Mazón y Merino junto a proveedores de la Generalitat. EE

Mazón y Merino junto a proveedores de la Generalitat. EE

Valencia

Mazón se enfrentará a impagos por 1.767 M€ a proveedores de sanidad o farmacia si Sánchez sigue negándole el extra FLA

La deuda comercial aumenta en 300 millones en un mes y afecta también a limpieza, transportes, construcción, residencias o centros de formación.

Más información: Los proveedores de la Generalitat exigen a Sánchez el FLA extraordinario para cobrar 1.455 millones que se les adeuda

Valencia
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La Generalitat Valenciana acumula ya una deuda comercial con sus proveedores de 1.767 millones de euros. Una situación de impagos que afecta a distintos sectores, especialmente del ámbito sanitario y farmacéutico.

El Gobierno valenciano viene advirtiendo ya desde hace semanas de la delicada situación en la que se encuentra debido a que tiene la tesorería bajo mínimos y señala como responsable al Ejecutivo central por no haber aprobado todavía el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario.

Un mecanismo dedicado a atender el exceso de déficit del año anterior que permitiría contar a la autonomía con 2.495 millones de euros, que es el déficit con el que cerró el ejercicio pasado, y que de momento no llega a la Comunitat.

El retraso ha provocado reacciones por parte del Consell de Carlos Mazón de todo tipo: desde declaraciones institucionales, hasta la convocatoria de los representantes de los sectores que prestan servicios a la administración autonómica para exigir conjuntamente el extra FLA, o intentar convocar la Plataforma por una Financiación Justa para reivindicarlo.

Sin embargo, por el momento el Gobierno sigue sin dar ningún paso en un sentido u otro que permita a la Generalitat salir de la "asfixia" financiera que ha denunciado que sufre la autonomía. Y la deuda con proveedores no hace más que crecer.

A fecha 31 de marzo, la deuda comercial alcanzaba los 1.456 millones de euros. Y, apenas un mes después, la cuantía ha alcanzado los 1.767 millones. Un total de 311 millones más.

Del montante global, 1.280 millones corresponden a deuda comercial, de los cuales el 83% son gastos sanitarios, el 5% en Servicios Sociales y otro 5% en Educación. A ellos se suman otros 487 millones de facturas contabilizadas pero pendientes de pago por falta de liquidez.

Sectores afectados

Los retrasos en los pagos a empresas proveedoras de la Generalitat afecta principalmente a las de suministros de productos y servicios sanitarios, así como farmacia hospitalaria. Pero aunque sean las más damnificadas, no son las únicas.

Los impagos arrastran también a las que prestan servicios de mantenimiento, limpieza y seguridad; obra civil y construcción; servicios de transporte y conciertos de residencias, así como academias y centros de formación.

La consellera de Hacienda, Ruth Merino, junto al vicepresidente para la Recuperación, Gan Pampols. José Cuéllar / Corts

La consellera de Hacienda, Ruth Merino, junto al vicepresidente para la Recuperación, Gan Pampols. José Cuéllar / Corts

Todas ellas "están sufriendo las consecuencias de la asfixia financiera a la que el Gobierno de Pedro Sánchez continúa sometiendo a los valencianos, en el peor momento de su historia reciente", advierten desde el Consell.

La foto fija del encuentro pone de manifiesto la dimensión del dilema que se encuentra ahora mismo sobre la mesa del Gobierno valenciano: los proveedores quieren cobrar. Pero la Generalitat no tiene dinero.

Una situación que se agrava aún más por el escenario de reconstrucción en el que está inmersa la Comunitat tras la dana del pasado 29 de octubre.

Los ayuntamientos, la Diputación de Valencia y la Generalitat se afanan por acometer las obras necesarias para devolver la normalidad a los municipios que fueron arrasados con la riada. Actuaciones que, en el caso de las que corren a cargo de la autonomía, no se han pagado.

"Las obras en las zonas devastadas han sido sufragadas por las cajas de las empresas y no hemos cobrado. Nuestras familias necesitan comer", señaló en su día José Luis Santa Isabel, presidente de la Federación de Contratistas de Obras de la Administración de la Comunitat Valenciana (Fecoval).

"El presidente dijo que si queríamos algo, que lo pidiéramos. Si lo que necesitamos es el FLA extraordinario, que se apruebe con urgencia, porque esta comunidad no es de nadie, sino de todos. No es de un color ni de otro, es de las personas que la habitamos", advirtió.

Mientras tanto, en el Gobierno valenciano preocupa el pago de nóminas del próximo mes y se fijan el 15 de junio como fecha trascendental. Si el extra FLA no llega antes de esa fecha, cientos de empresas ya se quedarán sin cobrar el último día de mes, según la consellera de Hacienda, Ruth Merino.

Lo cierto es que habitualmente, el Gobierno suele pagar el 75% del FLA extraordinario en julio, por lo que todavía queda margen para que se abone.

Pero en el Gobierno valenciano preocupa que el Ejecutivo no incluyó este habitual mecanismo de liquidez en la planificación de la financiación autonómica de 2025. Un hecho que ya de por sí fue insólito, porque era la "primera vez que ocurría en 12 años".

Las entregas a cuenta

Al retraso con el Fondo de Liquidez Autonómico extraordinario se suma la falta de actualización de las entregas a cuenta de la financiación autonómica, lo que agrava todavía más la situación financiera de la Comunitat.

Las autonomías reciben mes a mes una doceava parte del dinero que les corresponde del sistema de financiación, procedente de la recaudación de impuestos que realiza la Agencia Tributaria.

Pero la cuantía no ha sufrido ninguna actualización este año y los territorios están percibiendo en 2025 los mismos fondos que en 2023 al haberse prorrogado los Presupuestos Generales del Estado porque no hay un nuevo proyecto de ley.

Por cada mes que pasa, la Generalitat ingresa 165 millones de euros menos de lo que debería en caso de haberse actualizado. Lo que supone que la Comunitat haya percibido en torno a los 990 millones de euros menos hasta el mes de junio.

De esta manera, la deuda que ya acumula el Gobierno con la Comunitat ascendería a 3.485 millones de euros en total, resultante de la suma de las entregas a cuenta y los 2.495 millones de euros del extra FLA, que es el déficit con el que cerró el ejercicio pasado.