Un antiguo director de dos sucursales bancarias situadas en Alicante se enfrenta a ocho años de prisión por un fraude que la Fiscalía cifra en 293.700 euros al señalar que, supuestamente, se dedicó a localizar cuentas de clientes de avanzada edad, en su mayoría fallecidos, para apropiarse de sus fondos, dando en su caso de baja a las personas autorizadas en esas cuentas.

En un juicio que se celebra este miércoles en la sección 3ª de la Audiencia de Alicante, la representación del Ministerio Público también va a solicitar para este individuo una multa por delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito continuado de estafa.

Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, este responsable de banca buscaba en la base de datos del banco a clientes con nombres similares, extraía sus DNI y los añadía a la información de las cuentas que pretendía saquear, modificando asimismo datos de contacto como el domicilio. De este modo, siempre según la versión acusatoria, emitía libretas nuevas, las activaba, suplantaba las firmas de los clientes y realizaba reintegros en efectivo en su misma oficina.

Por otro lado, la sección 7ª de la Audiencia de Alicante también juzga este miércoles a dos administradores de una empresa inmobiliaria con sede en Torrevieja por un delito continuado de apropiación indebida. 

Para ellos, la Fiscalía solicita sendas penas de seis años de cárcel y multas. Según la acusación pública, los acusados se apropiaron de unos 55.000 euros en el año 2014 que les habían entregado unos clientes para el pago de impuestos y gastos derivados de la compraventa de una vivienda en la urbanización Playa Flamenca de Orihuela.

Abusar de la nieta de su novia

Este lunes, la sección 1ª de la Audiencia Provincial juzga a un hombre para el que la Fiscalía solicita provisionalmente siete años de prisión por, presuntamente, abusar sexualmente de forma continuada de una menor de edad, nieta de su compañera sentimental, en los domicilios de la pareja, tanto en la provincia de Valencia, en un primer momento, con en la de Alicante, con posterioridad.

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Los hechos ocurrieron, según relata el Ministerio Público en su escrito de conclusiones, desde el año 2002, cuando la niña tenía 4 años, hasta finales de 2009, cuando cumplió 11 años. El acusado aprovechaba los momentos en que se quedaba a solas con la menor para realizarle tocamientos y obligarla a su vez a tocarle a él sus genitales y a masturbarle, según la versión acusatoria.

También, en alguna ocasión, llegó a mostrar a la niña vídeos de alto contenido sexual, de acuerdo con el relato de la Fiscalía, que califica los hechos como delitos continuados de abuso y provocación sexual.