REFLEXIONES

El falso atractivo del nacionalismo

Pintada en el País Vasco.

Pintada en el País Vasco. Agencia EFE

  1. Opinión

El atractivo del nacionalismo parece superior e independiente de las condiciones de la vida real de la gente.

Hace unos veinte años, encontré un círculo de papel de 24 cm de diámetro pegado a un árbol, en Roma. Letras blancas sobre fondo negro, se leía: Roma capitale del mondo.

Y alrededor, siguiendo la circunferencia: Roma, Caput Mundi; Roma Capital del MundoRome, Capital du Mond; Rome, World Capital; Rom Haupstadt der Welt.
Único ejemplar, me hizo pensar que era un resto de la propaganda fascista. Creo que cuando Mussolini invadió Etiopía, no buscaba ningún beneficio económico: quería satisfacer el orgullo de muchos italianos volviendo a las glorias del Imperio Romano.

El 25 de diciembre del 2016, EL ESPAÑOL publicó un artículo de Vladimir Sokolov de cinco páginas titulado 25 años después, los rusos añoran la URSS y luego: "La nostalgia de sentirse una superpotencia ha hecho que la mayoría de los rusos sueñe con volver a la Unión Soviética".

La fuerza del nacionalismo se percibe en muchos lugares y circunstancias (nazismo, comunismo –que abandonando el internacionalismo se vuelca de hecho al nacionalismo más burgués). Dice al ciudadano: “Tú eres el mejor –el más inteligente, honrado y bonito- y si tienes dificultades se debe a la maldad de los extranjeros”. Muchos nacionalistas saben que escindiéndose de España, su nivel de vida no será mejor sino peor. Pero al parecer el autohalago es más fuerte que la realidad. Esto se ve aún más claramente en la exURSS. Millones de encarcelados y de fusilados, hacen que casi toda familia haya sido golpeada. Además de vivir en muy poco espacio: la vivienda fue siempre un asunto crítico en la URSS.

¿QUÉ SON LOS VALORES?

El análisis de esta categoría comenzó con las teorías subjetivistas de Perry -pero también las de Menong y Ehrenfels- y las objetivistas de Max Scheler. Con ese título, José Ortega y Gasset escribió un ensayo en 1923, Risieri Frondizi en 1958, y Sigfrido Samet en Febrero de 2011 (recordando el éxito del libro de Frondizi). Ortega dijo (Ref.10, pg.186): “El propósito de estas páginas se reducía a obtener una noción clara de lo que es el valor”. Salvo pequeñas mejoras en las definiciones más antiguas, NO LOGRÓ EN ABSOLUTO SU PROPÓSITO.

Que yo sepa, mi artículo de 2011 es el primero que reconoce el valor objetivo, pero no individual sino social a la categoría “valor”.

“La principal necesidad humana es conservar la vida: de ahí el “no matarás”. Pero para conservar y reproducir la estructura social, hacen falta los diez mandamientos. Si todos robaran, mataran y mintieran libremente, la sociedad se desintegraría de inmediato o no habría llegado a formarse. La religión fue durante mucho tiempo el consuelo ante la brevedad de la vida y el temor de Dios que nos hace cumplir normas morales que no concluiríamos espontáneamente. ¿Cómo se puede explicar que lan religión y la moral manden exactamente lo que conviene a la formación y crecimiento de las sociedades humanas?

Seguramente han surgido a lo largo de los milenios, muchas religiones y muchos mandamientos (de padres, sacerdotes, reyes o dioses) que han ido desapareciendo. Si esos mandamientos perjudicaban a sus grupos, se habrán extinguido junto con ellos. Pero (¿casualmente?) han sobrevivido aquellos que de hecho (aunque desconozcamos las razones), han servido para fortificar sus sociedades. Ha habido una selección natural, “darwiniana”, como sucede con los seres vivos”.

Vale la pena meditar algunos párrafos de Hayek (Ref.12, pg.53): “”Las normas que facilitan su funcionamiento no fueron apareciendo porque los distintos sujetos llegaron a advertir la función de las mismas, sino porque prosperaron en mayor medida aquellos colectivos que, sometiéndose a ellas, lograron disponer de más eficaces sistemas de comportamiento”.

En pg.57: “Aún cuando ajustemos nuestro comportamiento a los esquemas aprendidos, en innumerables ocasiones no sabemos por qué hacemos lo que hacemos. Las normas y usos aprendidos fueron progresivamente desplazados a nuestras instintivas predisposiciones, no porque los individuos llegaran a constatar racionalmente el carácter favorable de sus decisiones, sino porque fueron capaces de crear un orden de eficacia superior –hasta entonces por nadie imaginado- a cuyo amparo un mejor ensamblaje de los diversos comportamientos permitió finalmente –aún cuando ninguno de los actores lo advirtiera- potenciar la expansión demográfica del grupo en cuestión, en detrimento de los restantes”.

¿Cómo es posible que mi artículo de 2011 (ver arriba) “supere” al de Ortega? Es fundamental tener en cuenta las fechas de las publicaciones. La de Ortega fue PRE-HAYEK. El último asume “TOTALMENTE EL FUNDAMENTO A NUESTRAS CREENCIAS EN EL CAMPO SOCIAL QUE HAYEK CAPTÓNo se encuentran entradas de índice