Fotograma de la película Ocho apellidos vascos.

Fotograma de la película Ocho apellidos vascos.

Cultura Inmigración y cultura

Para ser patriota hay que hablar español, no haber nacido en España

Un estudio del Pew Research Center analiza la concepción de 'identidad nacional' de 14 países y determina que el patriotismo tiene que ver con el idioma y con la adopción de costumbres, no con el lugar de nacimiento. 

11 abril, 2017 17:05

Las mareas de seres humanos que se mueven todo el mundo, cada vez con más urgencia y angustia -ya sean inmigrantes o refugiados- ha despertado preocupación en Australia, Europa y Estados Unidos. Cercando más la cuestión, es el origen étnico, lingüístico y cultural de estos migrantes lo que provoca acalorados debates sobre las debilidades y fortalezas de la creciente diversidad y sobre si el paso incontrolable por las fronteras pone en riesgo la identidad nacional.

Este malestar que generan las ramificaciones culturales, unido a los problemas económicos y a la escasa seguridad que inspira la inmigración en tiempos de terrorismo islámico se solidifica en recetas rápidas, populistas y peligrosas, como el voto Brexit en Reino Unido, la promesa del muro de Trump que aisle EEUU de México y el repunte de partidos de derecha populista en países como Francia, Alemania o Países Bajos.

Resulta curioso que la encuesta del Pew Research Center delimite que la mayoría de la gente le dé escasa importancia al país de origen de una persona para delimitar su 'identidad nacional'

¿Qué es ser un “verdadero” australiano? ¿Y un “auténtico” alemán? ¿Por qué parece que el foco del debate social siempre arranca en el lugar de nacimiento del individuo? Resulta curioso que, enfrentándose a esta retórica tradicional, una encuesta del Pew Research Center delimite que la mayoría de la gente le dé escasa importancia al país de origen de una persona. Sólo el 13% de los australianos, el 21% de los canadienses, el 32% de los estadounidenses y el 33% de los europeos cree que es “muy importante” que una persona nazca en sus respectivos países para que sea considerada un verdadero patriota, un nacionalista de raíz, un hijo legítimo de la tierra.

Es cierto que hay algunas excepciones -Hungría (52%), Grecia (50%) y Japón (50%)- donde aproximadamente la mitad de los entrevistados considera que la “cuna” es fundamental. Pero en otras naciones, como Alemania (13%) o Suecia (8%) son muy pocos los que establecen el vínculo entre la localidad nativa y la identidad nacional. La encuesta se ha realizado en 14 países, con 14.514 encuestados desde el 4 de abril al 29 de mayo de 2016.

Los requisitos de la 'identidad nacional'

Estos seres tolerantes que parecen asumir con naturalidad que la nacionalidad propia pueda ser también adquirida por ciudadanos extranjeros, con todo, imponen algunos requisitos: la gran mayoría de los países encuestados consideran que es “muy importante” hablar el idioma dominante para ser considerado realmente un hijo del país. Así lo creen en un 77% en Europa, en un 70% en Japón, en un 69% en Australia y en un 59% en Canadá.

Es muy importante hablar el idioma dominante para ser hijo de un país: así lo creen en un 77% en Europa, en un 70% en Japón, en un 69% en Australia y en un 59% en Canadá

Otro requisito más allá del idioma: la adopción de la cultura nacional, es decir, cómo la asunción de tradiciones fomenta el quiénes somos. Este punto es relevante para algo más de la mitad de encuestados canadienses (54%), para el 50% de australianos y para el 48% de los europeos. Algo menos para los estadounidenses (54%) y japoneses (43%).

La encuesta también indagó en la relación entre religión e identidad nacional. Alrededor del 32% de los estadounidenses cree “muy importante” ser cristiano para ser considerado verdaderamente americano. Este dato contrasta con el 54% de los griegos -que relacionan los dos puntos con fervor-, pero sólo con un 7% de los suecos. Existen diferencias significativas en cuanto a la concepción de la identidad nacional según la generación a la que se pertenezca.

Las personas mayores de 50 años son más propensas que las más jóvenes a manifestar que es muy importante que una persona nazca en EEUU para ser considerado verdaderamente americano

Por ejemplo: en EEUU, las personas mayores de 50 años (el 40%) son más propensas que las más jóvenes (franja de 18 a 34 años, un 21% de la población total) a manifestar que es muy importante que una persona nazca en EEUU para ser considerado verdaderamente americano. En Japón, la brecha generacional es aún más acusada: el 59% de los mayores vinculan cuna y ‘legitimidad’ nacional; mientras que sólo el 29% de los jóvenes lo hacen. Las distancias generacionales también son evidentes, aunque más modestas, en Australia y Canadá y en la mayoría de países europeos estudiados.

Los datos resultan proporcionales en cuanto a la pregunta de adoptar las costumbres y tradiciones nacionales para ser considerado parte del país: los jóvenes vuelven a ser más permeables.

La mirada partidista

En algunos países, el debate sobre la identidad nacional varía considerablemente dependiendo del partido al que se vote. En los Estados Unidos, más de 8 de cada 10 republicanos (83%) dicen que el dominio del idioma es un requisito fundamental para ser verdaderamente americano. Los considerados “independientes” -de voto fluctuante- lo creen en un 67%. Aún menor es el dato de los demócratas: sólo un 61% están de acuerdo. Entre los republicanos el 60% sostiene que para que una persona sea considerada americana debe compartir la cultura estadounidense, seguido por un 40% de los independientes y el 38% de los demócratas.

Más de 4 de cada 10 republicanos consideran crucial ser cristiano para ser americano (un 43%), seguido por un 29% de los demócratas y un 26% de los independientes

Más de 4 de cada 10 republicanos consideran crucial ser cristiano para ser americano (un 43%), seguido por un 29% de los demócratas y un 26% de los independientes. Es interesante detenerse también en la situación de Reino Unido, donde un 73% de los partidarios del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) creen que la adhesión a la cultura británica es capital para ser británico. Sólo el 44% de los no favorables al partido creen lo mismo.

En Francia es la extrema derecha quien se adjunta a esta concepción (un 65% de los votantes del Frente Nacional). Sólo un 39% de los que tienen una opinión desfavorable del FN vinculan vigorosamente la cultura a ser verdaderamente francés.

El idioma, el requisito más importante

La mayoría de los encuestados en los 14 países estudiados cree que la capacidad de conversar en el idioma de su país es definitivo para abrazar al extranjero como compatriota. En EEUU, por ejemplo, sólo el 8% de los encuestados considera que es poco o nada importante no hablar inglés. Los estadounidenses que sólo han alcanzado la educación secundaria -o un grado menor- son más propensos (en un 79%) a sostener la opinión de que hablar inglés es clave para ser americano; mientras que la cifra se reduce a un 59% en las personas que han alcanzado y superado los estudios universitarios.

Aquí el gráfico que detalla qué importancia le conceden cada uno de los países europeos estudiados al compartir idioma a la hora de ser considerado un individuo nacional. A pesar de que las mayorías son claras, es cierto que los europeos de más edad y los más tendentes a la derecha política a menudo sienten que su lengua materna debe instalarse totalmente en los extranjeros si quieren ser acogidos.

El gráfico que detalla qué importancia le conceden los países europeos al idioma nacional a la hora de crear identidad.

El gráfico que detalla qué importancia le conceden los países europeos al idioma nacional a la hora de crear identidad. Pew Research Center.

Este último gráfico detalla qué importancia se le da en los países europeos a la adopción de las costumbres de la nación a la hora de aceptar la convivencia con extranjeros y considerarles parte de la nación.

El gráfico que detalla qué importancia se le da en los países europeos estudiados a la adopción de las costumbres de cada nación.

El gráfico que detalla qué importancia se le da en los países europeos estudiados a la adopción de las costumbres de cada nación. Pew Research Center.