Miguel Polo rompió este viernes su silencio de los últimos casi once meses para justificar la falta de información de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el día de la dana.
Aunque hubiera ofrecido verbalmente los datos que tenían, dijo, "no eran relevantes" por sí mismos y "ya no se podía reaccionar".
Aquel día, afirmó, la CHJ fue consciente "tarde, bien metida la noche" de lo que había pasado en el Poyo.
El presidente del organismo estatal declaró como testigo ante la jueza durante más de ocho horas en los juzgados de Catarroja, a los que llegó pasadas las 9.00 de la mañana entre protestas de algunos familiares de víctimas.
La declaración de Polo sirvió para conocer el recorrido de la información de la jornada del 29 de octubre y el papel de la CHJ. Su comparecencia se centró, sobre todo, en apuntar a la responsabilidad de la Generalitat y en eludir la del organismo de cuenca.
Polo era miembro del Cecopi convocado a las 17.00 por parte de la exconsellera Salomé Pradas. Tardío para la jueza. En ese momento la situación ya era catastrófica en muchas zonas y a partir de esa hora comenzó a haber fallecidos.
Personas concentradas a las puertas de los juzgados. Rober Solsona / EP
El interrogatorio de la Fiscalía sobre el 'apagón informativo' de la Confederación durante esa tarde fue especialmente exhaustivo, según fuentes conocedoras de la declaración.
Le preguntó por qué no enviaron correos entre las 16.13 y las 18.43 horas a pesar de que se superaban los umbrales en los que la CHJ tenía la obligación de avisar por esa vía.
Con ello se refería al famoso mail mandado por la brutal subida del caudal del Poyo: el de que ya alcanzaba los 1.686 m3/s.
También le cuestionó la Fiscalía sobre por qué no facilitó información alguna del barranco del Poyo (aquel que ocasionó la mayor parte de las muertes).
Polo adoptó una actitud defensiva. Respondió que los umbrales del Poyo no funcionan como los de otros barrancos y que el de los 150 litros "cabe perfectamente en el cauce".
Sin "capacidad de reaccionar"
En todo caso, aseguró que, cuando se envió esa información, y pese a que la tendrían que haber ofrecido en el Cecopi, "ya no había capacidad de reaccionar a partir de esos datos".
El presidente de la CHJ insistió en que el Plan de Emergencias le otorga a la Generalitat todo el seguimiento de cauces y que no era competencia de la Confederación.
"Los correos esos eran redundantes, la información estaba de manera automática, el seguimiento de los caudales se debía hacer por parte de la Generalitat", reiteró en diversas ocasiones.
Algo que choca con lo declarado por otros testigos y que evidencia la batalla de relatos en esta causa.
Por ejemplo, los cinco técnicos de Emergencias que remarcaron que la CHJ sí tenía la obligación de avisar del riesgo del Poyo en el Cecopi, de interpretar los datos que manejaban en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) y de trabajar con previsiones.
Se enteró a las 18.45
Sin embargo, Polo reconoció ante la jueza que le avisaron a las 18.45 horas de la subida del barranco del Poyo.
"Subió el jefe del SAIH y nos avisó de que se había enviado un aviso de caudal del Poyo. El aviso se mandó a las 18.43 y subiría al poco, 18.45-18.50", expuso.
Polo, este viernes en los juzgados de Catarroja. Rober Solsona / EP
"Es un caudal importante, pero es un caudal congruente con lo que estaba pasando en todos lados. Tampoco te llega a sorprender lo que está pasando en el Poyo", afirmó.
A aquella hora, Polo se encontraba esperando que volviera la conexión del Cecopi, que se desconectó telemáticamente entre las 18.00 y las 19.00.
A la vuelta, no precisó que avisara del caudal del Poyo. "¿Por qué, viendo que se superaban los umbrales, dice que eso no era relevante?", le preguntó una de las acusaciones.
"Daba por hecho que Emergencias estaba al tanto de lo que estaba pasando. Estaba todo colapsado. Emergencias tenía mucha información. Las llamadas del 112 así lo reflejan", argumentó.
"¿A quién quiere que avise?"
El presidente de la CHJ restó en diversas ocasiones importancia al correo de las 18.43, del que no avisó a nadie porque se mandó a todos los organismos que correspondían.
"Si es una información que se ha mandado por el cauce habitual a todos, ¿a quién quiere que avise? Además, deberían haber tomado ya medidas antes", añadió.
"¿Algo de tanta gravedad no lo transmite verbal o telefónicamente a nadie?", le insistieron las acusaciones.
"1.600 m3 no es tan grave, es de desbordamiento de la rambla del Poyo. Pero también lo eran los del Magro. La gravedad de los 1.600 es que ya hay 2.000 en Horteta y otros 1.000 en el Gallego. Y todo eso se junta. Si solo hubieran sido los del Poyo no hubiera pasado nada", argumentó.
Polo explicó que en el SAIH no hay visión global sobre lo que ocurre en todos los barrancos o rambletas y que él no tenía toda esa información.
"El SAIH no es el Show de Truman, es una información complementaria. La información se debe contrastar".
No sabía la magnitud
El abogado del ex número dos de Emergencias Emilio Argüeso -investigado junto a Pradas- le preguntó sobre si en la mañana 29 octubre había información en la CHJ que pudiera prever el desastre del Poyo.
"Existía información e indicios, pero eso no quiere decir que yo los tuviera a primera hora de la mañana. Y como no me correspondía hacer análisis ni se me pidió... no", apuntó.
El presidente de la CHJ, este viernes por la mañana. Rober Solsona / EP
"Pero había información suficiente para tejer y casar la información meteorológica con mapas para hacer una planificación", matizó.
Mencionó así la predicción meteorológica, los avisos rojos y la relación de todo ello con las zonas inundables sistema nacional de cartografía. Eso, comentó, está en el Plan Especial de Inundaciones.
Aún así, admitió que no se imaginaba la magnitud de lo que sucedió.
Pisos altos y Forata
De la declaración de Polo existieron otros puntos importantes. Uno fue el relacionado con la alerta y con Forata.
Confirmó, la igual que investigados y testigos, que todos los ojos del Cecopi estaba en Forata. Antes de las 18.00 horas, él avisó del riesgo de la presa y ya sugirió enviar "un mensaje a la población", según afirmó.
En él opinó que había que incluir la orden de subir a pisos altos. Entonces, relató, empezó a haber "un debate sobre esta situación" por parte de Emergencias y de Pradas.
La exconsellera, comentó, preguntaba por qué se declaraba la emergencia, qué era eso. Ellos, remarcó, "no daban crédito".
"Vemos que no se están tomando decisiones", indicó, mientras el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, le decía a Pradas que la ley le amparaba para tomar cualquier medida ante sus dudas.
Polo seguía insistiendo en el mensaje a la población de los municipios de Real y Montroi, los que podían verse afectados por Forata.
En ese momento se produjo la desconexión telemática del Cecopi hasta las 19.00 horas. Cuando volvieron, narró, se dieron cuenta de que no habían enviado el mensaje y entonces dieron un grito recriminando este hecho.
Ahí les comunicaron entonces que iban a mandar uno a toda la provincia y otro a la comarca de La Ribera Alta y la Hoya de Buñol.
El jefe del SAIH, según Polo, pidió añadir l'Horta Sud debido a que ya habían registrado la crecida del Poyo. Al rato les sonó a todos el Es-Alert de las 20.11. En él no se incluía la orden de resguardarse en pisos altos.
Cabe recordar que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, sostuvo que fue ella la que pidió ampliar las poblaciones después de que la llamara la alcaldesa de Paiporta para contarle de que el Poyo se había desbordado en su municipio.
Rotura
Polo negó que hablara de rotura o de colapso de la presa de Forata como sí aseguraron en sede judicial otros testigos como Bernabé, el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, o el responsable de la Aemet José Ángel Núñez.
El presidente de la CHJ trasladó que hablaba de la "incertidumbre de qué pasaría con la coronación". Y que la insistencia sobre este riesgo era el trabajo de la Confederación.
¿Por qué con el Poyo no? Porque, y de acuerdo con lo que el organismo estatal ha trasladado hasta la fecha, la presa y el control del plan de emergencia de ella dependía de la CHJ. No así el de los caudales, que depende de la Generalitat.
Llegada de Mazón
Polo también comentó que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se incorporó al Cecopi tras el envío de la alerta -aunque no puso precisar el momento- y que ya entrada la noche "llevaba las riendas" de la reunión. "Dirigía y daba la palabra", apuntó.
