El dictador norcoreano Kim Jong-un, durante unos ejercicios militares.

El dictador norcoreano Kim Jong-un, durante unos ejercicios militares. EFE

LA TRIBUNA

Ha llegado el momento de llevar a Kim Jong-un ante la Corte Penal Internacional

Pedir que Kim Jong-un sea juzgado por la CPI podría ser una maniobra estratégica que arrinconara a Corea del Norte y nos sacara del callejón sin salida nuclear. 

7 mayo, 2024 02:10

Durante los últimos días, el vigor de las sanciones impuestas por la comunidad internacional para conseguir la desnuclearización de Corea del Norte ha disminuido.

Los principales culpables de esta disminución son China y Rusia, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El problema también deriva del hecho de que 62 de los 192 estados miembros de la ONU nunca presentaron informes nacionales de implementación de las sanciones contra Corea del Norte hasta 2022.

Vladímir Putin junto a Kim Jong-un.

Vladímir Putin junto a Kim Jong-un. Reuters

China y Rusia se han comprometido secretamente con Corea del Norte. Ambos países instigaron las ambiciones del programa nuclear de Kim Jong-un, lo que le permitió a Corea del Norte desarrollar con éxito misiles balísticos intercontinentales (ICBM, según sus siglas en inglés) y satélites de reconocimiento.

Como resultado, el debate sobre Corea del Norte ha pasado de centrarse en la desnuclearización a intentar regular la tecnología nuclear avanzada del país, dejando a la comunidad internacional en la posición desesperada de persuadir al régimen norcoreano para que administre sus armas nucleares de manera racional.

De hecho, a principios de 2024, Corea del Norte intensificó las provocaciones con disparos sorpresa de artillería y lanzamientos de misiles de crucero. El régimen norcoreano también cambió el foco de su estrategia de seguridad nacional hacia la creación de una crisis bélica cuando Kim Jong-un declaró el estado de "guerra nuclear" en la península de Corea.

Sólo en 2023, Corea del Norte disparó 47 misiles y puso en órbita un satélite de reconocimiento después de dos intentos fallidos. El esfuerzo total de Kim Jong-un para avanzar en sus programas de misiles nucleares genera preocupación sobre la intención del país de involucrarse realmente en una guerra nuclear.

"La propuesta para castigar a Kim Jong-un tiene como objetivo rescatar a esos trabajadores norcoreanos en el extranjero sujetos a una esclavitud inhumana"

La postura agresiva de Corea del Norte tiene su origen en la audacia de Kim Jong-un, que parece estar alimentada por divisas ilícitas. Como país con déficit crónico e importaciones y exportaciones anuales por valor de menos de 1.000 millones de dólares, Corea del Norte depende de divisas procedentes de actividades ilegales, como el tráfico de drogas, la falsificación de billetes y el robo de criptomonedas.

Sin embargo, son los ingresos de los trabajadores norcoreanos en el extranjero los que más sustancialmente contribuyen a aumentar las divisas del país. Se estima que estos trabajadores, principalmente en China y Rusia, son alrededor de 100.000, aunque la cifra exacta es imposible de verificar.

La comunidad internacional, después de confirmar que la mayor parte de los ingresos en divisas de Corea del Norte derivan de los cientos de millones de dólares obtenidos en el extranjero, adoptó la Resolución 2397 del Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo la repatriación de los trabajadores norcoreanos en el extranjero.

Inmediatamente después de la adopción de la Resolución, sus actividades en el extranjero parecieron perder fuerza por un tiempo. Pero luego volvieron a aumentar a medida que Corea del Norte fortalecía su cooperación con Rusia.

La propuesta para castigar a Kim Jong-un tiene como objetivo rescatar a esos trabajadores norcoreanos en el extranjero sujetos a una esclavitud inhumana y evitar que el dinero extranjero se canalice hacia el desarrollo de misiles nucleares.

El 7 de febrero, la BBC informó sobre la difícil situación de los norcoreanos que trabajan en China. Según el testimonio de un desarrollador de software de Corea del Norte, los trabajadores norcoreanos trabajan de doce a catorce horas al día, seis días a la semana, y la mayor parte de sus salarios se transfieren a un fondo de preparación para la guerra en su país de origen.

De hecho, en China sólo se pagó a los trabajadores norcoreanos el 15% de sus salarios. A partir de 2022, incluso ese 15% se retuvo en su totalidad. Los trabajadores no podían salir de su complejo residencial, donde en invierno no había calefacción, vivían como esclavos sujetos a restricciones de movimiento, y sufrían frecuentes palizas.

"La comunidad internacional ha defendido varias veces que Kim Jong-un sea juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad"

Anteriormente, Ko Young-hwan, un exdiplomático norcoreano, dijo a la BBC que miles de trabajadores norcoreanos han participado en huelgas y disturbios en muchos lugares de Jilin, en China, para protestar contra los impagos.

El Gobierno surcoreano confirmó esto a la BBC.

Este es el primer informe sobre disturbios de trabajadores norcoreanos en el extranjero, después de numerosos informes que hablan de violación de derechos humanos.

La comunidad internacional ha defendido varias veces que Kim Jong-un sea juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad.

En 2009, varias organizaciones no gubernamentales intentaron llevarle ante la CPI por violaciones de los derechos humanos.

En 2014, la Comisión de Investigación de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte publicó un informe en el que se confirma que el régimen norcoreano cometió crímenes contra la humanidad. Entre ellos, el exterminio, las ejecuciones, las violaciones, el hambre deliberada y las desapariciones forzosas.

La Comisión también recomendó que el Consejo de Seguridad de la ONU remitiera la situación a la CPI.

Kim Jong-un supervisando las maniobras militares de los misiles KN-25

Kim Jong-un supervisando las maniobras militares de los misiles KN-25 KCNA

En febrero de 2023, Elizabeth Salmón, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte de la ONU, reafirmó las recomendaciones formuladas en 2014 y aconsejó a la comunidad internacional que el régimen de Kim y sus responsables rindieran cuentas por sus crímenes contra la humanidad.

Para castigar a Kim Jong-un, la CPI puede emitir una orden de arresto. Aunque la opción más efectiva sería que el Consejo de Seguridad de la ONU remitiera a Kim a la CPI, los posibles vetos de China y Rusia hacen que esta opción sea menos factible.

Incluso si el caso fuera remitido a la CPI, habría pocas posibilidades de un juicio, ya que Corea del Norte no es un Estado miembro de la CPI.

Sin embargo, la discreción procesal puede activarse dentro de la CPI si se demuestra que la situación es lo suficientemente grave. Y entonces sería posible que se emitiera una orden de arresto una vez que la CPI iniciara las investigaciones.

Ejemplo de ello es la orden de arresto de la CPI contra Vladímir Putin emitida en marzo de 2023. Si bien Rusia no es un Estado miembro de la CPI, esta emitió la orden alegando su responsabilidad por el traslado forzoso de niños desde áreas ocupadas de Ucrania.

En marzo de 2024, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra dos generales rusos acusados de crímenes contra la humanidad. Esta decisión se debió a su participación en ataques contra instalaciones y civiles en Ucrania desde octubre de 2022 hasta marzo de 2023.

Dada la identificación por parte de las autoridades surcoreanas de pruebas que indican apoyo armamentístico a través de rutas marítimas entre Rusia y Corea del Norte desde mediados de 2022, Kim Jong-un también podría ser considerado responsable de ayudar a la invasión rusa en Ucrania.

Rescatar a la gente de la tiranía de los dictadores es un principio universal que se defiende en todas partes y en todo momento.

Si bien derrocar a un tirano mediante una revolución sería la opción más legítima, la comunidad internacional también ha intentado eliminar a los tiranos de otras maneras. Según las leyes internacionales actuales, remitir a un tirano ante la CPI se considera el método más eficaz para conseguir ese objetivo.

En este contexto, presionar a Kim Jong-un pidiendo la actuación de la CPI podría ser una maniobra estratégica que arrinconara a Corea del Norte y nos sacara de este callejón sin salida.

*** Gabriel Choi es escritor y doctor en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Valencia

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