El líder del PSC y candidato a la Generalitat, Salvador Illa, a su llegada a una reunión de la ejecutiva del PSC, este lunes.

El líder del PSC y candidato a la Generalitat, Salvador Illa, a su llegada a una reunión de la ejecutiva del PSC, este lunes. EP

Política ELECCIONES CATALANAS

La investidura de Illa se complica tras la retirada de Aragonès y las ambiciones de Puigdemont

El líder del PSC tiene 42 escaños y necesita llegar a 68 para lograr la mayoría absoluta que le permitiría ser presidente de la Generalitat. 

13 mayo, 2024 15:02
Alberto D. Prieto Diego Rodríguez Veiga

Nada como el día después de unas elecciones con un Parlamento fragmentado para que se olviden los mensajes de campaña. Salvador Illa, incluso anoche tras conocerse los resultados, decía que se presentará a la investidura. Pero eso puede que no dependa de él. Y esta mañana, Carles Puigdemont confirmaba que su órdago de dejar la política si no era "restituido" como president se puede quedar en el congelador, porque exige al ganador que se aparte. El único que ha cumplido es Pere Aragonès: dijo que se iría, y lo ha hecho.

El líder del PSC tiene 42 escaños y siete de ventaja sobre el segundo. Pero le faltan 26 para tener mayoría absoluta y garantizarse el puesto de (supuesto) 133º presidente de la Generalitat.

Los puede lograr en una suma imposible, con PP (15) y Vox (11), si se deja llevar por el eje identitario. Pero eso no es factible por dos razones: la primera, que "con la extrema derecha no se negocia", algo que, de hecho, firmó durante la campaña.

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Y la segunda, porque sus mensajes hasta el 12-M apostaban por la "reconciliación" y el "reencuentro"... y elegir esa fórmula sería tanto como seguir separando a los catalanes por su sentimiento nacional, que es lo opuesto.

Illa también puede tener 68 diputados a su lado si convence a los Comuns y a ERC. Lo primero es cosa fácil, no en vano es la fórmula minoritaria que también le funciona a Pedro Sánchez en Madrid. Pero habría de embarcar en la coalición también a Esquerra, y el anuncio de Aragonès retirándose de la política activa lo pone (en la práctica) imposible.

No tanto porque el president saliente estuviese más dispuesto a votar a un candidato del PSC que los que se quedarán al frente del partido, el indultado Oriol Junqueras y la huida Marta Rovira. Sino porque el descalabro de los republicanos es tan enorme (de 33 escaños y el Govern a 20 asientos, notando el aliento del PP en el cogote) que el partido de izquierda independentista deberá revisar toda su estrategia... y de inicio le conviene más ganar tiempo y probar suerte en una repetición electoral.

Comparecencia de la portavoz del PSC, Núria Parlón, este lunes.

Ya lo dijo el mismo Aragonès al conocerse los resultados: "Los ciudadanos han mandado al Govern a la oposición", lo cual es cierto, porque él gobernaba en solitario. "Y han elegido a la oposición al Govern para que gobierne". Es decir, que se encarguen otros, PSC y Junts, de negociar y llegar o no  a un acuerdo.

Y eso es de todo punto improbable. ¿Cómo va a apoyar Puigdemont que gobierne Illa, si él es quien se siente legítimo president, si él es el que ha estado "en el exilio seis años" para llegar a este momento, y si además ha decidido que "hay opciones" para presentarse él a la investidura

El líder de Junts ya advirtió en campaña de que le bastaría una mayoría minoritaria para optar a la "restitución". Y ésa la puede tener: sus 35 escaños, sumados a los 20 de ERC y los 4 de la CUP son 59... que son más de los 42 del PSC, e incluso que cualquier suma probable que pueda alcanzar el Illa más volcado a los "reencuentros" y "reconciliaciones".

También dejó otra cosa muy clara Puigdemont en las semanas previas a las elecciones catalanas: la única opción de que Sánchez siga en Moncloa es que Illa no sea president. Lo explicó en una conversación que mantuvo con EL ESPAÑOL durante el último pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo.

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Primero, porque, ¿cómo va a negociar el socialista la "financiación singular" y preferente para Cataluña? Si hay también un socialista en el Gobierno de España, al que no se le puede presionar con los votos que necesita para aprobar leyes... y si además, es precisamente ese Gobierno socialista en Madrid "el que menos cumple con la ejecución de los compromisos de inversión" en la región que aparecen en sus Presupuestos, "año a año".

Y segundo, porque, ¿cómo va a negociar Illa con Sánchez el reconocimiento nacional de Cataluña, es decir, el referéndum? Si no cree en ese supuesto "derecho a decidir", como proclamaba el antiguo PSC de Pasqual Maragall, ni en la versión original de ese eufemismo, el supuesto "derecho de autodeterminación"...

Pero la principal razón es que Puigdemont quiere "acabar la tarea empezada en 2017". Y aquello, el desafío soberanista, separatista y secesionista, que fue "mutilado ilegalmente por la represión y el 155" fue amparado por el PSOE y el PSC. Y si ésa es la esencia de la candidatura de Puigdemont, es imposible que vaya a facilitar la investidura de quien representa "lo contrario".

Lo que se entiende de todo esto es que Junts retirará sus siete votos en el Congreso del apoyo a la permanencia de Sánchez en Moncloa. Y que, aunque se siga reuniendo con el PSOE en Suiza, no habrá apoyo a los Presupuestos de 2025 si Puigdemont no tiene un rédito directo. Y a él sólo le interesa recuperar la presidencia de la Generalitat.

El PSOE exige a Illa

A pesar de las pretensiones de Puigdemont, el PSOE está convencido de que Illa tiene que ser el próximo president de la Generalitat. Y de que Junts no debería entorpecerlo. Además, hacen caso omiso de las amenazas de poner en peligro la legislatura.

"Nosotros no apoyaremos una investidura de Puigdemont, aunque nos amenace con bloquear la gobernabilidad de España", ha dicho tajante la número dos del PSC, Núria Parlón. "La mayoría independentista se ha partido y hemos sido nosotros quienes hemos ganado las elecciones, tanto en votos como en escaños", ha añadido.

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Parlón también ha pedido a ERC que "no bloquee" la posibilidad de que sea Salvador Illa quien gobierne Cataluña, "igual que nosotros no hemos bloqueado cuando estaban en minoría".

Por su parte, la portavoz del PSOE, Esther Peña, se ha pronunciado en unos términos muy similares. "El ganador de las elecciones fue Salvador Illa y es el único con opciones reales de avanzar en esa nueva página".

Preguntada sobre el farol lanzado por Puigdemont, que amenaza con retirar el apoyo de Junts al presidente socialista en el Congreso, Peña ha dicho que "entendemos que los resultados de estas elecciones no afectarán a la gobernabilidad".

Según ha subrayado, la legislatura y las catalanas deberían ir por sendas distintas. "El PSOE firmó acuerdos [para la investidura] y el PSOE cumple sus acuerdos. No tengo ninguna duda de que el resto hará lo mismo y ninguna duda de la continuidad del Gobierno" de Pedro Sánchez, ha asegurado.