Tengo que reconocerlo, me gusta caminar por Galapagar, por la sierra, por sus caminos. Disfrutar de sus rincones. Aprender de su historia recogida en cada uno de sus legados históricos.
Uno de los lugares emblemáticos de Galapagar es la Calzada Romana. Un tramo de 200 metros de longitud y ocho de ancho que se encuentra ubicado en una vía pecuaria conocida como Cordel de Suertes Nuevas, junto a la carretera de Galapagar a Collado-Villalba, en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
La calzada romana de Galapagar ha sido identificada como un tramo de Vía 24 del Itinerario de Antonino -documento del S. III d.C. que recoge los caminos del Imperio Romano, y donde se sitúa el paso de una calzada por la Sierra de Madrid, procedente de Mérida Emerita Augusta y con destino a Zaragoza Caesaraugusta-.
Según dicho documento, la vía 24 atravesaba el término de Galapagar, desde el puente del Herreño hasta el Puente del Toril, para continuar su itinerario cruzando el actual casco urbano de la localidad y continuaba hacia el río Guadarrama.
El uso de la vía se encuentra constatado en diversas épocas. En la calzada, se ha localizado una alcantarilla de época romana construida con grandes losas de granito. Ya durante el período medieval, un documento fechado en 1249 y firmado por Fernando III, se refiere a la vía como la "carrera toledana, derecha como va al Galapagar", camino que unía Segovia con Toledo.
Durante el s. XIX la antigua calzada romana cambió de uso y se convirtió en vía pecuaria, con el nombre de "Cordel de Suertes Nuevas".
Desgraciadamente, la dejadez del Ayuntamiento de Galapagar y de la Comunidad de Madrid, hacen que la conservación de este monumento no sea la deseada. Ambas administraciones no han velado por el mantenimiento, conservación y protección que la Calzada Romana se merece. Ambas administraciones han permitido que, actualmente, se encuentre en el estado que se ve en el vídeo.
Es imposible, debido al deterioro de su estado, que se pueda observar su aspecto actual resultado principalmente de las reformas efectuadas durante los siglos XVI y XVIII.
Desde aquí hago un llamamiento a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Galapagar para que pongan en valor el patrimonio que tiene el municipio, para que protejan, conserven y pongan en valor como se merece un patrimonio tan importante como ésta vía histórica.