Redacción | Agencias Andrea Reinosa

Una tortuga de tipo 'boba', de 45 kilogramos, ha sido rescatada en El Campello, después de que la vieran con problemas para moverse debido al enredo de su cuerpo con diverso material de pesca y rafia, lo que le estaba causando heridas en la aleta delantera derecha.

La actuación ocurrió el pasado miércoles tras ser rescatada por el equipo de escuela del Club Náutico Campello. En la actualidad, y tras haber sido analizado su estado de salud, el ejemplar va camino del Oceanografic de Valencia para su recuperación. 

Cuando localizaron a esta tortuga boba, también conocida como 'Caretta caretta' apenas podía moverse por el enredamiento en la aleta y las heridas que tenía a causa de los intentos para desplazarse

Ttras avistar el ejemplar, los monitores lo llevaron a la explanada deportiva del club y le acondicionaron un espacio siguiendo las indicaciones de los expertos para pasar la noche. A primera hora de la mañana del jueves, los técnicos del centro de recuperación de fauna Santa Faz de Alicante se han desplazado hasta el CN Campello para evaluar las heridas. Posteriormente, expertos de la Universitat Politécnica de Valencia han ido a recogerla para trasladarla al Oceanogràfic, lugar donde se estará hasta su completa recuperación. Asimismo, los expertos de Santa Faz creen que la tortuga podrá recuperarse.

Se trata de una especie que se encuentra en la actualidad amenazada por factores como las basuras marinas, la contaminación, la degradación o la pérdida de sus hábitats.

Amenaza: los microplásticos

La contaminación de los mares y océanos viene asociada a la actividad humana y consiste en la introducción de sustancias en el medio, o la alteración en la concentración de algunas sustancias, que están presentes de forma natural, lo que provoca consecuencias negativas para algunas especies o para todo el ecosistema

Una de las cosas que más preocupa a los investigadores es que los residuos de plástico se fragmentan en un gran número de microplásticos, que después acaban llegando al mar. No solo las especies marinas sufren las consecuencias de la mala práctica de los humanos, sino que en ocasiones los animales los ingieren, y pueden llegar a introducirse en la cadena alimentaria."Hay casos de restos de heces humanas en las que se han detectado microplásticos", afirma Sanz. 

Los datos sobre la aparición de residuos en las playas son muy preocupantes porque de media puede haber hasta 137 kilos de basura en una sola playa. "Varía mucho de una playa a otra, pero en algunas se han llegado a recoger hasta 2.400 kilos de basura, y unos 1.600 objetos de media", cuenta el investigador.

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