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El rap tomó el control anoche en Castrelos con la arrolladora presencia de Trueno, que ofreció un concierto vibrante ante un auditorio abarrotado.

El joven rapero argentino, uno de los máximos exponentes del género en Latinoamérica, desplegó toda su energía en Vigo tras su paso por el Boombastic de Asturias, confirmando que su directo no deja indiferente.

Trueno salió al escenario como un vendaval, con la potencia de Grandmaster, tema que da nombre a su gira mundial El Último Baile, y que sirvió como declaración de intenciones: ritmo, luces y actitud desde el primer minuto. La conexión con el público fue inmediata y total.

Entre sus temas más coreados, destacaron Cruz —colaboración con Feid—, Real Gangsta Love y el hit viral Mamichula, que desató la locura en Castrelos.

A lo largo del show, el argentino no dudó en mostrar cariño por Galicia y por el Celta de Vigo. Incluso se atrevió a improvisar sobre la base del clásico Volando voy, en uno de los momentos más originales de la noche.

Para el cierre, Trueno se lanzó literalmente al público al ritmo de Violento y despidió el concierto con Dance Crip, una canción que resume su estilo y su mensaje: contundencia, flow y compromiso.

Vigo volvió a demostrar que la música urbana tiene un hueco importante en su programación, como recordó el alcalde Abel Caballero antes del concierto.

El parque de Castrelos, una vez más, se convirtió en una auténtica fiesta. Y esto no para: la semana que viene, The Black Keys, Rozalén y la Coral Casablanca tomarán el relevo sobre el mismo escenario.