Agentes de policía londinense realizan un ejercicio horas antes del ataque en la plaza Russell.

Agentes de policía londinense realizan un ejercicio horas antes del ataque en la plaza Russell. Reuters

Europa

La 'Operación Hércules' no pudo evitar el ataque en el centro de Londres

Los apuñalamientos de la plaza Russell coincidieron con la inauguración de un despliegue policial extra para prevenir atentados.

5 agosto, 2016 02:54

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El ataque indiscriminado el miércoles por la noche de un joven contra seis personas en la plaza Russell, en pleno centro turístico de Londres, se produjo coincidiendo con el anuncio de medidas extra de seguridad en la ciudad por el temor de que se produjera un ataque terrorista en la capital británica. 

El agresor fue reducido con una pistola Taser por la policía y detenido cuando huía del lugar del crimen unas calles más allá. Una mujer estadounidense de 60 años falleció y un británico se encuentra hospitalizado en estado "grave, pero estable". La línea principal de investigación es que el agresor tenía un historial de graves trastornos mentales, aunque la policía aún no ha descartado al 100% la posibilidad terrorista.

"La investigación va progresa rápidamente. Todo el trabajo realizado hasta ahora apunta cada vez más a que han sido problemas de salud mental los que han causado este trágico incidente", explicó el comisario adjunto de la Policía Metropolitana de Londres, Mark Rowley. "Hasta ahora no hemos encontrado signos de radicalización o nada que sugiera que el hombre detenido tuviera motivaciones terroristas".

"En este momento creemos que fue un ataque espontáneo y que las víctimas fueron seleccionadas al azar", añadió.

El agresor es un noruego de 19 años de origen somalí que llegó al país con cinco años con su madre y que vivía en el sur de Londres. Según apunta la prensa inglesa vivía en el suburbio de Tooting, donde creció Sadiq Khan, el alcalde de Londres, y padeció abusos en la escuela por sus compañeros. La Policía Metropolitana descarta que sus orígenes tengan relevancia alguna en los hechos.

600 policías extra no sirvieron

Hace más de un año que el país se encuentra en el nivel cuarto, de un total de cinco, de alerta terrorista, que indica que es muy probable que un atentado se produzca. El plan de seguridad que se inició precisamente este miércoles incluía el despliegue de 600 policías extra por las calles de la ciudad y también de expertos para poder detectar explosivos en la parte baja de los coches, lo que sumaba un total de 2.800 agentes desplegados en puntos estratégicos y céntricos de la ciudad. La denominada 'Operación Hércules' no evitó el suceso. 

También se ha anunciado la creación de una unidad contraterrorista de oficiales armados. Se trata de una unidad de respuesta rápida con agentes altamente entrenados armados con pistolas, rifles de francotirador, metralletas y pistolas Taser... pertrechados al estilo Robocop. Operarán en motos de alta velocidad BMW diseñadas especialmente para que puedan acceder a la escena del crimen con la máxima celeridad posible. 

El jefe de Scotland Yard, Sir Bernard Hogan-Howe, afirmó este domingo que el hecho que se produzca un ataque terrorista en Londres no es una cuestión “de si se va a producir, sino de cuándo” va a haber un ataque. Considera que las probabilidades de que se produzca un atentado son muy altas, sobre todo después de los atentados de Francia y Alemania.

“Sé que ustedes quieren que les asegure que no va a haber un atentado, pero no les puedo decir esto”, aseveró el jefe de la policía. Londres ya sufrió unos atentados el 7 de julio de 2005 en un ataque coordinado en el transporte de la ciudad que dejó 56 muertos y 700 heridos. 

Dedicatorias a las víctimas

A lo largo de todo el jueves, los londinenses se acercaron a la plaza Russell para depositar flores en el lugar donde se produjeron los apuñalamientos y cayó abatida la turista estadounidense de 60 años. Entre ellos estaba Martin, un ciudadano estadounidense de 30 años que vive en Londres y que se acercó al lugar del crimen para depositar un ramo de flores para su compatriota. “No la conocía, no tengo nada que ver con ella, pero he sentido que tenía que venir”. 

“Estoy convencido de que se trata de un loco, que no tiene nada que ver con el terrorismo”, explica otro ciudadano inglés que se ha detenido a leer las dedicatorias de las flores. En la entrada de la plaza, a muy pocos metros del lugar donde el agresor empezó a atacar a sus víctimas, hay un memorial para recordar la figura de Jo Cox, la política laborista asesinada durante la campaña del referéndum europeo.