La comida asiática inunda cada punto del centro de Vigo. Ramen, sushi, poke y hotpot son algunos de los platos más reconocidos por el público general, pero una historia de amor entre un nigranés y una javanesa ha traído a Vigo lo mejor de una cultura gastronómica aún desconocida por muchos.
Desde septiembre de 2022, el número 15 de la avenida Gregorio Espino esconde una de las joyas hosteleras de la ciudad olívica, el primer restaurante indonesio de Galicia: Harum Manis, de la mano de April Ani Kristianti y su marido, Andrés Carrera.
Se conocieron por internet hace más de diez años y a casi 12.000 kilómetros de distancia. "Después de un tiempo chateando y hablando, decidimos conocernos", explica Andrés, que recuerda que fue él a visitar a April a Indonesia. Un año más tarde, ya vivían juntos en Barcelona.
Allí vivieron desde 2014 hasta 2020, cuando la pandemia los obligó a vivir con los padres de Andrés, en su casa en Gondomar (Pontevedra). Más tarde, se mudaron a Vigo y, gracias a la perseverancia de April, se atrevieron a dedicar todos sus ahorros a montar el restaurante.
Entrada de Harum Manis, en Vigo
Ahora bien, la idea no surgió en Vigo, sino en la ciudad condal. "En Barcelona hay un grupo de indonesios bastante más grande y hacían reuniones cada mes, en las que la gente traía comida y la suya siempre quedaba de primera", recuerda Andrés, que hasta entonces no sabía que su mujer era toda una experta en gastronomía indonesia.
El éxito era tal, que muchos de sus amigos le pedían comida para llevar a su casa. "Llegó un momento en el que había tantos pedidos que yo tenía que coger el coche, llenarlo y empezar a repartir", asegura Andrés, que explica que April trabajaba en un programa de televisión nacional en Indonesia, que le permitió viajar a cada rincón de su país y descubrir los platos típicos de cada zona.
"Huele rico y dulce"
Aprilia tenía claro que quería abrir un restaurante y compartir con los vigueses su amor por la comida de su país. "Ella pone todo su empeño y lo sigue hasta que lo consigue. A mí me parecía una locura invertir todo, pero sabía cómo cocinaba y me daba confianza"
"Fue un poco locura, pero también tuvimos una gran ayuda de un amigo de la universidad que casualmente es propietario del restaurante Rokuseki", explica Andrés, que admite que esa visión contrastaba con la de algunos de sus familiares: "Nos decían que a los gallegos lo que les gusta sólo es comer comida de Galicia".
Con todo, nació Harum Manis, que significa "huele rico y dulce" en indonesio. Los primeros meses fueron duros: "O empezábamos a tener gente o teníamos que cerrar", admite Andrés, que cree que las reseñas de un par de medios locales les permitieron levantar el vuelo.
Tanto, que fueron recomendados por la Guía Repsol, recibiendo un Solete del que presumen con orgullo. "Increíble, después de un año y sin experiencia previa. Fue un subidón", recuerda con alegría Andres, que asegura que, desde entonces, comenzaron a "estar a tope".
"Había clientes locales que nos decían: no voy a poder venir aquí, vais a estar llenos", añade el propietario de Harum Manis. El furor de estos meses se fue diluyendo, a la vez que creando una base de clientes —el 95% locales— que les permite sobrevivir y abrir cuatro días a la semana, de jueves a domingo.
También cuentan con público indonesio, marineros que trabajan en el Puerto de Vigo o en A Mariña. La comida de April les transporta directamente a su infancia y a Indonesia. Hay algunos, incluso, que prefieren los platos de la mujer de Andrés a los que comían en su país natal.
Trasladar a Vigo la gran variedad de Indonesia
"En Indonesia hay tantas islas que, imagínate, es España pero multiplicado por diez en cuanto a variedad de personas, cultura y comidas", afirma Andrés, que explica que uno de los objetivos de Aprilia es trasladar toda la gran diversidad gastronómica de Indonesia a su restaurante.
A pesar de la dificultad de encontrar algunos productos —muchos los cultivan ellos en su huerta—, Aprilia trata de cocinar un plato del día diferente para cada jueves y viernes. "Creo que van más de 50 o 60 variedades, sólo repetimos algunos cuando vamos muy apurados de tiempo", admite Andrés.
La comida indonesia destaca por el uso de las especias, como muchos otros países del Índico y Pacífico. El arroz y los fideos se encuentran en muchos de sus platos, pero la estrella es sin duda el rendang, uno de las diez platos más sabrosos del mundo, según Andrés.
El rendang de Harum Manis es incluso mejor que el que se puede probar en Indonesia. Está cocinado con ternera gallega, que le da un toque especial a este plato típico del país asiático. Y es que muchos productos no los pueden importar, por lo que Aprilia se las apaña para crear y cultivar todos los ingredientes imprescindibles de su carta.
Toda la comida es casera y preparada por Aprilia, que quiere seguir compartiendo la cultura gastronómica de su país, tan desconocida para mucha gente. "Le frustra mucho cuando viene alguien y comenta 'excelente comida tailandesa'", dice Andrés, que confirma que el siguiente paso será abrir otro restaurante en otra ciudad de Galicia.
