Buenos Presagios se publicó en 1990. La novela, escrita por Terry Pratchett y Neil Gaiman, trata en forma de comedia y con un toque irónico un tema ya abordado en multitud de ocasiones: la encarnación del anticristo, un Apocalipsis inminente o la eterna discusión sobre el equilibrio entre el bien y el mal. 

Su versión original, titulada Good Omens, tuvo una gran acogida entre la crítica y los lectores de estos dos pesos pesados de la fantasía. Además, en 2019 se adaptó en forma de serie. Amazon Prime fue la plataforma responsable de rodar seis episodios y darle aroma cinematográfico a las páginas del libro.

Ahora, además, anuncia una segunda temporada que irá más allá de la obra ideada por Pratchett y Gaiman. Ambos autores, amigos desde 1985, decidieron parodiar los libros de Richard Crompton sobre un tal William the Antichrist, pero se fueron alejando de la trama original y fusionaron sus estilos al servicio de esta historia.

Ya se había sugerido su adaptación cinematográfica, aunque no se llevó a cabo. Gaiman y Pratchett, que falleció en 2015, ayudaron en este cambio de formato. En esta nueva temporada, protagonizada también por Michael Sheen y David Tennant, ha sido el primero quien ha respaldado en el rodaje.

Gaiman ya está curtido en este medio. Su famosa historieta de superhéroes The Sandman cayó en manos de Netflix hace unos meses. Para conocer el universo de estos autores habría que bucear en otros volúmenes de su obra.

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Tanto en las primeras creaciones, como, en el caso de Pratchett, El color de la magia (donde se inicia la saga de Mundodisco) como Stardust o Coraline en el caso de Gaiman, que ya siembran ese prado de imaginación y tenebrismo. Pratchett también destaca con ¡Guardias, Guardias!, de 1989. En este texto, juega con las identidades: uno de los grandes protagonistas de la misma mide dos metros, aunque es un enano que se llama Zanahoria.

Neil Gaiman, aparte de las mencionadas, se zambulle en las tribus urbanas de vagabundos en Neverwhere. Nació en la década de los noventa y, sin frivolizar sobre el tema, agregó un trasfondo mágico al Londres donde habitaba en esos días. Se convirtió en una miniserie para la BBC en 1996.

Otros éxitos del género

Pero, aparte, estaría bien revisar otros grandes títulos de la literatura fantástica. De herederos o colegas generacionales de estos dos genios del género. Aquí van unos ejemplos, como El nombre del viento, el exitazo de Patrick Rothfuss. Aquí, el encuentro entre un joven curioso y un mago le hace interesarse por esta labor. Y se involucra, pero un día todo cambia: unos hombres misteriosos asesinan a su padre y él se ve huyendo y viviendo distintas aventuras.

En el terreno nacional, tenemos nuestra propia maestra de la fantasía. Laura Gallego sorprende con su estilo y con esas tramas llenas de magia, amistad y reflexión. Un acercamiento puede ser Crónicas de la Torre I. El Valle de los lobos, que inicia una saga de cuatro libros. 

Imposible olvidar a George R. R. Martin. Con su Juego de Tronos es historia de la literatura y del audiovisual. Pero no está de más probar con Fuego y sangre, posterior a su gran serie. La historia aquí es sobre una dinastía de supervivientes a una maldición. La narrativa es entusiasta, mística y con grandes dosis de descripción.

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Otro clásico en este sentido, esta vez anterior, son las Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis. El león, la bruja y el armario es el primer tomo. Y sirve de introducción para contar cómo cuatro niños descubren, en un armario, un país congelado en un invierno eterno y sin Navidad. Se enfrentarán a una reina tirana y otros personajes. Se publicó en 1950.

Y es imposible no mencionar a J. R. R. Tolkien y su imperecedera El señor de los anillos. Aquí hablamos de una fantasía épica, plagada de mundos, comunidades y batallas. La conforman tres volúmenes y se publicó entre 1954 y 1955. Ha sido una mina de oro en su conversión a trilogías y ahora a una serie.