Un hombre residente en Montserrat, un municipio de la provincia de Valencia que cuenta con cerca de 10.000 habitantes, se enfrenta a una pena de cerca de 12 años de prisión por maltratar a su pareja, matar a su mascota delante de ella, cocinarla e intentar que ella se comiera al animal, un conejo blanco.

Los malos tratos denunciados empezaron en el mes de octubre de 2021. El acusado, de nacionalidad extranjera y con antecedentes penales, y su entonces pareja se dirigieron a La Rioja, hospedándose en un hostal, y fue allí cuando una noche, sobre las 21:00 horas, se produjo una discusión entre ellos.

El supuesto agresor "no estaba de acuerdo con la ropa que quería ponerse" su pareja, "lo que motivó que éste, con intención de menoscabar la integridad física de aquella, la agrediera golpeándola en la cabeza, los brazos, las piernas y la cara con un garrote".

[Hallan sin vida a un hombre de 57 años desaparecido este sábado en un barranco de Valencia]

No obstante, no quedó constancia de que le causara lesiones al no haberse acudido la mujer a ningún centro médico. "Hechos similares ocurrieron en más de una ocasión en dicha habitación del hostal", según concluyó la Fiscalía de Valencia.

En otra ocasión, a finales del mes de noviembre de 2021, "estando ambos en el domicilio familiar una mañana, iniciaron una nueva discusión y en esta ocasión, el acusado ató por los brazos y las piernas" a la víctima.

"La puso bocabajo y la amedrentó diciéndole que la iba a degollar y que la tiraría en la chimenea, causando en ella el consiguiente temor", recoge el escrito, avanzado por el diario Levante-EMV este lunes y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Un mes después, a mediados de diciembre de 2021, el acusado volvió a golpearla.

"Le ató las manos y las piernas y la dejó bocabajo en el comedor, durante una hora aproximadamente, tras lo cual, extendió un paquete de arroz por el suelo y obligó a su pareja ponerse encima del arroz de rodillas, durante una hora, golpeándole unas 4 o 5 veces con un garrote cuando ella se agachaba, y dándole también puñetazos en los ojos", afirmó la acusación. 

"Era su lección"

Más tarde, entre el 27 y el 29 de diciembre de ese mismo año, "estando igualmente ambos en la vivienda, el acusado se enfadó ya que al soplar ella la maquina de cortar el pelo, sin querer, escupió, lo que molestó al acusado".

En ese momento la volvió a atar, cogió un cuchillo y se lo puso en el cuello, "al tiempo que le decía que por la noche iba a haber sangre, que la tiraría viva en la chimenea y que los dientes los tiraría en un campo ya que merecía morir por haberle escupido".

"Después y ya desatada, obligó a esta a coger por las patas a su mascota, un conejo blanco, y el acusado degolló al animal con un cuchillo, obligando a mirar a su pareja mientras decía que eso lo hacía para que aprendiera, que esa era su lección".

La mujer salió corriendo "al baño, donde cerró la puerta con un pestillo que el acusado consiguió romper y cogió y arrastró a su pareja hasta el comedor nuevamente, obligándole a ver el cuerpo de la coneja ya muerta y poniéndole la sangre por la cara".

Horas después, "el acusado cocinó a la coneja y trató" de que la víctima se la comiera.

En el mes de enero de 2022, el acusado nuevamente se enfadó "porque decía que ella hablaba demasiado, y, con ánimo de menoscabar su integridad física y estando ambos en el domicilio familiar, le dio un puñetazo en la nariz, provocando un sangrado que no pudo ser valorado por ningún médico".

Por último, el día 16 de enero de 2022, sobre las 16:00 horas, el acusado y su pareja estaban en el domicilio de Montserrat "cuando ella le dijo que se quería marchar de allí".

"El acusado, si bien le dijo que se podía ir cuando quisiese, a continuación y al ver que ella recogía sus cosas, la cogió del pelo y le dio un puñetazo en ojo izquierdo".

Miles de personas salen a las calles de Valencia contra la violencia de género. EFE / BIEL ALIÑO

Denuncia

El día siguiente, se presentó una patrulla de la Guardia Civil en el domicilio, aunque no fue hasta el día 18 de enero de 2022 cuando la mujer denunció.

La última agresión sí fue vista por un médico cuyo informe ha sido valorado en la investigación por el forense. El análisis determinó que, como consecuencia de esta última agresión, la mujer sufrió un "hematoma en el ojo".

Además de todo ello y en múltiples ocasiones, la Fiscalía averiguó que "estando en el domicilio familiar y con intención de atemorizar a su pareja, el acusado le ha dicho expresiones como que la mataría o la buscaría por debajo de las piedras".

"Que si no hacía lo que él quería degollaría a su madre y a su hijo pequeño", una amenaza "que hacía que la convivencia en el domicilio fuera insoportable, por el constante sometimiento a una situación de poder y dominio que ejercía el acusado respecto a quien era su pareja".

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Picassent acordó la orden de protección, prohibiendo al acusado aproximarse a ella, a su domicilio o cualquier lugar que pudiera frecuentar y en un radio de 500 metros, así como la prohibición de comunicarse con la misma por cualquier medio durante la tramitación de la causa.

Ahora, la Fiscalía ha pedido que el agresor esté en todo momento localizado por medios telemáticos.

El teléfono gratuito y confidencial para denunciar casos de violencia de género es el 016. También es accesible para personas con discapacidad auditiva y/o del habla y baja visión.