Imagen de archivo de un agente de la Policía Nacional ante un caso de pornografía infantil en la provincia de Alicante.
El hombre que tenía 1.500 archivos pedófilos en su casa de Alicante se libra de la cárcel al asumir el delito
El individuo ha aceptado la culpabilidad de los cargos en el inicio del juicio a cambio de rebajarle la pena de prisión de 7 a 2 años.
3 mayo, 2023 17:40Un hombre acusado de un delito de pornografía infantil ha aceptado una condena de dos años de prisión en el inicio del juicio celebrado hoy, día 3 de mayo, en la Audiencia de Alicante.
El procesado ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que asumía la autoría del delito, con lo que no ha sido necesaria la continuidad del juicio. Al margen de la pena de prisión, el acuerdo incluye la imposición de la medida de libertad vigilada por otros dos años, además de la inhabilitación para el desempeño de cualquier profesión o actividad que entrañe el contacto con menores por un tiempo de cinco años.
La Fiscalía solicitaba inicialmente para el acusado siete años de cárcel, que habría quedado rebajada por el reconocimiento de los hechos. El acusado fue detenido en octubre de 2018 después de que la Policía practicase el registro de su domicilio, situado en la ciudad de Alicante, y localizase cerca de 1.500 archivos de contenido pedófilo almacenados o borrados con carácter previo en distintos dispositivos electrónicos.
La brigada de delitos informáticos de la Policía había detectado con carácter previo que el acusado había intercambiado imágenes y vídeos en los que aparecían menores desnudos a través de una red social.
Abusar de sus hijas
Por otro lado, para este jueves 4 de mayo, la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante juzga a un hombre acusado de abusar durante años de dos hijas, menores de edad, de su pareja sentimental.
El procesado comenzó a convivir con su pareja y las hijas de ésta en el año 2007 en una vivienda de un municipio de la comarca del Vinalopó. La Fiscalía mantiene que el
procesado aprovechó los momentos en los que su pareja se acostaba y se quedaba solo con alguna de las víctimas, que tenían 8 y 10 años cuando comenzaron los hechos, para someterlas a tocamientos en sus partes íntimas cuando las niñas estaban dormidas o cuando estaban despiertas, momento en el que
usaba la excusa de hacerles un masaje.
Los hechos se prolongaron durante, al menos, diez años. Las menores no relataron lo sucedido a su madre hasta el año 2020, cuando la mujer finalizó la relación con el encausado.
La acusación pública le considera autor de dos delitos continuados de abuso sexual a
menores de edad y pide para el procesado 12 años de prisión.
