
Enrique Ramírez, CEO de Pladur. EE
El CEO de Pladur, rotundo sobre la crisis de la vivienda: “La solución la tienen los políticos, y algunos ya la están aplicando”
El directivo visita Valencia con motivo de la entrega de los Premios Pladur, otorgados este año en la provincia en solidaridad con el impacto de la dana.
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Para Enrique Ramírez, CEO de Pladur, el problema de la vivienda en España responde, en gran medida, a un déficit en la producción de obra nueva. "La demanda es de entre 150.000 y 170.000 residencias al año, y hemos producido 100.000 o 105.000 los últimos años", detalla a EL ESPAÑOL.
"No hay suelo suficiente, no se puede construir, no hay lo que los constructores llaman suelo finalista", lamenta el directivo de uno de los grandes proveedores de la construcción.
¿Y el encarecimiento, la expulsión de los vecinos de las ciudades, no tiene que ver también con la turistificación de las ciudades o con la mayor presencia de inversores en el sector inmobiliario?
"Desde luego que influyen factores concretos en determinados mercados. Pero el problema nacional de la oferta y la demanda es el que es, y apenas hemos empezado a solucionarlo. La solución la tienen los políticos, y algunos ya la están aplicando: se trata de construir".
¿Estamos construyendo más? "El año pasado, el ejercicio 2024, se visaron 125.000 viviendas nuevas. No hemos llegado todavía a lo que demanda el mercado, pero se trata de un crecimiento importante. Aunque, recordemos, España llegó a producir 800.000 al año a principios de siglo".
Ramírez considera que "muchos ayuntamientos, sobre todo en las ciudades, han entendido que deben agilizar la construcción con el desarrollo urbanístico". "El problema es que depende de un sinfín de entidades locales, y que se trata de procedimientos administrativos tediosos", subraya.
"Y no es el único problema. Se han encarecido los costes. Falta mano de obra, y eso encarece la construcción de viviendas", detalla.

Enrique Ramírez, CEO de Pladur. EE
Es aquí cuando Enrique Ramírez desglosa los beneficios que, a su juicio, puede aportar Pladur a la crisis de la vivienda y a la totalidad del sector de la construcción. "El 50% de las construcciones se siguen realizando con el sistema tradicional". ¿Con paredes de ladrillo? "Exacto".
¿Tanto? Da la impresión de que ya nadie construye así... "Puede que se haga muy poca obra nueva con el sistema tradicional. Pero en la renovación, y sobre todo en entornos más rurales, pesan todavía determinadas emociones", detalla.
España, a pesar de que cuenta en su territorio con el líder mundial en sistemas y placas de yeso laminado, se da la paradoja de que es una de las naciones con mayor culto al ladrillo. "Han sido ocho siglos construyendo de una manera concreta, de una gran influencia del yeso y la cerámica árabes, es comprensible", argumenta.
Pladur opera desde los años 70, y requirió "veinte años de introducción del producto", una manera de construir que fue impulsada en EEUU y que llegó a Europa como solución eficiente para la reconstrucción tras las dos guerras mundiales del siglo XX.
Las grandes y buenas reservas de yeso de la mitad oriental de la Península Ibérica propiciaron el desarrollo de una gran compañía que cabalgó la expansión inmobiliaria hasta el crack de 2008. Entonces respondió a la caída del mercado nacional con una exitosa expansión internacional.
En la actualidad, Pladur opera en alrededor de 40 países y factura 200 millones de euros anuales. Tiene dos fábricas de placas laminadas en Madrid y Zaragoza, además de cuatro de yeso estratégicamente ubicadas junto a algunas de las reservas del material en España.
Premios Pladur
Enrique Ramírez, como el resto del equipo de Pladur, visitó Valencia el pasado fin de semana para realizar la gala de entrega de los Premios Pladur de Soluciones Constructivas. La firma eligió la provincia para el certamen en solidaridad con los afectados por la dana del pasado 29 de octubre.
El desafío de los Premios Pladur de este año ha sido el Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu, en Oñate (Guipúzcoa), en el que los participantes, estudiantes de arquitectura de España y Portugal, han desarrollado propuestas para un centro de co-creación artística.
"923 alumnos inscritos de 36 universidades de ambos países se han enfrentado al reto de diseñar un centro de inspiración artística en un lugar donde naturaleza, arte y funcionalidad se entrelazan, para convertirlo, a través de una obra de ingeniería civil, en un centro en el que confluyen distintas disciplinas artísticas", explicó la firma.
Los premios ensalzaron el talento local valenciano. En concreto, el de la Universidad Politécnica de Valencia, cuyo proyecto Las diez voces de Aránzazu, de Alejandro Pascual y Carlos Ortiz, obtuvo el primer premio local y fue finalista a Mejor Proyecto de Arquitectura, el gran galardón de la noche.
Los principales reconocimientos fueron otorgados a equipos de estudiantes de Barcelona, Alicante, Murcia y Valladolid.