David Davis compitió con Cameron en 2005 por el liderazgo de su partido.

David Davis compitió con Cameron en 2005 por el liderazgo de su partido. Chris J. Ratcliffe Getty Images

Europa BREXIT

David Davis, el "bastardo encantador" que sacará a Reino Unido de la UE

El ministro del 'brexit' espera con optimismo que Bruselas le deje ganar el pulso en las negociaciones de divorcio.

15 julio, 2016 04:03

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“Bastardo Encantador”, “Monsieur Non” y ahora “Mr Brexit”. David Davis (York, 1948) ha recibido varios motes durante su vida política pero el último, adquirido apenas este miércoles, define a la perfección el que será su trabajo en el nuevo Gobierno británico: sacar a Reino Unido de la Unión Europea, su dream job.

Tras entrar en el número 10 de Downing Street, Theresa May, no tardó en darle las riendas de un departamento inédito para abandonar los Veintiocho al tiempo que endosó a los también euroescépticos Boris Johnson y Liam Fox las carteras de Exteriores y la recién creada Comercio Internacional.

Aunque no está claro cómo será exactamente el reparto de competencias, tres conocidos eurófobos representarán a Reino Unido en el exterior, con Davis al frente en las negociaciones para el divorcio con Bruselas, que se anticipa difícil.

“Los va a dejar perplejos”, dice Simon Tilford, subdirector del think tank británico Center for European Reform, en referencia a los futuros compañeros europeos de Davis en la mesa de negociaciones. “Esto es lo piensa: 'Aunque el resto de la UE diga que no va a darle a Reino Unido lo que quiere, acabarán haciéndolo por nos necesitan'”, afirma. “Davis no entiende las consecuencias”.

David Davis no es el típico tory. No procede de una familia pudiente y tradicional, sino que es hijo de madre soltera. Sabe lo que es vivir en una vivienda de protección oficial en el sur de Londres. A los 11 años, fue adoptado. Estudió en la Universidad de Warwick gracias a una beca militar que consiguió al pasar por el Servicio Aéreo Especial. También acudió a la Escuela de Negocios de Londres y la Universidad Harvard. Ama los deportes de riesgo y se ha roto la nariz en diversas ocasiones.

Los nombres “Bastardo Encantador” y “Monsieur Non” se los ganó como responsable para Europa del Ministerio de Exteriores entre 1994 y 1997, en el Gobierno de John Major. “Intenté rechazar la oferta de convertirme en un ministro del Ministerio de Exteriores. Le dije a John Major: 'Soy tu ministro más euroescéptico'. Y después de pasarse dos horas intentando encontrar a otro finalmente me dijo: 'No, tú harás el trabajo'”, contó al Yorkshire Post.

La etiqueta de “Bastardo Encantador” llegó a la prensa británica de la boca de un antiguo jefe diplomático portugués, quien también dijo que “David es el maestro de la obstrucción constructiva”.

"La UE querrá hablar con nosotros por su propio interés"

Ahora, la UE tendrá que lidiar de nuevo con Davis, quien ha dejado claro en un artículo publicado este jueves en la web ConservativeHome que se tomará su tiempo para invocar el Artículo 50 -que inicia el proceso de divorcio- y que confía en que los futuros Veintisiete permitan a Reino Unido acceder al mercado comunitario. Bruselas ha advertido repetidamente, sin embargo, de que sin libre circulación de personas, no habrá acceso para Londres al mercado único.

“El resultado ideal -y a mi forma de ver el más probable después de mucho pelear- es un acceso continuado libre de tarifas. Una vez que las naciones europeas se den cuenta de que no vamos a cambiar de opinión sobre controlar nuestras fronteras, querrán hablar por su propio interés”, escribe. Por otro lado, la idea de tomarse un tiempo para comenzar las negociaciones de divorcio responde a la “remota” posibilidad de que la UE sea “irracional” y adopte una postura dura con Reino Unido. Así Londres, explica, podría prepararse para lo peor.

“Creo que la estrategia de Theresa May es confrontar a los líderes del brexit con la realidad del brexit para que entiendan, junto con los conservadores euroescépticos en general, que habrá que hacer sacrificios muy serios”, asegura Tilford acerca de la decisión de May de situar a Davis, Johnson y Fox en posiciones clave para la salida de Reino Unido de la UE. “No creo que vaya a ser un proceso feliz. La cuestión es cómo va a reaccionar Davis cuando se enfrente a la realidad política”.

Para el profesor de Política Comparada Robin Pettitt, del Kingston University de Londres, May podría buscar lavarse las manos si las cosas van mal. “Es una señal de que ella se toma en serio el brexit y puede ser que, si las negociaciones culminan en algo peor que lo les gustaría a los euroescépticos, Theresa May pueda decir: 'Esto es cuanto pudimos hacer, teníamos a David Davis dirigiendo las negociaciones, por lo que conseguimos lo mejor que podíamos obtener”, afirma. “Es una especie de póliza de seguros”.

Pero los expertos consideran que, pese a su euroescepticismo, Davis no es tan ideológico como otros brexiteers. Y aunque lo sitúan en la derecha del Partido Conservador, su defensa de las libertades civiles y su animadversión hacia el aumento del poder del Estado lo distancia de algunos de sus compañeros y, en concreto, de Theresa May.

A modo de protesta, el ministro del brexit anunció en 2008 su dimisión como parlamentario. Le enojaba una propuesta legislativa que permitía que los sospechosos de terrorismo pudieran ser detenidos durante 42 días sin presentar cargos. Luego volvió a ganar su escaño con 72% de los votos, recuerda la BBC. Al dejar Westminster, también abandonó su puesto como responsable de Interior de David Cameron, que en aquel entonces se encontraba en la oposición. Davis se enfrentó al ahora ex primer ministro británico en la pugna por liderar el Partido Conservador y tras perder se unió a Cameron en su 'gabinete en la sombra'.

En 2012, Mr Brexit” se alió con Mr Bean -esto es, con Rowan Atkinson, el actor que lo interpreta- para cargar contra la Ley de Orden Público de 1986 que “criminaliza muchos insultos comunes y es absurda y desproporcionada”. Un estudiante había sido arrestado por llamar 'gay' al caballo de un policía. Más recientemente, se ha enfrentado a la vigilancia de los ciudadanos por parte del Estado.

“En muchos aspectos se encuentra en la derecha del partido, pero está bastante a favor de las libertades civiles, lo que es bastante inusual en alguien en la derecha”, dice Pettitt. “Es una combinación interesante de cosas, porque es bastante de derechas en algunas cosas y bastante progresista en otras”.