El subdirector de Emergencias, a su llegada a los juzgados de Catarroja este jueves. Jorge Gil / EP

El subdirector de Emergencias, a su llegada a los juzgados de Catarroja este jueves. Jorge Gil / EP

Valencia

El subdirector de Emergencias asegura que nadie avisó en el Cecopi sobre el Poyo y señala a Pradas por el retraso de la alerta

Jorge Suárez afirma ante la jueza que si hubieran tenido datos de caudal de la CHJ habrían "tomado más medidas" sin centrarse solo en Forata. 

Más informaciónEl subdirector de Emergencias afirma que las llamadas del 112 no llegaron al Cecopi y que la CHJ no habló del Poyo

Valencia
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La esperada declaración de Jorge Suárez este jueves ante la jueza de la dana despejó dudas sobre el desarrollo del Cecopi la tarde de la dana que dejó 230 muertos.

Con sus explicaciones apuntó a la inoperancia del órgano que abordó la emergencia y al retraso que sufrió el envío de la alerta debido a diversos debates y a la falta de decisiones de la entonces consellera, Salomé Pradas

También a la carencia de información con la que contaba el Cecopi, pues, según expuso, nadie avisó del desbordamiento del barranco del Poyo -tampoco la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)- ni llegaron las llamadas del 112 sobre las situaciones dramáticas en la provincia de Valencia.

Suárez fue el más alto funcionario que participó en la gestión de la emergencia la tarde de la dana y atesora décadas de experiencia en este ámbito. Su declaración como testigo es, sin duda, una de las más importantes de la causa. De hecho, ésta se suspendió tras más de 7 horas y se retomará de aquí unos días. 

La cronología de hechos y los detalles que ofreció sirvieron para dibujar lo ocurrido en el Cecopi y el rol que desempeñaron los miembros que más protagonismo tuvieron aquel fatídico día. 

Al inicio de la reunión a las 17:00, explicó, se abordó la situación de Utiel-Requena, donde había "personas en los tejados" y veían "los recursos de la UME y de bomberos forestales que no podían llegar". 

A las 17:15 ya planteó la utilización del Es-Alert para las personas atrapadas en esa zona, aunque no sabe si empleó ese nombre. Dijo que tenían capacidad de enviar un aviso a todos los móviles. 

A partir de ese momento comenzaron una serie de debates que derivaron en el envío de la alerta de las 20:11, tres horas después, para toda la provincia de Valencia. 

De manera secuencial, señaló, comenzaron a tomar el turno de palabra miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el jefe de los Bomberos, José Miguel Basset. Ambos trasladaron las dificultades para acceder a Utiel-Requena. 

Paralelamente, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, les comunicó la situación de la presa de Forata, que estaba empezando a verter aguas y no descartaba que pasara a escenario de rotura. 

Sobre las 17:38, Inmaculada Piles (jefa de Servicio de Emergencias) le pasó un WhatsApp sobre los municipios afectados por la presa de Forata y otra funcionaria le remitió el plan de emergencias de la citada infraestructura. Según esa información, había poblaciones en las que marcaba 6 ó 7 metros de altura en caso de rotura. 

"Ahí se dice que tenemos que avisar a la población", indicó Suárez, quien volvió a poner encima de la mesa que se podía utilizar el Es-Alert aunque no sabe, de nuevo, si dijo la palabra. También Polo, aseguró, habló de la necesidad de mandar un mensaje a la población. Eso fue a las 17:45. 

En ese punto, señaló que tiene notas manuscritas de ese día en las que consta que planteó un mensaje muy básico que decía: "Ante la evolución situación se recomienda que accedan a zonas altas y permanezcan atentos". 

Cabe recordar que el envío de la alerta no llevaba el aviso de subir a pisos ni zonas altas, sino únicamente el de evitar desplazamientos. Algo que se produjo por el debate que suscitó todo lo concerniente al Es-Alert. 

Alarmismo y aviso a alcaldes

El primero fue el del alarmismo. Suárez aseguró que cuando propone el mensaje tanto para Utiel como para Forata (es decir, para la zona del río Magro), Basset opinó que "tenían que tener cuidado con generar alarmismo" y que quería que los expertos validaran el contenido del mensaje. 

Eso tuvo lugar sobre las 18:00 o las 18:05, de acuerdo con el subdirector de Emergencias. Y ahí, dijo, es cuando la ex consellera Salomé Pradas indicó que debían pensar las diferentes opciones y se cortó el Cecopi telemáticamente (vídeo y audio, aunque se mantuvo la videoconferencia), que se volvió a reconectar sobre las 19:00. 

Simultáneamente, Suárez dijo que iba a empezar a preparar el aviso y que le ordenó a Juan Ramón Cuevas (jefe de la Unidad de Análisis) que se pusiera en marcha. Todos, afirmó, estaban centrados en el impacto por la presa de Forata y empezaron a intentar contactar con alcaldes de la zona.  

Cecopi celebrado la tarde de la dana. EE

Cecopi celebrado la tarde de la dana. EE

El subdirector de Emergencias, incidió, no tuvo "ningún apoyo" de los que estaban en el Cecopi para ese mensaje y "nadie dijo nada" excepto el señor Basset, "que dijo que no le gustaba". 

En todo caso, el metadato del word sobre el primer borrador de mensaje fue a las 18:15. Posteriormente, a las 19:05, ya había un mensaje subido a la plataforma. 

Tras dar estas órdenes sobre la alerta en la desconexión del Cecopi, volvió a la sala de esa reunión, donde estaba en marcha el segundo debate.

Pradas, Emilio Argüeso (ex número dos de Emergencias), Vicente Mompó (presidente de la Diputación de Valencia) y Alberto Martín Moratilla (director general de Emergencias) "no veían mandar el mensaje sin avisar antes a los alcaldes"

En anteriores ocasiones, dijeron, habían tenido tensiones con los Ayuntamientos en un episodio de incendios durante el mandato de Vox en la Generalitat y no querían que se repitiera. 

El debate jurídico y lingüístico

A las 19:00 o 19 y pico se inició la segunda sesión del Cecopi y entonces se puso encima de la mesa el tercer debate: el jurídico. El primer borrador del mensaje -a diferencia del que se apuntó Suárez en sus notas al inicio del Cecopi- contenía la orden de permanecer en domicilios pero no de subir a zonas altas. Pradas creía que esa redacción podía generar problemas al interpretarse como un confinamiento. 

La ex consellera trató de hacer consultas jurídicas sobre el mensaje -coincide con algunas llamadas al equipo de Presidencia- y, cuando volvió a la sala, en torno a las 19:30, Suárez explicó que ya no estaban "hablando solo de Forata, sino de una situación generalizada en la provincia" de carreteras inundadas y problemas con los puentes. 

"Ahí cambia el objetivo del mensaje, que ya no debe constreñirse a Valencia", apuntó. De manera que se cambió de nuevo el texto de la alerta -"evitar cualquier desplazamiento"- y se amplió al ámbito provincial a Valencia.

Ya entonces Pradas dio el visto bueno. Serían las 19:45. La consellera, comentó Suárez, insistió en que estuvieran todos de acuerdo en el Cecopi. 

A continuación, comenzó otro debate y fue el de la lengua (castellano, valenciano, inglés...). En cuanto al valenciano, Pradas -junto a Vicente Mompó- "hizo cambiar cosas por tema lingüístico, acentos y demás". Entre ellas, quitar el acento de "València", cambiar "tipus" por "tipo" y "aquest" por "este". 

Después de todo ello, se mandó finalmente el primer Es-Alert de las 20:11, cuando ya había multitud de fallecidos. A diferencia de este, el segundo, de las 20:57, sí ordenaba subir a pisos altos. 

Señala a Pradas y Basset

Tras este relato, Suárez fue cuestionado sobre si ese retraso se debió a cuestiones "técnicas o políticas". "Los técnicos lo teníamos claro", zanjó. 

Pero, añadió, no tienen "la capacidad de darle a un botón y enviar". "Las medidas de protección a la población corresponden a la dirección del plan o al Mando Operativo de Bomberos", dijo en referencia a Pradas y Basset. 

La consellera, aclaró, era "quien lideraba la gestión de la emergencia" y la que "decidía". "En todo momento indicó que quería ver el mensaje", aseguró. 

El subdirector de Emergencias también fue preguntado por la información que llegaba aquel día al Cecopi para la toma de decisiones

Según explicó, en ningún momento se alertó del desbordamiento del barranco del Poyo, aquel que ocasionó la gran parte de las muertes. 

Suárez comentó que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no habló de barrancos. "Ni siquiera a las 19 horas cuando supimos lo de Massanasa o Paiporta/Picanya. Se hablaba de municipios, no de cauces ni barrancos. No se dijo 'la rambla del Poyo está desbordándose', se decía dónde había desbordes", destacó. 

Del famoso correo de la CHJ de las 18.43 -el que avisaba de la brutal subida del caudal del Poyo- "ni tuvimos llamada ni aviso ni nada", apuntó Suárez. 

Cuestionado por si dados los escasos datos de pluviometría de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la ausencia de información CHJ no podían valorar situación real, detalló que en el Cecopi la Aemet no aportó datos de pluviometría. 

"Llegaban de la CHJ, pero si no los analizaban era una información limitada. Aemet nos aporta solo evolución del fenómeno y superación de avisos", consideró. 

De acuerdo con Suárez, el presidente del organismo estatal, Miguel Polo, se centró a lo largo de toda la reunión en la presa de Forata "y luego cuando fue generalizado en algún momento intervino en incidir en el ámbito provincial del mensaje". 

¿Y quién tenía que analizar los datos para valorar el riesgo? Aunque en ciertos momentos se mostró ambiguo sobre este asunto -algunas acusaciones apuntaron a la responsabilidad de Juan Ramón Cuevas, jefe de la Unidad de Análisis y el cual tendrá que volver a declarar próximamente-, Suárez acabó afirmando que "el análisis hidrológico corresponde a la CHJ" y "solo" les viene de ahí. 

"La vulnerabilidad depende del cauce, y de eso nosotros no tenemos esos conocimientos", argumentó. 

El último dato que les llegó del Poyo fue a las 16:13 con descenso de caudal y hasta las 18:43 no tuvieron nada más, recordó.

Cuestionado sobre qué podrían haber hecho si hubieran tenido información, señaló que se habrían adelantado y "no solo ver Forata en el Cecopi". "Se habrían tomado más medidas", comentó. 

SAIH y bomberos

Suárez comentó que Emergencias no consultó la web del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) porque es información general a la población pero no debe ser interpretada. "Nuestra relación con la CHJ es siempre a través correos o llamadas, no es con el SAIH", insistió. 

En cuanto a la vigilancia de los barrancos, indicó que enviaron a los bomberos porque tienen "conocimiento de hidrografía y barrancos" y saben "puentes críticos por la experiencia en otras situaciones similares".

Los puntos de vigilancia, dijo, se eligieron por las precipitaciones y no pusieron horizonte temporal al trabajo de los bomberos. Cuando los bomberos se retiraron, aseguró al igual que testigos anteriores, no se informó a Emergencias.

Suárez remarcó que no era conocedor del volumen de llamadas del 112 (las 18.000 recibidas). La Sala de emergencias, detalló, recibió información del 112 sobre casos de rescates y de desbordamientos "y no fue capaz de analizar todos los casos".

Todo ello, admitió, no llegó al Cecopi. Nadie preguntó ni se interesó, agregó. Una abogada le preguntó si en el Cecopi había miembros que pudiera facilitar información. El subdirector de Emergencias respondió que no dijeron nada y que "estaban colapsados", algo que ha "sabido luego".