Grande y rizado, con prominentes surcos, de cuello verde evolucionando en su forma casi esférica hasta el rojo intenso. De pulpa carnosa, textura jugosa y piel muy fina. Su sabor es meloso. El "tomate de Muchamiel" a punto estuvo de desaparecer por la incidencia de plagas. Pero en los años 90 un grupo de investigadores de la UMH rechazó resignarse a ese fatal destino.

El profesor Santiago García explica que la variedad autóctona de Mutxamel -cuya marca ha adoptado el nombre en castellano, "Muchamiel"- era incapaz en aquella época sobrevivir a algunos de los virus más extendidos en las hortalizas. Sobre todo a las cultivadas fuera de invernaderos. En concreto, a la "cuchara" y el "bronceado".

Expositor con tomates de muchamiel.

Para defender al tomate de estas plagas los investigadores buscaron genes resistentes en las pequeñas variedades silvestres en un proceso no transgénico, sino de introducción natural. Se eligieron los mejores ejemplares entre las matas de los pocos agricultores que lo cultivaban, casi siempre para autoconsumo familiar. 

En 2003 comenzaron a cruzarse las especies y se recuperó la variedad. Hoy, cuatro o cinco agricultores ya cultivan un millar de plantas y mercados y restaurantes pugnan por hacerse con un producto de calidad muy superior a sus competidores.

Agricultores

El empeño de los profesores universitarios se cruzó con la obstinación Álvaro Montón, el agricultor al que todos consideran el principal impulsor del proyecto. Tanto, que a él le siguieron otros y ya se ha constituido una asociación de agricultores y comercializadores para vigilar de cerca que se mantenga la calidad de un producto "premium". La preside Francisco Vidal, representante de la compañía agroalimentaria más importante del municipio. 

Incluso el alcalde, Sebastián Cañadas (también diputado provincial de Desarrollo Económico y Sectores Productivos), confiesa en privado que tiene alguna mata de la prestigiosa variedad. Él y su equipo de Gobierno municipal (con la edil Lara Llorca a la cabeza), se han empeñado en dar el protagonismo que se merece a un producto que ya espera la distinción "marca CV" que otorga la Comunidad.

A partir de ahí Mutxamel quiere llegar a la D.O. (denominación de origen) que en la provincia de Alicante sólo tienen la uva del Vinalopó, la granada Mollar de Elche, los nísperos de Callosa y las cerezas de la Montaña.

La apuesta de Alcampo 

Desde hoy, la conocida marca de supermercados Alcampo en la ciudad de Alicante ha dedicado un stand propio al tomate de muchamiel. Han querido destacar el valor de kilómetro cero y el impulso al entorno rural en un producto que conjuga "lo bueno, lo sano y lo local", ha señalado en la presentación Regina Fernandez, la directora del centro de Vistahermosa.

Stand singular del tomate de muchamiel en Alcampo Plaza Mar.

Y es que el tomate de muchamiel ya se halla presente en las principales citas del sector agroalimentario y gastronómico, desde Alicante Gastronómica de 2019 a la internacional Fruit Atracttion de 2020. No en vano, el tomate es uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea, considerada una de las más saludables del mundo.