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Las sopas que preparan las abuelas gallegas en invierno son un auténtico refugio contra el frío, cargadas de sabor y tradición. Elaboradas con ingredientes sencillos y naturales, muchas de ellas tienen como base un buen caldo casero, que puede ser de carne, pescado o simplemente de verduras.
Entre las diferentes opciones se encuentra el caldo gallego. Aunque más denso que una sopa, muchas abuelas lo sirven con más caldo y menos compango (grelos, patatas, chorizo, lacón...), convirtiéndolo en un plato reconfortante y ligero.
Sin embargo, otra receta exquisita de las abuelas gallegas es la sopa de pollo casera. Se trata de un plato reconfortante, ideal para los días fríos o para reponerse de un resfriado, que se elabora con ingredientes básicos y naturales, destacando el uso de un buen pollo de corral, que aporta un sabor profundo y auténtico al caldo.
La sopa de pollo casera que preparan las abuelas gallegas es mucho más que un simple plato: es un símbolo de tradición, cuidado y nutrición. No hay invierno en Galicia sin una olla de caldo hirviendo en la cocina, y la sopa de pollo es una de las recetas estrella para reconfortar el cuerpo y el alma.
Ingredientes
1 pollo de corral (o medio, si es grande), con piel y huesos
2 zanahorias grandes
1 cebolla grande
1 puerro
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
Sal al gusto
2,5 litros de agua
Un trozo de unto (opcional, para un sabor más tradicional)
100 g de fideos finos o arroz (según la preferencia)
Perejil fresco picado (opcional)
Paso 1
Lava bien el pollo y córtalo en trozos grandes.
Paso 2
Pela y corta la zanahoria en rodajas gruesas.
Paso 3
Pela la cebolla y córtala en mitades.
Paso 4
Lava el puerro y córtalo en trozos grandes.
Paso 5
Pela los ajos y déjalos enteros.
Paso 6
Pon el pollo en una olla grande junto con las verduras, los ajos y la hoja de laurel.
Paso 7
Añade el agua y lleva a ebullición a fuego medio.
Paso 8
Cuando empiece a hervir, retira la espuma que se forma en la superficie con una espumadera para que el caldo quede limpio.
Paso 9
Reduce el fuego al mínimo y deja cocer entre 1,5 y 2 horas, tapado parcialmente.
Paso 10
Una vez listo el caldo, cuélalo y reserva el líquido.
Paso 11
Saca el pollo, deja que temple y desmenúzalo, descartando los huesos y la piel.
Paso 12
Lleva el caldo nuevamente a ebullición.
Paso 13
Añade los fideos o el arroz y cocina el tiempo necesario (5 minutos para fideos finos, unos 15 minutos si usas arroz).
Paso 14
Agrega la carne de pollo desmenuzada y deja que hierva un par de minutos más.
Paso 15
Prueba y ajusta la sal.
Paso 16
Opcionalmente, espolvorea con perejil fresco picado antes de servir.
Cada abuela gallega tiene su toque personal. Algunas dejan la sopa más ligera, mientras que otras incorporan más ingredientes, como garbanzos o un poco de jamón para darle más consistencia. En algunos hogares, antes de servir, se espolvorea un poco de perejil fresco picado para darle un aroma final.
La sopa de pollo no solo es un manjar en los meses fríos, sino que también es un remedio casero de toda la vida. Se cree que ayuda a combatir el resfriado, alivia el malestar y fortalece el cuerpo. En muchas familias gallegas, cuando alguien está enfermo, la abuela no duda en preparar una buena sopa caliente con todo su cariño.
Además, la sopa de pollo casera de las abuelas gallegas es un plato reconfortante y nutritivo, ideal para el invierno y para aliviar resfriados o gripes. Entre sus propiedades cabe destacar que el caldo de pollo casero contiene minerales como zinc, magnesio y fósforo, esenciales para fortalecer las defensas del organismo. Además, el ajo y la cebolla tienen propiedades antibacterianas y antivirales.
Igualmente, es una sopa ligera y de fácil digestión, perfecta para personas con problemas estomacales o convalecientes. El caldo caliente ayuda a calmar el estómago y a estimular la producción de jugos gástricos.
El vapor y la temperatura caliente de la sopa ayudan a despejar las vías respiratorias, aliviando la congestión nasal. Además, su alto contenido en agua mantiene el cuerpo hidratado.
Y de la misma forma, el pollo, especialmente si es de corral, aporta proteínas de alto valor biológico, necesarias para la reparación y regeneración de tejidos.
En resumen, es un plato que aporta energía sin ser demasiado calórico, ya que contiene proteínas, fibra y carbohidratos en cantidades equilibradas. Esta sopa es un remedio natural, nutritivo y saludable, ideal para combatir el frío, fortalecer el cuerpo y el alma