José Enrique Devesa. EE

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Economía

José Enrique Devesa, experto en pensiones: "La reforma del sistema en el año 2011 fue necesaria pero no suficiente"

Su preocupación no reside en si los que se jubilen cobrarán o no, sino en cuánto percibirán una vez ya no trabajen.

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Valencia
Publicada

El sistema público de pensiones en España se encuentra en jaque. La posibilidad de que las próximas generaciones no tengan acceso al servicio de pensiones por jubilación es algo que preocupa a muchos ciudadanos.

Según apuntan los expertos, la principal causa es la jubilación acelerada de la generación conocida como baby boomers (nacidos aproximadamente entre 1958 y 1977), un grupo que batió récords de natalidad y que ahora está generando un número significativamente mayor de altas de jubilación.

Ante la preocupación social sobre el futuro del sistema, el experto José Enrique Devesa, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de Valencia, explicó su perspectiva sobre la viabilidad del sistema en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser.

La preocupación del experto en pensiones no se encuentra en si los que se jubilen cobrarán o no una pensión, ya que se muestra convencido de que las generaciones actuales de 40 o 45 años, e incluso sus hijos, sí cobrarán una pensión de jubilación.

Sin embargo, la pregunta más compleja de responder es cuánto van a cobrar. El objetivo que se debe conseguir es que no haya una diferencia significativa entre las pensiones que perciben los jubilados actuales y las que recibirán aquellos que se jubilen dentro de 20, 30 o 40 años.

En este sentido, Devesa apunta a la reforma del sistema de pensiones de 2011, que aún se encuentra en su periodo transitorio y se extenderá hasta 2027. "Fue una medida drástica y dura, supuso un retraso de dos años en la edad de jubilación para muchas personas", asegura.

De igual modo, la califica como "importante y necesaria, pero no suficiente". La reforma logró frenar el crecimiento del gasto proyectado, pero "no resuelve el problema estructural si no existen ingresos suficientes para sostenerlo".

El sistema afronta un déficit real de "unos 30.000 millones de euros incluso antes de que la generación baby boomer alcanzara la plena jubilación".

De hecho, proyecciones del Banco de España y la AIREF indican que para 2050 el déficit podría equivaler a cuatro o cinco puntos del PIB, unos 60.000 o 70.000 millones de euros.

Para afrontar este problema estructural, el experto vaticina una combinación de medidas: recortes en las pensiones, subida de las cotizaciones y un retraso en la edad de jubilación.

"Si la sociedad decide mantener las pensiones y su revalorización con el IPC como objetivo principal, debe ser consciente de que esto implicará, necesariamente, un aumento de la presión fiscal (IRPF, IVA) o un recorte en otros fines competitivos como sanidad o dependencia", asegura.

Finalmente, Devesa resalta que en España la cultura de ahorro individual es "baja", con un volumen de planes de pensiones bajo en términos de PIB comparado con el entorno europeo.

Un nuevo modelo

La edad de jubilación de 65 años se estableció en España en 1919. En ese entonces, con una esperanza de vida mucho menor, una persona que alcanzaba los 65 años "ya era muy mayor" y disfrutaba de la jubilación por un periodo muy corto.

Actualmente, con la esperanza de vida entre los 83 y 85 años, la edad de 65 queda "un poco obsoleta". El experto calcula que si se mantuvieran los mismos parámetros de 1919, la edad de jubilación actual debería situarse entre los 75 y 80 años.

Es por ello que el experto desvía la mirada al norte de Europa, a Suecia concretamente, ya que considera que el sistema sueco "es un mejor modelo y más aplicable". Se trata de un sistema mixto: 15% es de capitalización (ahorro individual), y el 85% restante sigue siendo de reparto, pero gestionado mediante cuentas nacionales o virtuales.

Otra diferencia principal es en torno a la esperanza de vida, ya que el sistema español no considera la esperanza de vida en el cálculo de la pensión, lo que provoca que un aumento en la longevidad resulte en que se cobre la misma cuantía, pero durante más años.