La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a una pena de nueve años y medio de prisión por un delito de robo con violencia y otro de agresión sexual a un hombre que amenazó a una mujer con un cuchillo, le robó la cartera y la sometió a tocamientos y otros actos de carácter sexual, mientras presionaba el arma en el vientre de la víctima.

La sentencia también explicita que el condenado no podrá acercarse ni comunicarse durante siete años con la víctima, a la que indemnizará con 6.118 euros por los daños morales que sufrió a consecuencia del ataque.

Los jueces de la Audiencia provincial de Alicante imponen una pena de multa por un delito leve de estafa, por el que también condena a otro hombre quien, tras el asalto, participó en los hechos al usar una tarjeta de crédito de la víctima en varios establecimientos de Alicante.

"Sabedor éste que la tarjeta de crédito que portaba el acusado la había sustraído a otra persona, fueron al establecimiento Mini Market 24 horas sito en la Avda. de Jijona de Alicante, comprando productos por valor de 15€, no pudiendo consumar la compra al dar error el PIN que introducía", afirma el fallo.

"Pasarlo bien"

El atraco sucedió el 6 de septiembre de 2020 cuando la víctima salía de casa y fue asaltada por el condenado, que la amenazó con el cuchillo en la zona del vientre. La mujer se asustó y le entregó la cartera, que contenía cien euros y una tarjeta de crédito.

El hombre se guardó el botín y, con ánimo de atentar contra la libertad sexual de la afectada, continuó con la presión del arma en el abdomen, arrinconó a la víctima contra un coche, la besó y la sometió a tocamientos.

Se considera probado que le dijo: "A mí me da igual el dinero, nos lo vamos a pasar bien esta noche", asegura la sentencia: "pegando su cuerpo contra el de la víctima arrinconándola contra un vehículo, quitándose la mascarilla, quitándosela también a la víctima, al tiempo que le decía "Quiero besarte con lengua, nos lo vamos a pasar bien un rato", al tiempo que introducía su lengua en la boca de la chica.

En un momento de la agresión, la mujer cayó al suelo y comenzó a gritar, lo que provocó la huida del condenado, cuando vio que se acercaba una persona hasta la zona.

Esa misma madrugada, el asaltante y un segundo condenado intentaron, sin éxito, usar la tarjeta de crédito robada en varios establecimientos comerciales. Sólo lograron comprar por valor de 19,40 euros en un supermercado. Según la resolución, este segundo condenado conocía la procedencia ilícita de la tarjeta.