El próximo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha dimitido este miércoles entre aplausos como presidente de la Diputación de Alicante, una institución que deja "con deuda cero" y tras una inversión que ha tildado de "histórica", con más de 1.757 millones de euros movilizados durante los últimos cuatro años.

En una rueda de prensa en la que ha hecho balance de su gestión durante los últimos cuatro años, Mazón ha reivindicado haber defendido "a capa y espada" a los alicantinos y ha resaltado que prueba de ello son "las acciones judiciales" que ha emprendido para apoyar a los agricultores alicantinos en defensa del trasvase Tajo-Segura.

"Abandono la Diputación, pero jamás abandonaré la provincia de Alicante, que me hace estar muy orgulloso de ser un valenciano nacido en Alicante", ha resaltado Mazón el día de su renuncia como presidente.

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El líder de los populares valencianos ha destacado que, "a pesar de las decisiones que se han tomado" en otras administraciones, "la Diputación ha querido estar siempre a la altura de la provincia" y ha afirmado que dejar este cargo "no es una noticia feliz, aunque sea pensando en el mañana".

"Ha sido un orgullo pertenecer y haber presidido la Diputación", ha sostenido Mazón, quien ha expuesto que ser presidente de la Diputación era un camino "incompatible" con tomar posesión como presidente de la Generalitat valenciana y ha preferido renunciar "por respeto institucional".

Así, ha sostenido que en estos últimos cuatro años Alicante "ha vivido incendios muy graves, una Dana muy dura, el covid y la guerra de Ucrania", por lo que ha trabajado "con la mejor de las intenciones y la mayor predisposición al diálogo" para poder combatir todos estos retos.

"No creo que haya habido muchas ocasiones con tantos acuerdos en fondos o presupuestos... No exagero si digo que todos los grandes planes se han puesto en marcha con unanimidad, un hecho que a todo este equipo de Gobierno nos llena de honor", ha incidido Mazón.

Así, ha dicho haber luchado "contra una infrafinanciación muy dura por parte del Gobierno central y ante el agravio cultural y el mantenimiento de competencias impropias de la Generalitat, que ha arrastrado tener que tomar muchas decisiones".

Al respecto, ha incidido que ha movilizado 1.757 millones durante la legislatura que han ido a parar a ayudar a las pymes, a Ucrania, a los agricultores, a ayudar al turismo tras la pandemia, a la restauración o a incentivar la demanda a través del bono consumo.

También ha apuntado que uno de sus objetivos ha sido el de ayudar a los ayuntamientos más pequeños y ha expuesto que "para poder reivindicar agua fuera, hay que dar ejemplo entro" y la Diputación "lo ha dado". "Nadie puede decir que no hemos dado los máximos esfuerzos", ha dicho.

Se ha referido también a las ayudas a los municipios perjudicados por los incendios "a pesar de no tener competencias" o a los asuntos sociales, creando un observatorio de género y realizando informes sobre las políticas municipales LGTBIQ+ que se hacían en las distintas localidades de la provincia.

Asimismo, ha destacado la labor cultural de la Diputación a través de las exposiciones de los Etruscos, los Gladiadores o los Guerreros, expuestas en el Marq, al tiempo que ha insistido en la supresión del impuesto de actividades económicas o en las infraestructuras impulsadas, con el Palacio de Congresos de Elche y el de Alicante: "No lo ha hecho nadie más que la Diputación".