El Ayuntamiento de Valencia recurrió a contratos menores adjudicados a dedo y a última hora para la organización de su polémica cabalgata de Reyes, la primera que organiza el gobierno municipal de PP y Vox tras las elecciones del pasado mes de mayo.

La cabalgata costó al menos 50.000 euros en diversos contratos fraccionados que evita la convocatoria de un concurso público, un método que debería de ser excepcional pero que se usa con frecuencia. Este proceso es mucho más rápido y sin tantas trabas administrativas.

Del total, más de 15.000 euros fueron a parar a una empresa de Almansa por reutilizar los muñecos hinchables vestidos con los trajes manchegos utilizados en la última Feria de Albacete.

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El Ayuntamiento anunció que la cabalgata de este año iba a ser temática para fomentar la lectura, sin incluir autores valencianos y centrándose en El Quijote y cuentos de Disney o Marvel.

La polémica surgió a raíz de que diversos usuarios de la red social X, antes Twitter, se dieran cuenta de que las figuras hinchables que inauguraban el desfile habían sido utilizadas en la Feria de Albacete y vestían el traje regional de Castilla-La Mancha.

El pago se adjudicó a través de un contrato menor, es decir a dedo, junto a otros contratos fraccionados para el mismo evento, según denunció Compromís este lunes.

Pagos troceados

Entre los contratos también destaca otro por valor de 17.799 euros por el "guión" de la cabalgata, así como la coordinación de las actuaciones y los elementos artísticos que formaban parte del recorrido. 

La junta de Gobierno local adjudicó este primer contrato el 24 de noviembre a la empresa valenciana Sagitari Produccions SLU y su importe se consideró "ajustado al precio general del mercado", según constata la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Ese mismo día, la junta de Gobierno adjudicó un segundo contrato por valor de 3.413 euros por "el suministro de coronas, invitaciones y tarjetas para la campaña de Navidad 2023 y cabalgata Reyes 2024" a la empresa catalana Gràfiques Ortells.

Los caramelos también se contrataron como un servicio al margen de la cabalgata. Para ello, se acordó un tercer contrato independiente de más de 10.000 euros para adjudicarlo a dedo a la sociedad Tododulce SA.

Mientras, las mochilas que se repartieron entre el público ascendieron a 2.105 euros y los peluches otros 2.265 euros. Se adjudicaron por separado y de manera independiente como si de servicios distintos se tratasen, según confirman los expedientes municipales.

Por último, el coste de los polémicos muñecos "clásicos manchegos" reutilizados del desfile de la última edición de la Feria de Albacete ascendió a más de 15.000 euros, según desveló este lunes en redes sociales el concejal de Compromís, Pere Fuset.

En total, más de 50.000 euros sin contar muchos otros servicios, como las carrozas de los Reyes Magos, el disparo de fuegos artificiales o la música.

En los contratos menores la tramitación del expediente solo exige la emisión de un informe del órgano de contratación justificando de manera motivada la necesidad del contrato y que no se está alterando su objeto con el fin de evitar la aplicación de los umbrales descritos en el apartado anterior.

A partir de ahí, se requiere la aprobación del gasto y la incorporación al mismo de la factura correspondiente, sin más controles.

Los contratos fueron tramitados por la Concejalía de Fiestas y Tradiciones, en manos de Vox en virtud del pacto de gobierno firmado con la alcaldesa popular María José Catalá. La concejal es Mónica Gil.

Los grupos municipales de PSOE y Compromís han cargado este sábado contra la que consideran "peor Cabalgata de Reyes de los últimos años" y de la que lamentan que no haya presentado "identidad valenciana".

La portavoz del PSOE en el consistorio, Sandra Gómez, anunció además que preguntará al equipo de gobierno cuánto ha costado montar el desfile "con las sobras" de la Feria de Albacete.

Para Gómez, la alcaldesa Valencia celebró este viernes "la peor Cabalgata de Reyes de los últimos años, sin identidad propia, sin valenciano y con los restos de la feria de Albacete".

Matría José Catalá y Mónica Gil reciben a sus majestades los Reyes Magos.

Un despropósito que el público que asistió coincidió en tildar ayer de decepcionante y cutre", ha afirmado en un comunicado.

"Desde el Grupo Socialista hemos evitado generar absurdas polémicas tal y como hacía el Partido Popular cuando estaba en la oposición, pero es cierto que, tras una campaña absurda en la que se ha pretendido hacer creer que en Valencia se ha vuelto a celebrar la Navidad gracias al PP, anoche vivimos una noche bochornosa", denunció.

Gómez hizo hincapié en que Valencia es "la tercera ciudad de España y merece una cabalgata propia y original, no confeccionada con los saldos de otras ferias". En su opinión, "refleja la falta de visión que tiene Catalá de lo que realmente es esta ciudad y demuestra que València no merece tener una alcaldesa con visión de pueblo".

"Censura cutre"

Por su parte, el concejal criticó que "la censura más cutre y la mala gestión eclipsen incluso aquellas mejoras de los pasados mandatos progresistas que todavía sobreviven a la purga sectaria de PP y VOX".

Pere Fuset, que anteriormente era delegado de Cultura Festiva con el gobierno de Joan Ribó, denunció que el gobierno municipal del PP y Vox "ha actuado obsesionado por borrar avances y una identidad propia y arraigada de la Navidad valenciana".

En este sentido, el dirigente de Compromís cree que la delegada de Fiestas y Tradiciones, de Vox, se ha "ganado a pulso el apodo de concejala de Censura Festiva" por vetar los personajes valencianos impulsados los últimos años.

Mientras, la alcaldesa defendió este lunes la cabalgata de Reyes Magos e hizo hincapié en que fue un desfile "infantil" y centrado en el objetivo de fomentar la lectura. "En ese sentido, yo creo que hemos cumplido el objetivo", dijo.

"Reciclar elementos se ha hecho todos los años, con todas las empresas que se contratan en este tipo de eventos, incluso con las vestimentas y la indumentaria. Se utilizan aquí y en otros boatos y fiestas, eso es lo normal".

"Si alguien tiene un problema con que se utilice El Quijote, tiene un problema con la cultura española", zanjó Catalá.