hoy alberga una exposición que muestra cómo vivía la nobleza local.
El Museo Belén y Casitas de Muñecas está adosado a una roca natural y exhibe la obra artística de Antonio Marco, que incluye un belén ecológico, casitas de muñecas y juguetes antiguos.
El Museo Colección Vehículos Históricos Valle de Guadalest cuenta, por su parte, con una colección de 140 motocicletas y microcoches de los años 20 a los 70.
El Museo Microminiaturas es un homenaje a lo imposible donde se puede ver la Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja, Los Fusilamientos del 2 de Mayo de Goya pintados en un grano de arroz y La Maja Desnuda en el ala de una mosca. Todas estas obras son creación de Manuel Ussá, uno de los mejores microminiaturistas del mundo.
Así, el Museo de Saleros y Pimenteros es uno de los dos únicos museos de este tipo en el mundo (el otro está en Tennessee, EE.UU.). Este espacio alberga una colección de más de 20.000 saleros y pimenteros de todo el mundo, algunos datados desde 1800.
Por su parte, el Museo Etnológico, está enclavado en una casa típica de El Castell de Guadalest del siglo XVIII construida sobre la roca, dentro del casco antiguo que era una fortaleza de origen árabe, accediéndose a la misma a través de un tunel excavado en la piedra y cuya puerta de entrada todavía se conserva.
El Museo Histórico Medieval, distribuido en tres plantas, exhibe más de 70 instrumentos de tortura y pena capital utilizados en la Edad Media.
Por último, el Museo Microgigante, también obra de Manuel Ussá, muestra obras sorprendentes como una plaza de toros construida en la cabeza de un alfiler, la Biblia escrita en un cabello y una pulga vestida paseando en bicicleta.
