Agentes de la Policía Nacional han dado por concluida una investigación contra el fraude industrial e intelectual que se ha saldado con la detención de cinco propietarios de bazares situados en la localidad de Benidorm, donde se han intervenido un total de 2047 efectos falsificados, en su mayoría prendas y complementos de ropa.

Según han informado fuentes policiales en nota de prensa, todo comenzó el pasado mes de septiembre, cuando los agentes del Grupo V de Policía Judicial de la Comisaría Local de Benidorm detectaron que en varios comercios del municipio se vendían prendas de ropa que presuntamente estaban imitando a ropas originales.

Este grupo está especializado en las investigaciones contra los delitos de la propiedad industrial, y rápidamente contactó con un perito judicial experto en la detección de estas prácticas fraudulentas. A raíz de la investigación se realizaron cinco inspecciones en los establecimientos comerciales, "donde se terminó acreditando fehacientemente que las prendas no cumplían con los estándares de calidad y seguridad de las marcas originales".

A partir de esas conclusiones se procedió a la detención de los propietarios de estos cinco comercios, dos varones de origen hindú y tres de origen chino.

Las mismas fuentes afirmaron que los efectos intervenidos hubieran alcanzado un valor de mercado lícito a través de su venta al público en estos comercios de aproximadamente 77.655 euros, a pesar de ser falsificados. Estos objetos se encuentran actualmente bajo custodia judicial. 

Los responsables de los negocios, una vez prestaron declaración en dependencias policiales fueron puestos en libertad a la espera de comparecer en sede Judicial.

Una práctica extendida

Según un reciente estudio de la oficina de propiedad intelectual de la Unión Europea, con sede en Alicante (la Euipo), el 9% de los europeos reconoce que durante el pasado año ha sido engañado al comprar falsificaciones sin saberlo, una cifra que en España se eleva hasta el 12%.
Esta agencia también apunta que a hay diferencias significativas en los engaños entre los ciudadanos de los estados miembros puesto que el porcentaje llega al 19 en Bulgaria, al 16 en Rumanía y al 15 en Hungría, mientras que cae al 2 en Suecia y al 3 en Dinamarca.
Asimismo, en un contexto mundial en el que el comercio electrónico está en auge (más del 70% de los europeos compraron en línea en 2020, según Eurostat), la incertidumbre en relación con los productos falsificados sigue siendo motivo de preocupación entre los ciudadanos europeos. 
En total se estima que las falsificaciones representan el 6,8% de las importaciones de la UE por valor de 121.000 millones de euros, según un estudio conjunto realizado por la EUIPO y la OCDE, y afectan a todos los sectores: desde los cosméticos y los juguetes, el vino y las bebidas, la electrónica hasta las prendas de vestir e, incluso, los plaguicidas.