Pérez Llorca junto a Carlos Mazón saluda al portavoz de Vox, José María Llanos. José Cuéllar / Corts

Pérez Llorca junto a Carlos Mazón saluda al portavoz de Vox, José María Llanos. José Cuéllar / Corts

Valencia

Pérez Llorca promete una etapa alejada "de la descalificación, el fango y el insulto" tras ser elegido sin más cesiones a Vox

El investido presidente de la Generalitat pide perdón a las víctimas, equilibra entre concesiones y diferencias con Vox y marca distancias con Mazón. 

Más información: Pérez Llorca pide perdón a las víctimas de la dana: "Lo haré en nombre de la Generalitat si soy presidente"

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Les Corts Valencianes eligieron este jueves en primera votación a Juanfran Pérez Llorca como nuevo presidente de la Generalitat en sustitución de Carlos Mazón con los apoyos de PP y Vox y el rechazo de PSPV y Compromís.

El pleno de investidura estuvo marcado por tres mensajes: el inicio de una nueva etapa en la que, aseguró, pretende dejar de lado la crispación; unas importantes cesiones a Vox que fueron en la línea de las que ya realizó Mazón, sin resultar demasiado novedosas; y unos gestos -pidió perdón a las víctimas de la dana- con los que marcó distancias con su antecesor, a quien no mencionó en ninguna de sus intervenciones.

Pérez Llorca transmitió que quiere que su paso por la Generalitat rebaje la "confrontación" y la "política del fango, del insulto y de la descalificación". "No voy a entrar en nada de eso, no solo hoy, sino en todo lo que queda de legislatura", repitió a lo largo de toda la sesión plenaria.

La jornada arrancó pocos minutos después de las 11:00 de la mañana. La ausencia de Mazón en el debate era uno de los principales temas de conversación en los corrillos de los pasillos. Acudió tan solo a la votación, poco antes de las 18:00, para no "restar protagonismo" a su sucesor.

Lo cierto es que su intención inicial sí que fue asistir al discurso de investidura para dar normalidad al relevo. Pero en los días previos el foco ha seguido sobre él y sus pasos concretos la tarde de la dana. 

El miércoles, y pasado más de un año de la tragedia, todavía seguía coleando el detalle de las horas. La salida de la periodista Maribel Vilaplana del parking al que Mazón la acompañó tras la comida en El Ventorro fue a las 19:51

Si se despidió del presidente de la Generalitat entre 10 o 15 minutos antes como declaró ante la jueza, la cronología revela que Mazón apenas estuvo unos minutos en el Palau antes de acudir al Cecopi, donde llegó con la alerta. 

En ese contexto llegaba un pleno de investidura en el que el apoyo de Vox se daba prácticamente por seguro. Las discretas negociaciones, que el propio Pérez Llorca había asumido en primera persona días atrás, fueron desde el principio por buen camino. 

Fotografía del grupo parlamentario popular tras la votación. EFE/ Kai Forsterling

Fotografía del grupo parlamentario popular tras la votación. EFE/ Kai Forsterling

Sin embargo, ante la falta de un pacto de investidura firmado entre el PP y la formación de Santiago Abascal que pusiera negro sobre blanco cuáles serían las cesiones a Vox para lograr su "sí", el sentido del voto lo marcaría finalmente el contenido del discurso del candidato y todos los guiños o compromisos que adquiriera. 

Y lo cierto es que aspirante a la Presidencia de la Generalitat Valenciana trufó su intervención de referencias a los postulados de los que fueron sus socios al inicio de la legislatura en materia de inmigración o del Pacto Verde Europeo.

Pruebas de edad a inmigrantes, "averiguar la identidad u origen de los que cometen delitos", controlar la "inmigración masiva" o "descontrolada" en aras de no "aumentar la presión" de los servicios públicos de la Comunitat Valenciana, que ya se encuentra al "límite" por hallarse "infrafinanciada" por el Estado. 

El también alcalde de Finestrat, que este viernes renunciará a la vara de mando y tomará posesión el próximo martes, asumió igualmente el discurso de Vox respecto a las políticas verdes que "impone Bruselas". Un Pacto Verde que tildó de "gran amenaza" para los agricultores, que ha traído "más burocracia" y que pone en jaque al "sector primario valenciano". 

El listado de promesas con algún sello de Vox continuó: oponerse al cierre de la central nuclear de Cofrentes, exigir al Gobierno central que ejecute las obras hidráulicas que llevan pendientes desde 2010 para encauzar el barranco del Poyo, La Saleta o el Pozalet, así como trabajar codo con codo con este partido para reconstruir el territorio que fue arrasado por la dana en octubre de 2024. 

Un discurso que, a pesar de asemejarse al que acostumbra a pronunciar Vox en el parlamento valenciano, no incorpora más cesiones de las que ya hizo el PP en la negociación de los Presupuestos de la Generalitat de 2025. Unas cuentas que, eso sí, Pérez Llorca se comprometió este jueves a ejecutar "hasta el último céntimo". 

Pero si la primera parte del discurso fue para congraciarse con el grupo del que necesitaba el voto -Santiago Abascal ya dio su beneplácito en declaraciones a los medios-, la segunda fue para diferenciarse

Así, manifestó que con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) el PP y Vox tienen "una discrepancia", porque él sí cree en la institución, frente a Vox que ha pedido mantener su recorte en un 50%.

"Sería de necios, o quedaría así como un mentiroso, si no le dijera que la creó el PP cuando estaba en el gobierno para defender el valenciano" y "protegerlo de un mal concepto que era el pancatalanismo", dijo Pérez Llorca.

"Yo sí que creo en la AVL y no creo, sinceramente, que sea un chiringuito. Yo creo que es una institución que hay que proteger. Pero también le reconozco que en todos estos últimos años ha habido una desviación, ha habido un mal entendimiento de lo que debe ser la Acadèmia Valenciana de la Llengua", expuso.

Así, abrió la puerta a "una modificación de la ley entre todos, que vuelva a darle el sentido por el que creó la Acadèmia Valenciana de la Llengua": "No se trata de recortar, yo creo que se trata, sobre todo, de ordenar".

Pérez Llorca, recién elegido en presencia de Mazón. Eduardo Manzana / EP

Pérez Llorca, recién elegido en presencia de Mazón. Eduardo Manzana / EP

Otra de las discrepancias a las que hizo referencia fue la reforma del modelo de financiación, de la que Vox se desvincula. "Si conseguimos estar todos unidos, vamos a ser más fuertes y vamos a lograr lo que le corresponde al pueblo valenciano", incidió Pérez Llorca.

El ya investido presidente de la Generalitat reconoció la imposibilidad de hacer más rebajas fiscales con la actual infrafinanciación, como pide Vox.

"Estoy de acuerdo en que deben seguir bajando, pero también debo ser realista. Tenemos una financiación por debajo de lo que nos corresponde. Todo no se va a poder hacer. Y la prioridad es la reconstrucción. Entiendo que entenderá que debe destinarse dinero para devolver la normalidad, porque tampoco el Gobierno nos ayuda", argumentó.

Pese a todo, Vox anunció su apoyo en la última intervención. Y la votación de la investidura llegó a las 18:00 horas. Pocos minutos antes, Mazón entró en el hemiciclo. Uno por uno, todos los diputados manifestaron su posición de viva voz. 

Pérez Llorca resultó elegido sin haber hecho mención alguna a su antecesor. La imagen final de la jornada fue la de Mazón observando cómo su sucesor y el portavoz de Vox, José María Llanos, se estrechaban la mano.

Todo acompañado de un mensaje a la interna en el PP que dejó el presidente de la Generalitat: "Las transiciones no son fáciles, pero hemos estado a la altura"