La Policía Nacional ha detenido en Alicante a una mujer buscada por las autoridades de Moldavia por cometer un delito de tráfico de drogas. La delincuente, de 31 años y de nacionalidad ucraniana, tenía una Orden Internacional de Detención (O.I.D) dictada por una infracción que realizó en el año 2021.

Los hechos por los que era buscada tuvieron lugar en la capital moldava de Chisináu. La fugitiva se dedicaba al contrabando de grandes cantidades de sustancias estupefacientes en el territorio de Moldavia desde Ucrania para su posterior distribución a través de tiendas en línea creadas mediante una conocida aplicación móvil de mensajería instantánea.

Esta información fue puesta en conocimiento del Grupo I de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante. Ante la sospecha de que la prófuga hubiera elegido la provincia de Alicante para eludir la Justicia de su país, los agentes iniciaron una serie de pesquisas de localización para dar con su paradero.

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Tras una labor de investigación por parte de los funcionarios policiales, se pudo determinar la ubicación de la fugitiva, llevándose a cabo un dispositivo policial que concluyó con su detención.

La detenida ha sido puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de la localidad de Benidorm, quedando a la espera de su comparecencia ante el Juzgado Central de Instrucción número Cinco de la Audiencia Nacional.

21 años de prisión

La Audiencia de Alicante condenó ayer a 21 años de cárcel a Francisco N.M. por asesinar de un disparo en la cabeza a Yolanda, la joven de 25 años con la que había mantenido una breve relación. 

Se cierra así un truculento suceso que se inició pasada la Nochebuena de 2021 en Elche. Según recoge Efe, eran la 1:29 horas de la madrugada cuando la víctima entró al dormitorio de su vivienda y Francisco le disparó con una pistola calibre 9 en la cabeza sin que ella tuviese "la posibilidad de defenderse".

A partir de ahí, se inició una extraña huida en la que el condenado, que entonces tenía 24 años, intentó conseguir ayuda de amigos para intentar encubrir lo sucedido. Había cerrado la puerta de esa habitación con una cuerda y dejando el cadáver en su interior antes de salir de la casa.

A pesar de las diversas llamadas telefónicas que realizó a sus conocidos para que le ayudaran a deshacerse del cuerpo, ninguno de ellos decidió ayudarle. Horas más tardes, ya en la tarde del día de Navidad, llamó a su abogado y concertó una cita para explicarle lo sucedido. Este fue quien llamó a la Policía para informar sobre el cadáver.