Diego y Santiago, la quinta generación de la familia al frente de Cavas Marevia.
Diego y Santiago, la quinta generación de su familia al frente de Cavas Marevia: nace en el interior de Valencia
La bebida ha consolidado el municipio como una de las zonas con mayor proyección en España para su elaboración.
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Requena es tierra de viñedos. Es un lugar con historia, alma y una identidad que se siente en cada rincón. Por ello, algo que la distingue del resto de los municipios es el cava.
En Cavas Marevia, Diego Jiménez Hevia y Santiago Hernández Hevia son ahora la quinta generación de una familia que ha vivido siempre vinculada al mundo de los espumosos.
El cava se ha convertido en símbolo del territorio, consolidándose como una de las zonas con mayor proyección en España para su elaboración.
Su altitud, clima continental y suelos austeros dibujan el escenario perfecto para desarrollar una viticultura ecológica capaz de dar vida a espumosos de enorme calidad.
Estas tierras acogen hoy proyectos que han comprendido ese potencial, muchos de ellos guiados por un profundo amor por el origen, la técnica y las burbujas. Y es justamente en este paisaje donde ha surgido una historia familiar centenaria: Cavas Marevia.
No es una bodega al uso ni un proyecto improvisado. Cavas Marevia representa la continuidad de un legado que nació entre vendimias, levaduras y uvas burbujeantes: el legado de los Ferrer Sala, fundadores de uno de los nombres más emblemáticos del cava español.
El tatarabuelo y el bisabuelo de Diego y Santiago fueron los fundadores de Freixenet, y desde su infancia aprendieron que el cava no es solo técnica, sino paciencia y respeto por la naturaleza.
En 2018 cerraron una etapa para iniciar otra. Vendieron su participación en Freixenet y pusieron rumbo al interior valenciano en busca de un territorio capaz de inspirar una nueva historia.
No buscaban un lugar cualquiera, sino uno fiel a su filosofía: autenticidad, sostenibilidad y excelencia. Lo encontraron en Requena, un paisaje vitivinícola que ya conocían y con un potencial que llevaba tiempo pidiendo ser escuchado.
Hablamos de la calidad de sus uvas, la posibilidad de elaborar en ecológico y sus condiciones naturales idóneas para la elaboración de cava.
“Cavas Marevia es, ante todo, un proyecto familiar”, afirma Santiago. Pero también es respeto por el origen, compromiso con quienes cultivan la tierra y una visión sostenible.
Toda la producción se elabora con uva ecológica de viticultores de la zona, con los que mantienen un vínculo muy cercano. Y es que la bodega no cuenta con viñedos propios, pero sí con una red sólida de agricultores que comparten visión y exigencia.
"El agricultor ecológico tiene que ser un agricultor comprometido", señala Diego. “Debe anticiparse, observar, actuar antes de que surjan los problemas. Eso se nota en la uva y eso es lo que hace que nuestros cavas sean mejores”.