Inmaculada Casal (60 años), la mujer de María del Monte (62), ha estallado este pasado domingo, 28 de abril de 2024, en su programa de Canal Sur TV Andalucía de tarde. Lo ha hecho después de que el pasado viernes, día 26, el espacio de Telecinco ¡De Viernes! emitiera varios fragmentos de su declaración, y la de su esposa, ante el juez. 

Unos testimonios, durísimos y de lo más desgarradores, que conseguían, incluso, enmudecer al espectador y a los propios colaboradores del citado programa de Mediaset España. Ahora, apenas dos días después, la mujer de María del Monte ha explotado en pleno directo en Canal Sur. Se siente indefensa y entiende que su intimidad se ha expuesto sin permiso. 

Asevera que se han traspasado ciertos límites, que no todo vale en aras de la libertad de prensa y de informar. "Eso no es información, es morbo", sentencia, al tiempo que recuerda que aquella no fue una audiencia pública. "Nosotros dijimos que de este tema sí lo hablaríamos en los juzgados. Pero resulta que lo que hablo en los juzgados lo sabe todo España", ha comenzado su explicación Casal.

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"A nosotros nos robaron hace unos meses y ahora también me han robado parte de mi intimidad al hacerse públicas unas imágenes de nuestras declaraciones dentro de la sala. No era una audiencia pública. Este juicio está en instrucción, es decir, en investigación. No creo que aporten nada esas declaraciones y la verdad es que tanto a mí como a mi familia nos han hecho daño", ha agregado Inmaculada. 

Dolida, Inma, como la conoce su entorno, ha proseguido: "Me indigna porque creo que no es justo. Se están traspasando ciertos límites. Sólo tenían acceso a esa declaración las partes; el juez, el fiscal y las partes. Yo no pido nada, pero al menos que se respeten los derechos básicos".

"Nosotras siempre hemos dicho: 'sólo vamos a hablar donde teníamos que hablar, en los juzgados'. Y ahora resulta que lo que yo hablo en los juzgados se entera toda España. No lo sabía ni mi familia", ha puntualizado, para matizar: "Los detalles tan escabrosos no son información, es morbo. Que nos dejen en paz, nos han ofrecido mucho dinero y no hemos querido hablar. Esto es algo que no informa, es morbo".  

Tras abrir el debate en su programa, la periodista prefería no moderarlo, ya que, tal y como ha vuelto a señalar, prefiere no pronunciarse públicamente sobre el asunto. "Yo quiero ser tan justa y objetiva que no me gusta hablar de este tema", ha asegurado.

Sus palabras ante el juez

María del Monte e Inmaculada Casal en una fotografía tomada en Sevilla, hace unos meses. Gtres

En su declaración ante el juez, María del Monte detalló cómo es su relación en la actualidad con Antonio Tejado. Sostuvo que estuvieron años sin mantener una estrecha relación. Sin embargo, eso cambió hace justo un año durante la Feria de Abril de Sevilla.

"A ver, yo la relación... coincido con él en la Feria, e intento... viniendo lo que viene, que es un acontecimiento importante, la boda de la niña, pues hablar con él. Era mi cumpleaños, se tomó una copa con nosotros", explicó en el juicio la artista. Añadió: "Venía El Rocío, él me dijo que se iba con unos amigos y que si se podía quedar en casa y se quedó".

Fue a partir de este momento cuando el ahora detenido empezó a intentar mejorar la relación con la pareja. Un movimiento que a ellas les resultó algo extraño, pero a lo que no le dieron mayor importancia. El paso de los meses y el robo a su casa les hizo sospechar que sus intenciones no eran buenas y, por ende, que estaba implicado en todo. 

"¿Cuántas veces ha vuelto Antonio Tejado a su domicilio?", le preguntó uno de los testigos durante su declaración ante el juez. "De momento no ha vuelto", respondió María del Monte. Por otro lado, su sobrino contaba una versión muy diferente sobre la relación que mantenía con ella: "Es una relación totalmente normal y bonita como lo ha sido siempre. Venía al negocio familiar de mi madre a comer".

"Tenía todas mis joyas en mi maletín. Ni nos mataron, ni nos hirieron con heridas de sangre, pero noté ensañamiento, sobre todo con mi hija. Como inquina. Con María les vi como con un trato especial, los privilegios de la fama. No buscaron más, sabían que la puerta no funcionaba, sabían la distribución de la casa, sabían las personas que había durmiendo y dónde tenían que ir", ha defendido, por su parte, en el juicio la periodista Inmaculada Casal.