Un juez ha decretado este miércoles el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido el pasado domingo en Elda (Alicante) por agredir a su compañera sentimental con una fusta de montar a caballo y a su hijo, menor de edad, con una navaja cuando intentaba protegerla, así como por rociar a ambos con gasolina y amenazar con prenderles fuego.

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Elda, que tiene atribuidas competencias en materia de violencia sobre la mujer en este partido judicial, ha recibido este miércoles al arrestado y ha acordado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana.

Además, como medidas cautelares en el ámbito penal, le ha impuesto la prohibición de aproximación y comunicación tanto respecto a ambas víctimas como al resto de los hijos de la pareja.

Igualmente, entre otras medidas cautelares en el ámbito civil, el juez ha suspendido el derecho a la patria potestad del hombre respecto a todos sus hijos menores de edad y ha establecido la obligación de satisfacer una pensión alimenticia en favor de cada uno de ellos.

La causa está abierta inicialmente, y sin perjuicio de ulterior calificación, por dos delitos de homicidio en grado de tentativa, dos delitos de lesiones con instrumento peligroso, un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género y otro delito de lesiones en el ámbito de la violencia familiar.

Los hechos

Tal como informó EL ESPAÑOL, los hechos ocurrieron el pasado domingo, cuando la Policia Nacional detuvo en Elda a un hombre de 42 años por lesiones graves, malos tratos en el ámbito familiar y tentativa de homicidio. Según el relato de los hechos, acababa de agredir a su mujer de 36 años con una fusta de montar a caballo y había clavado una navaja a su hijo de 20 años por la espalda por intentar proteger a su madre. El aviso lo lanzó su hija de 17 años.

La llamada de socorro sobre las cinco de la tarde ha sido la que ha alertado a los agentes de la gravedad de los hechos que estaban sucediendo en ese momento. Estos han llegado rápidamente al domicilio, al cual han tenido que acceder por la fuerza. Habían conseguido entrar antes de que empeoraran los acontecimientos.

Frente a ellos se encontraba el hombre arrestado que presentaba signos de alteración, manchas de sangre y con un mechero en el bolsillo. Esto último era la señal del crimen que, supuestamente, había estado a punto de cometerse y que habían conseguido impedir. El hijo de esta pareja y la madre tenían sus cuerpos rociados con gasolina antes de que el padre les prendiera fuego vivos.

No eran las únicas huellas de agresiones que presentaban. El joven tenía una herida inciso contusa en la espalda por la que seguía sangrando, supuestamente resultado de los navajazos que le había clavado el padre. La madre tenía las señales en su cuerpo de haber sido agredida, presuntamente con la fusta de caballo que posteriormente intervinieron.