Valencia
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Hasta cinco técnicos de Emergencias de la Generalitat han coincidido, a lo largo de sus declaraciones ante la jueza de la dana, en que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) tenía la obligación de avisar del riesgo que suponía la progresiva subida de caudal en el barranco del Poyo.

Durante las últimas semanas han comparecido en el juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja varios testigos que se ubicaban en la sala de control del Centro de Coordinación de Emergencias.

Se trata de personas que ocupaban diversos puestos y cuyo superior jerárquico es el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez

Sus testimonios han aportado diversas novedades sobre qué ocurrió la tarde de la dana en el edificio de l'Eliana. Y, específicamente, en el espacio en el que desarrollaron su actividad, que se encontraba a pocos metros de la sala en la que se celebró el Cecopi desde las 17.00 horas. 

Estos técnicos han coincidido básicamente en dos grandes aspectos: de un lado, en que la entonces consellera de Interior Salomé Pradas ostentaba el mando único de la emergencia y sobre ella recaían todas las decisiones al ser la directora del plan.

De otro, que la CHJ tenía la oligación, no sólo de aportar la información, sino de interpretar los datos en el Cecopi

En este punto cabe recordar algunos aspectos. Por el momento, sólo hay dos investigados en la causa (Pradas y el exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso). La jueza no considera reprochable penalmente la actuación de la CHJ ni de su presidente, Miguel Polo

La cadena del correo

La magistrada cree que la Generalitat tenía sobrada información la tarde la dana para tomar las medidas de protección a la población -desde la de la Confederación, con los datos actualizados del SAIH, hasta las llamadas del 112 con rescates e inundaciones-.

La Audiencia de Valencia ha avalado recientemente estas tesis al analizar los recursos de los primeros autos de la instructora. Aun así, deja la puerta abierta a nuevas consideraciones en función del desarrollo de la investigación.

Uno de los interrogantes que ya se va cerrando con las comparecencias en sede judicial es qué cadena de comunicación siguió el famoso correo de la CHJ de las 18.43Era aquel que alertaba sobre la brutal subida del barranco del Poyo, que ocasionó la mayor parte de las muertes. 

En el citado mail automático se hacía constar que el caudal ya alcanzaba los 1.686 m3/s. Pero hasta entonces, la subida -lógicamente- fue progresiva y no hubo correos previos sobre esa tendencia. Se iba actualizando el SAIH. 

Imagen de una reunión del Cecopi tras la dana. Jorge Gil / Europa Press

El de las 18.43 llegó a la Sala de Emergencias y, de acuerdo con los técnicos, se anotó en el Coordcom (el sistema que integra todas las comunicaciones internas de Emergencias en la Generalitat). 

Esa fue la vía -además del propio envío original del correo- de que el Cecopi lo tuviera. Pero nadie ha comentado por ahora que lo trasladara allí. 

El motivo al que aluden todos estos testigos es que la CHJ estaba allí presente y dieron por hecho que se encargarían de alertar

En el momento de llegada del mail, el Cecopi se encontraba desconectado de manera telemática (así permaneció entre las 18.00 y las 19.00 aproximadamente).

A la espera de próximas explicaciones ante la jueza, no parece que hubiera ningún cruce de llamadas al respecto del correo, pues la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, reconoció que se enteró del desbordamiento del Poyo por una conversación con la alcaldesa de Paiporta a las 19.05

Sin embargo, los técnicos apuntan a las competencias que la CHJ tenía el día de la dana. Aquella tarde, todos los ojos estaban en la presa de Forata, cuyo colapso habría provocado una catástrofe muy superior. 

 Jefe de la Unidad de Análisis y Seguimiento de Emergencias

Este testigo declaró que recibieron el correo en la Sala y que a él le pasaron la información. Lo pusieron en el CoordCom porque les resultaba sorprendente que tuviera un caudal tan elevado, no lo entendían y no les parecía "normal". 

No lo trasladó al Cecopi porque sus miembros tenían esta información debido a que "el comité permanente de la CHJ estaba allí y había 4 ó 5 personas" del organismo estatal. Entendía que eran ellos "los debían dar explicaciones de qué ocurría en la rambla del Poyo". Era, dijo, "una cosa lógica".

Esperaron a que desde el Cecopi les dieran la orden para transmitirlo a municipios que pudieran estar afectados por la rambla del Poyo, pero las indicaciones que recibieron fueron sobre el Es-Alert que se mandó por Forata cuando ya se había decidido que fuera a toda la provincia. 

"Hay un comité permanente de la CHJ que tiene la obligación de dar la información y la explicación de las consecuencias de ese caudal. La obligación del análisis de los caudales pertenece a la CHJ. Las competencias son de la ella, no se asumen por la Generailtat cuando hay declarada la situación 2 de emergencia", afirmó.

Imagen del municipio de Paiporta tras la dana. Rober Solsona / Europa Press

De acuerdo con este técnico, los riesgos que implican los metros cúbicos "los determina la Confederación". Por ejemplo, recordó, la del Segura ha desarrollado un sistema de aforos en el que no solo informan de los m3 que transcurren sino que aplican el sistema del semáforo en el que el nivel amarillo es observación, el nivel naranja el más alto y el nivel rojo aquel en el que es probable que se produzca un desbordamiento".

El jefe de la unidad de Análisis expuso que la información que proporciona el SAIH se debe interpretar por un técnico de la CHJ: "En la web lo pone claramente que lo tienen que hacer". Esa información, indicó, les llegaba por email con la cantidad de m3. Lo único que les dicen es si ascendente o descendente, pero nada más.

"Estas personas en el Cecopi deberían hablar un poquito de la letra pequeña. Los barrancos aguas abajo del Poyo no tienen ningún registro de caudal. No existe ningún automatismo que permita saber qué cantidad de agua discurre por esos cauces", señaló. 

Jefe de Servicio de Planificación dentro de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (Avsre).

El testigo comentó que el seguimiento en preemergencia y en emergencia lo hacen principalmente los ayuntamientos y la CHJ, "que es la que tiene la red de sensores y la información y, sobre todo, el conocimiento de las cuencas".

El organismo, apuntó, "tiene una obligación" porque el plan estatal de inundaciones -que se aplica al igual que el autonómico en una situación como la de la dana- "hace mucho hincapié" en su papel de seguimiento de las alertas hidrológicas.

El seguimiento, concretó, consiste en informar sobre la tendencia y sobre una previsión de evaluación. En el plan estatal, mencionó, se habla de que se debe disponer de protocolos de alerta hidrológica que aprueba la Dirección General del Agua. 

"Una cosa es que llueva y otra cosa es que el río lleve agua. ¿Cuánta agua lleva? ¿Qué peligrosidad tiene? Porque a ti te dicen: el río lleva 20 metros cúbicos. ¿Eso es mucho o eso es poco? ¿Qué tendencia, qué evolución? Eso solamente lo puede analizar la CHJ", aclaró. 

A ello se añade que todo ello tiene que constar en el protocolo de comunicación de las alertas hidrológicas, según este técnico. 

"Esa reinterpretación de cuánta agua puede llevar un río y que puede darte una tendencia de evolución sobre si eso es peligroso o si no es peligroso solamente lo sabe hacer el organismo que tiene competencias en el dominio público hidrológico y el que conoce los ríos", remarcó.

Coordinadora de recursos y protección civil en Emergencias y jefa de servicio de riesgos tecnológicos

Ha sido una de las últimas testigos en desfilar. Fue la persona que abrió el correo de la CHJ en la Sala de Emergencias.

Cuando lo abrió vio "que era una cantidad alta", pero no supo interpretarlo: "No vi ninguna frase que me alertase, no había una bandera roja. Además, yo no tenía que valorar ese dato", afirmó

"Cuando lo vi lo comuniqué y lo leí en voz alta para que los compañeros presentes en la Sala conocieran el contenido. Recuerdo que el caudal excedía de los 1.500 m/3, que la tendencia era ascendente. Se lo trasladé al técnico de la Sala".

El citado técnico ya compareció en su momento ante la jueza y argumentó que no comunicaron nada porque en el Cecopi estaba conectado el presidente de la Confederación, Miguel Polo, y dieron por hecho que la información la estaría trasladando él

"A posteriori he visto otros correos redactados por la CHJ y eran copiaspegas, lo único que cambiaba era el umbral. El contenido era básicamente la localización, cuantificación numérica, régimen ascendente y que había seguimiento por parte de la CHJ. Lo único que cambiaba era la cuantía", destacó la testigo.

Mensaje de alerta de protección civil. Alejandro Martínez / Europa Press

Igualmente, expuso que las valoraciones de los riesgos "quien mejor puede hacerlo son la Aemet y la CHJ". 

"En el Cecopi hay un Comité de Dirección, con un representante de la Delegación del Gobierno, y luego hay un Comité Asesor, que asesora al de Dirección. Y hay un grupo de seguimiento de riesgos", detalló. 

"En su ámbito competencial, cada agencia valora y hace sus propuestas al Comité de Dirección. Lo importante es la información que los órganos difusores aportan en el Cecopi", agregó. 

Una de las acusaciones preguntó si "la información, si no se valora en la gravedad y consecuencias, son solo datos" y "si no se valora y en el Cecopi no se dice la gravedad, las decisiones no son acertadas".

Ella respondió: "Claro, los especialistas son los que pueden asesorar a la dirección".

 Técnico facultativo en coordinación del servicio de Emergencias

El testigo sostuvo que cuando se recibió el correo del sistema SAIH alertando del caudal del barranco del Poyo ya no había margen de maniobra y que cualquier actuación de Protección Civil era imposible en ese momento.

Al igual que los anteriores, apuntó que el sistema SAIH emite correos que no son interpretables por Protección Civil y que debía ser la CHJ la encargada de comunicar esa información al Cecopi

Técnico de protección civil e ingeniero de obras hidráulicas.

Explicó que supieron del mail de la CHJ, pero no lo trasladaron al Cecopi porque allí estaba conectado el presidente de la Confederación, Miguel Polo, dieron por hecho que la información la estaría comunicando él.