Pérez Llorca, Mompó y Catalá, el pasado jueves durante la cena del PP de Valencia. PPCV
El PP de Valencia, a la espera de un acercamiento entre Pérez Llorca y Mompó para pactar el número dos del partido
Génova avala los primeros pasos del presidente de la Generalitat y pospone a un congreso regional de última hora la decisión sobre la candidatura.
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La situación que el PPCV vive durante estos días se mueve en un doble plano. De un lado, el de las tensiones internas que está despertando la nueva configuración del partido y, de otro, el de la relación con Génova, que sigue de cerca cada decisión de Juanfran Pérez Llorca y ha dado su aval.
En cuanto a lo primero, el partido de la provincia de Valencia que dirige Vicente Mompó anda revuelto a la espera de un acercamiento entre el presidente de la Diputación y el presidente de la Generalitat para pactar el nombre de quien será el número dos de la formación.
Es algo que tiene que ocurrir, en teoría, antes de Navidad y que, por lo tanto, se tiene que resolver de cara al 22 de diciembre.
Este nombramiento deriva del relevo de Carlos Mazón como líder del PPCV. Pérez Llorca pasará a ser presidente y su cargo de secretario general -el que ocupaba hasta ahora- queda vacante.
Se trata de un puesto de especial relevancia para los populares. El número dos del partido deberá ser la persona encargada de pilotar una importante movilización interna de cara a 2027 en un momento de transición que no está siendo fácil.
Además, tendrá que ir de la mano de Pérez Llorca para lograr el objetivo de que sea el candidato en las próximas elecciones. Un trabajo para el que cuenta con, exactamente, un año de margen.
En la necesidad de equilibrios que siempre tiene un partido en este tipo de contextos, el que ahora reclama su peso de manera evidente es Mompó.
El líder del PP en la provincia de Valencia se ha sentido desplazado por parte del presidente de la Generalitat en los nombramientos del Gobierno autonómico.
Según indican fuentes del partido, el descontento deriva de que Pérez Llorca contactó con él para pedirle perfiles de consellers antes de la reciente remodelación.
Mompó le dio el nombre del diputado nacional Carlos Gil, una persona de su total confianza. Pero el presidente de la Generalitat no atendió a la sugerencia en una estrategia que no ha caído nada bien en el presidente de la corporación provincial, uno de los grandes aliados hasta la fecha del jefe del Ejecutivo autonómico.
A ello se añade que en varios de los nombramientos sí incluyó a perfiles cercanos a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Así que su 'pelea' ahora es la secretaría general del partido. Dado que los estatutos del PP establecen que debería ocuparla uno de los 22 vocales del Comité Ejecutivo, los ojos se posan sobre Avelino Mascarell, un perfil muy cercano a Mompó.
En cualquier caso, se podría buscar una fórmula alternativa para este nombramiento, aunque aparece como más complicada. Aquí volvería a aparecer el nombre de Carlos Gil.
Reclamaciones de representación
Mompó tiene poder en la provincia y en los últimos actos de partido que ha celebrado ha tenido que atender las reclamaciones sobre que el PP de Valencia tenga su cuota de representación.
Ocurrió en el último Comité Ejecutivo Provincial y este mismo viernes en la comarcal Horta Sud, según apuntan fuentes del partido. Los ánimos andan caldeados.
Hay quien considera que el PP de la provincia ha sido responsable de importantes movilizaciones en los momentos tan bajos que ha vivido el partido durante el último año por la gestión de la dana y con Carlos Mazón al frente de la Generalitat.
Así, citan como ejemplo el evento multitudinario que tuvo lugar en Náquera en mayo. Allí, militantes y cargos arroparon a Mazón, que trataba de reactivar al partido de cara al congreso nacional de julio con su futuro político en el aire. Incluso hubo presencia de la dirección nacional con la vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez.
En este momento están preparando, de hecho, un evento de inicio de año el próximo 9 de enero en La Cotonera de Alzira en el que prevén congregar a unas mil personas y que serviría de baño de masas para Pérez Llorca.
De manera que el PP de la provincia de Valencia quiere su recompensa en forma de peso dentro del partido. Y Mompó tiene que rendir cuentas ante esa exigencia de los suyos para garantizar la unidad y la estabilidad necesarias de cara a 2027.
La cena de Navidad
En mitad de estas tensiones -que pueden incrementarse o desactivarse en función de la configuración final del PPCV- se celebró el pasado jueves la cena de Navidad del PP de la ciudad de Valencia capitaneado por María José Catalá.
Fue un evento de 'paz y amor', como resumen algunos, para exhibir unidad. Pero a pocos se les escapó que Pérez Llorca y Mompó mantuvieron unos minutos de conversación a solas.
De acuerdo con algunas fuentes, en ese breve intercambio de palabras no se aclaró nada respecto a la secretaría general, si bien hubo un intento de apaciguar los ánimos por parte del presidente de la Generalitat.
Hay quien vaticina que todo "acabará bien", pero por el momento el entorno de Mompó no parece muy convencido.
El examen, en 2026
Así que la parte positiva de la cena se la llevó la presencia y apoyo del secretario general del PP nacional, Miguel Tellado. Fuentes del partido señalan que éste y Pérez Llorca han reconducido bastante su relación.
Algo relevante debido al importante cabreo de Tellado por la famosa comida del ahora presidente de la Generalitat junto a los líderes provinciales y el propio Mazón en la que plantearon un pulso a Génova para que no teledirigiera la salida de este último.
Pérez Llorca y Tellado han mantenido muchas conversaciones desde que el primero fue el elegido de la dirección nacional para la presidencia del Gobierno valenciano al dimitir Mazón.
Fuentes del partido destacan que valoran de manera positiva los primeros pasos que ha dado al frente del Ejecutivo autonómico -desde sus gestos con las víctimas, su agenda en la zona cero de la dana o la remodelación del Consell- y que no habrá ninguna injerencia para los nombramientos del partido.
Eso sí. La dirección nacional tiene claro que el examen de Pérez Llorca como posible candidato a la Generalitat en 2027 se va a efectuar durante el próximo año.
La idea de Génova, en principio y salvo cambios, es celebrar un congreso regional de última hora, pocos meses antes de las elecciones autonómicas. Para entonces tomará la decisión de la candidatura. Pérez Llorca tiene claro que se tiene que aplicar con intensidad durante 2026 a todos los niveles, desde el institucional al de partido, para ser el elegido.