Don Alfonso participa en una procesión.

Don Alfonso participa en una procesión. AVAN

Valencia SUCESOS

La Policía cree que Alfonso, el canónigo asesinado, captó a jóvenes de la calle para relaciones sexuales

El Arzobispado de Valencia llamó la atención al sacerdote y le pidió que no subiera gente a casa tras las quejas de los vecinos.

26 enero, 2024 09:59
Valencia

Crimen resuelto por la Policía Nacional en poco más de 24 horas. Un joven de 40 años y de origen latinoamericano fue detenido el miércoles por la tarde como presunto autor del homicidio de Alfonso López Benito, de 85 años, canónigo emérito de la Catedral de Valencia.

El sospechoso mantenía una relación con el sacerdote valenciano y habría usado el móvil para enviar mensajes y simular que estaba vivo tras estrangularlo por causas que se investigan en su domicilio de la calle Avellanas 22, en el corazón histórico de la ciudad. Los agentes dieron con el arrestado después de que utilizara la tarjeta del religioso para pagar una consumición en un bar de la ciudad.

Don Alfonso, como era conocido por sus vecinos, solía captar a jóvenes necesitados de las calles de Valencia, la mayoría de origen extranjero, con los que mantendría relaciones sexuales frecuentes, según apuntaron fuentes conocedoras de la investigación a EL ESPAÑOL.

[Detenido un joven por estrangular al canónigo de Valencia con el que tenía relaciones sexuales]

La información llegó a la Policía Nacional tras el interrogatorio a personas del entorno de la víctima que ayudaron a identificar al principal sospechoso. Los jóvenes pasaban varias horas en el interior del domicilio, o incluso varios días, como es el caso del supuesto autor del crimen.

El detenido, de hecho, fue visto la semana pasada en la calle donde se encuentra la casa de Don Alfonso y llevaba su teléfono encima cuando fue apresado el miércoles.

Todos los canónigos de Valencia viven juntos en un edificio situado frente a la seo. Todos menos Don Alfonso, que residía en una vivienda propiedad de la Iglesia valenciana situado a unos pocos metros "porque no había más espacio en el edificio principal", según explicaron desde el Arzobispado.

Pese a que estaba jubilado y ya ejercía de canónigo emérito, seguía con sus laborales sociales. Pero el resto de vecinos se quejó de los problemas de convivencia que se habían generado en la comunidad por las personas desfavorecidas o con problemas de salud mental, la mayoría jóvenes, que invitaba a su casa con la promesa de ayudarles.

Ese tránsito constante de personas molestó tanto a los vecinos que el Arzobispado de Valencia se vio obligado a mediar con la comunidad y trasladó al canónigo que dejara de subir personas a su casa, según confirmaron fuentes de la institución a preguntas de este periódico.

"A veces venía gente, muchos de ellos adictos que sufrían el síndrome de abstinencia, con malas formas y gritando dónde estaba el cura", manifestó en los últimos días a este periódico uno de sus vecinos.

Edificio donde se cometió el crimen.

Edificio donde se cometió el crimen.

Por ello, la Policía empezó su trabajo en identificar a las personas que ayudaba y a los que solía prestar dinero, según trasladaba al cabildo, "de manera desinteresada".

La investigación ha descubierto que no era la primera vez que el sacerdote tenía problemas con la gente con la que coincidía en la calle.

Don Alfonso ya había recibido amenazas de un joven, de unos 20 años y nacionalidad rumana, pero se produjeron hace dos años aproximadamente y no se había registrado ningún incidente más.

Investigación

La detención y las supuestas relaciones entre Don Alfonso y las personas a las que ayudaba sacudió este jueves la vida palaciega del cabildo de la Catedral de Valencia.

El Arzobispado expresó su desconocimiento de los hechos revelados durante las diligencias practicadas tras encontrarse el cuerpo y reiteró su disposición a colaborar con las autoridades para el esclarecimiento de la misteriosa muerte del canónigo.

"Es nuestro deseo manifestar que el Arzobispado de Valencia es el mayor interesado en el esclarecimiento de las circunstancias de la muerte del canónigo emérito y que, por ello, sigue a total disposición de las autoridades policiales y judiciales, para seguir prestando toda la colaboración, como ha venido realizando en los últimos días desde el descubrimiento de los hechos".

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, en declaraciones a los medios este jueves a su llegada a la Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, confirmó la detención e indicó que el arrestado es, además, quien disponía del teléfono móvil del párroco.

Un agente de la Policía Nacional sale del edificio donde se investigan las circunstancias de la muerte del canónigo.

Un agente de la Policía Nacional sale del edificio donde se investigan las circunstancias de la muerte del canónigo. EFE / BIEL ALIÑO

Bernabé expresó que en este momento hay abierta una investigación para "aclarar cuáles han sido los hechos que le han provocado la muerte" a la víctima. "Vamos a dejar que siga la investigación", zanjó.

Alfonso López Benito era desde 1999 canónigo de la colegiata-parroquia de San Bartolomé Apóstol y San Miguel Arcángel, en la ciudad de Valencia, de donde era natural.

Recibió la ordenación sacerdotal también en Valencia en 1969 y era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma, según consta en su perfil de la seo valenciana. 

Además, fue párroco en varias localidades valencianas y profesor en el Instituto de Estudios Jurídicos de Valencia y en la facultad de Derecho Canónico. También trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la archidiócesis de Valencia y fue autor de varios libros en los que estudiaba a los mártires valencianos.

Durante años, estuvo vinculado a la Semana Santa Marinera, la tradicional celebración del barrio del Cabañal.

En 2015 fue nombrado canónigo de la catedral de Valencia por el entonces arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares, y participaba de la toma de decisiones del Arzobispado. Desde que cumplió los 80 años, ejercía de canónigo emérito.