El presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, se pronunció este lunes sobre el envío de barcos con agua desde la Comunitat Valenciana a Cataluña para hacer frente a la sequía. Afirmó que la solidaridad entre regiones es un principio "infranqueable" para él y criticó que no haya sido recíproco.

"No le vamos a negar el agua a quien en su día nos la negó", afirmó. En este sentido, consideró que "sobre la revancha no se puede construir nada". 

En cualquier caso, el jefe del Consell pidió por escrito el encargo del Gobierno central, que es competente en la materia al ser de su titularidad la desaladora de Sagunto, con el objetivo de tener las "garantías suficientes" de que este envío de agua no afectará a la costa valenciana.  

[El Gobierno llevará agua a Cataluña con barcos diarios desde Sagunto para paliar los efectos de la sequía]

En esta línea, defendió que la Comunitat Valenciana "agoniza de sed también" y por ello, insistió en "exigir lo que corresponde". "Pedimos rigor", añadió, al tiempo que aseguró que el argumento de la solidaridad hay que defenderlo "para todos" y no para que beneficien "siempre en la misma dirección".

Solución "excepcional"

Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló este lunes que el agua que enviarán de la desaladora de Sagunto (Valencia) a Barcelona, "de manera excepcional", sería posible a partir de un aumento de la capacidad de la infraestructura.

La ministra se pronunció así después de reunirse con el conseller de Acción Climática de la Generalitat catalana, David Mascort, para tratar la situación de sequía en Cataluña.

La ministra explicó que la desaladora de Sagunto es una infraestructura de Acuamed, propiedad estatal, y que ahora está "infrautilizada". "Es poner en servicio el pleno rendimiento de algo que no se está utilizando y además es una infraestructura que es propiedad estatal", defendió.

Preguntada sobre cuánta agua podría llegar de Sagunto, Ribera señaló que dado que llenar cada embarcación puede llegar a tardar alrededor de doce horas, calculan que en su caso podrían llegar a Barcelona entre uno y dos barcos cada día, con una carga de 7.200 metros cúbicos diarios.