"Guardias civiles de aquí de Villena, cuando queráis cogerme venid. Pero uno a uno, no todo el cuartel, si no cojo la recortada y os coso", dice un hombre interpelando a la cámara, haciendo el gesto de empuñar una escopeta. "¿Y qué les vas a hacer?", le pregunta la persona que graba. "¡Pues pienso de perro!", responde. 

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El vídeo, colgado en redes sociales, también muestra a esta persona practicando algunos movimientos de pelea, como patadas voladoras. Durante el episodio de amenaza muestra un tatuaje que tiene en la espalda que dice "nacio pa morir (sic.)", a la vez que se aprecia lo que parece la empuñadura de dos pistolas saliendo de su pantalón.  

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Estas amenazas han tenido una respuesta inmediata, según han explicado en redes sociales varias cuentas asociadas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El pasado 2 de septiembre la persona que aparece en tono amenazante fue detenida e introducida en un coche del Instituto Armado, tal como muestran otras imágenes captadas en el momento de la detención. 

Uno de los medios que se ha hecho eco de este suceso, PolicíaH50 (un periódico digital especializado en el sector de la seguridad pública y privada), informa que el arrestado fue puesto a disposición judicial y ya se encuentra en libertad, aunque no se especifica si con cargos por un posible delito de amenazas. 

El delito de amenazas está tipificado en el Código Penal con una pena que va de 6 meses a entre 2 y 3 años de prisión, según su gravedad y siempre teniendo en cuenta que no se materialicen. Ha habido muchos casos en España en el que se amenaza a agentes de la autoridad con causarles algún tipo de daño, y es habitual que estos casos se salden con un acuerdo que conlleve de entre 6 y 8 meses de cárcel. 

En caso de que las amenazas contengan insultos concretos, se han dado casos en los que el acusado ha tenido que pagar también una cantidad determinada a los agentes en concepto de daños morales, con cuantías a determinar por el juez.