Alicante

Colillas, anillas de lata y envoltorios de chuchería, esos son algunos de los residuos contaminantes más frecuentes encontrados en los 137 kilos de basura, que suelen recogerse de media en una sola playa en España. La contaminación lleva años en boca de todos, y el término 'microplástico' suele acompañarle la mayoría de las veces. 

La contaminación está asociada a la actividad humana y consiste en la introducción de sustancias en el medio, o la alteración en la concentración de algunas sustancias, que están presentes de forma natural, lo que provoca consecuencias negativas para algunas especies o para todo el ecosistema

El profesor del departamento de Ecología, especializado en contaminación marina, en la Universidad de Alicante (UA), Carlos Sanz, explica que, el término 'microplástico' generalmente hace referencia a aquellos residuos plásticos cuyo tamaño es menor a 5 milímetros

Carlos Sanz coordina el Bioplastic Lab del Instituto Ramón Margalef de la UA, donde estudian diferentes tipos de contaminación en el mar Mediterráneo como la derivada por la agricultura, el petróleo o la que producen los metales. Pero ahora, están más centrados en la contaminación por plásticos, y en especial aquella que se produce a consecuencia de los microplásticos, "que cada vez tiene más importancia", resalta el investigador. 

Proyecto 'Sociplas'

El profesor de Ecología colabora con el proyecto Sociplas, desarrollado por la UA, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad adscrita al Ministerio de la Transición Ecológica. Esta iniciativa promueve la investigación y la ciencia ciudadana para mejorar la gestión de la presencia de plásticos en las áreas marinas protegidas

La ciencia ciudadana es una parte fundamental del proyecto, ya que como investigadores se hace muy complicado recabar datos de todas las playas del Mediterráneo. Por ello, a través de recogidas de basura y con un protocolo previo, los ciudadanos apuntan todos los residuos encontrados, y después la información recabada se concentra en una base de datos.

De esta forma, los investigadores tienen muchos más datos sobre un gran número de playas y pueden trabajar en el estudio que están realizando. Sociplas colabora con la Asociación Ambiente Europeo, Surfrider y Vertidos Cero, que lleva una década estudiando los residuos que se encuentran en las playas españolas. Lo que les ha permitido obtener información sobre 881 playas muestreadas

Sanz advierte de que algunos datos "asustan un poco". Se refiere por ejemplo a los 137 kilos de basura que se encuentran de media en las playas. "Varía mucho de una playa a otra, pero en algunas se han llegado a recoger hasta 2.400 kilos de basura, y unos 1.600 objetos de media", cuenta. 

Una de las cosas que más preocupa a los investigadores es que los residuos de plástico se fragmentan en un gran número de microplásticos, que después acaban llegando al mar, y en el peor de los casos pueden llegar a introducirse en la cadena alimentaria. "Hay casos de restos de heces humanas en las que se han detectado microplásticos", afirma Sanz. 

Playa de Agua amarga

Desde el Bioplastic Lab de la UA, junto a la colaboración de Ambiente Europeo, organizan voluntariados ambientales enfocados a la ciencia ciudadana para enseñar a la gente cómo puede recolectar datos y ayudar a los investigadores. Cuenta Sanz, que en el caso de las playas de Alicante, una de las más sucias y contaminadas es la playa de Agua Amarga, actual zona de baño para perros.

Allí organizaron dos actividades de voluntariado con un margen de siete días de por medio. "En la primera de las actividades se recogieron un total de 22 kilos de basura. La semana siguiente a la recogida de basura se produjo un temporal, y volvieron a recolectar otros 21,5 kilos de residuos en los mismo 32 metros de costa", cuenta Sanz. 

Desde Sociplas hacen hincapié en que es importante retirar la basura, pero "el problema de fondo está ahí. Lo que es verdaderamente importante es producir menos, reutilizar, y cuando ya no queda más remedio, reciclar". 

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