Miguel Polo, a su llegada al juzgado de Catarroja. EP / Rober Solsona

Miguel Polo, a su llegada al juzgado de Catarroja. EP / Rober Solsona

Valencia

Miguel Polo se justifica ante la jueza: no dio al Cecopi los datos de la crecida del Poyo porque la CHJ "se ocupa de las presas"

"En la Ley de Aguas no hay ninguna función asignada a la CHJ que tenga que ver con el seguimiento de cauces en situación de avenida", manifestó.

Más información: Polo admitió ante la jueza que no informó del Poyo en el Cecopi: "Creía que Emergencias hacía lo que tenía que hacer"

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El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, justificó con varios argumentos ante la jueza su silencio durante la tarde de la dana. Le dijo que no dio al Cecopi los datos de la crecida del Poyo porque la función de la CHJ es "ocuparse de las presas".

"El sistema automático a las 12:00 ya había enviado un mensaje y se había declarado la alerta hidrológica a las 12.20. La función de la CHJ es ocuparse de las presas. Nadie se ocupa de las presas si no es la CHJ. En la Ley de Aguas no hay ninguna función asignada a la CHJ que tenga que ver con el seguimiento de cauces en situación de avenida", señaló.

Así consta en la transcripción oficial de la declaración del dirigente como testigo ante la jueza Nuria Ruiz, instructora del caso abierto sobre la instrucción de la dana. Su declaración tuvo lugar el pasado 19 de septiembre, y este martes fue remitida a las partes el texto completo con sus respuestas en un documento de 60 páginas.

Este argumento ofrecido por Polo no había trascendido hasta la fecha. El presidente de la CHJ insistió en que las funciones de la Confederación "están claramente puestas". Dijo que se centra en las presas "por una razón". "Porque es una información que no llega al Cecopi de otra manera, mientras el resto de la información llega por otras vías", según subrayó.

"Yo no podía dudar de que Emergencias, que tiene las mismas herramientas que yo, más las que tienen ellos, no estaba haciendo lo que tenía que hacer", remarcó en referencia al control de los caudales por parte de la Generalitat.

Polo expuso, largo y tendido, la obligación de la CHJ de controlar las presas. Hasta el punto que admitió ante la magistrada que no informó personalmente de nada relacionado con el barranco del Poyo en el Cecopi que se celebró aquella tarde.

Fue esta rambla la que causó la mayoría de los fallecimientos. Pero la CHJ se centró, según reconoció Polo, únicamente en la presa de Forata, ubicada en el río Magro, que corrió riesgo de colapso por la gran avenida de agua.

Este hecho, el de la falta de información por parte de la CHJ, ha sido usado como argumento por parte de la Generalitat para defender que no pudo tomar ninguna medida a tiempo para proteger a la población.

La jueza, sin embargo, considera "tardía y errónea" la alerta de la Generalitat a las 20:11 horas, que, en efecto, se emitió única y exclusivamente por el potencial riesgo de Forata cuando ya había muertos. El grueso, en la cuenca del Poyo.

"Interrumpió"

Cuando se inició el Cecopi a las 17:00, explicó Polo, este estaba centrado en las inundaciones de Utiel, motivo por el que se convocó. Sin embargo, él (conectado de manera telemática) "interrumpió las conversaciones" para advertir de Forata.

Fue en ese contexto en el que, según aseguró, pidió enviar una alerta a la población antes de las 18:00 horas pidiendo que subieran a zonas altas. Conocía ese mecanismo -el del Es-Alert- porque se lo explicó en su momento el que fuera responsable de Emergencias del anterior Gobierno, José María Ángel.

No se envió, y se produjo entonces la famosa desconexión telemática del Cecopi entre las 18:00 y las 19:00 horas. En ese intervalo de tiempo, los representantes de la CHJ siguieron controlando Forata y la situación del resto de presas, según detalló. Eran cinco personas del comité permanente de la comisión de desembalse.

"Una presa no se puede quedar desatendida. Cada jefe de explotación está en contacto con su personal de presa, y sobre todo en el caso de la presa de Forata había un contacto permanente con los operarios de la presa, quienes también se juegan su vida. Nadie imaginamos lo que supone estar pasando por las galerías de la presa cuando están entrando 1.000 metros cúbicos por segundo (m3/s)", añadió.

En ese parón del Cecopi, comentó, también recibió algunas llamadas. Destacó la de la alcaldesa de Carlet, también por Forata. Fue ahí cuando le llegó el famoso correo de la CHJ de las 18:43 con la brutal subida del barranco del Poyo (1.686 m3/s).

Miguel Polo, a la salida del juzgado tras declarar ante la jueza. Efe / Ana Escobar

Miguel Polo, a la salida del juzgado tras declarar ante la jueza. Efe / Ana Escobar

Este correo fue el único que envió la CHJ durante la gran crecida de la tarde de la dana, a pesar de que su protocolo le exige uno de estos envíos "redundantes" siempre que el agua supere el umbral de peligro del medidor en cuestión, fijado en 150 metros cúbicos por segundo en el caso del correspondiente al barranco del Poyo en Riba-roja.

"Pasadas las 18:45 sube el jefe del servicio del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) diciendo que se ha enviado un aviso de caudal del Poyo sobre las 18:50. El aviso se manda desde la sala del SAIH a las 18:43", relató Polo.

"Es un caudal evidentemente importante, pero congruente con todo lo que estaba pasando. Si en la presa de Forata estaban entrando 2.000 m3/s, la acequia Real del Júcar es más grande que el río Magro por Utiel. Tú estás viendo esos caudales, tampoco te llega a sorprender lo que está pasando por el Poyo", afirmó.

"La razón por la que el técnico de sala mandó el mensaje es porque ve eso y dice bueno, voy a mandarlo; dando por hecho que quien tiene que estar al tanto de eso, lo sabe", defendió.

Los sensores

Polo desplegó otro argumento para desvincularse de la responsabilidad de avisar de la crecida en los cauces: desmereció la información de los sensores con los que contaba la CHJ aquel día.

"Los sensores en los barrancos no pueden ser para gestionar una emergencia, porque siempre se va a llegar tarde. No es ninguna tontería. Esos puntos de control, aunque existan otros, la información que aportan es útil de cara a la Protección Civil en una emergencia de grandes ríos", dijo.

¿Y por qué la CHJ se saltó en sus avisos aumentos de caudal? "Los umbrales no son umbrales de priorizar, en el sentido de que 150 metros cúbicos en el Poyo es un caudal que cabe perfectamente en todo el cauce del Poyo hasta la Albufera", justificó.

"De acuerdo con el plan, una de las funciones de seguimiento de los caudales en el caso de estos barrancos es saber cuándo empieza la escorrentía. Una vez se ha mandado el aviso y se ha decretado la alerta hidrológica, el seguimiento hay que hacerlo conforme diga el plan de inundaciones", continuó.

"Ellos (la Generalitat) decretaron la alerta hidrológica y el propio plan establece un sistema de seguimiento de este tipo de cuencas, donde están localizadas las escalas que se tienen que revisar por parte de quien correspondan", apuntó.

En este sentido, Polo realizó un análisis de que los 1.600m3/s es "un caudal de desbordamiento claro del barranco del Poyo, pero también es un caudal de desbordamiento del Magro 2.000 metros cúbicos por segundo. La gravedad de los 1.600 no son los 1.600, es que a esa misma hora ya hay 2.000 por Horteta y 1.000 por el Gallego".

"Todo eso se junta y ocurre lo que ya sabemos. Si solo hubiera habido 1.600 en el barranco del Poyo no hubiera pasado prácticamente nada de lo que vimos", destacó.

La alerta

El presidente de la CHJ evidenció que le restó gravedad al dato del Poyo porque a las 18:43 "no tenía información del resto de barrancos o rambletas".

"Viendo el SAIH, la CHJ tiene un pluviómetro en Chiva, un pluviómetro en Ribarroja y un sensor de nivel en Ribarroja. No tiene más datos del SAIH. No tiene idea de lo que está lloviendo en Turís, por ejemplo, que es donde se registró el máximo. No tienen otro dato de la cuenca del Poyo", declaró.

En cualquier caso, aseguró que su preocupación para ampliar la zona de envío de la alerta cuando el Cecopi se reconectó a las 19.00 fue "por esa información que traslada el SAIH". "Se añadió L'Horta Sud a raíz de esa información que nos llegó del Poyo", afirmó, pese a que no habló del Poyo en el Cecopi.

Pese a todo ello y a la información con la que contaba, Polo reconoció que no esperaba lo que sucedió.

"Para todos ahora es muy fácil ponernos a juzgar qué información había en ese momento y qué había que haber hecho y qué no. Pero con la información que tenía en el momento en que la tenía, no fui capaz de prever, como nadie fue capaz de prever, la magnitud de lo sucedido.

Una cosa son 1.600 en el aforo de Ribarroja, y otra cosa es esos 1.600 más 2.000 de Horteta, más otros barrancos de la cuenca del Poyo, más no sé cuántos miles de la cuenca del Gallego, y los 1.600 del Poyo acabaron siendo el doble.