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Mejores oportunidades laborales, desarrollo profesional y búsqueda de experiencias son algunos de los factores que influyen en la decisión de muchos jóvenes de dejar su tierra natal. Es el caso de Diego, un joven pontevedrés que decidió mudarse a Mallorca para probar suerte.

Hace un año, Diego se trasladó a la isla en busca de nuevas oportunidades y vivencias. Sin embargo, como la terriña siempre tira, hace apenas dos meses optó por mudarse a Madrid para estar más cerca de casa.

Diego dejó todo para trabajar en Mallorca (y ahora en Madrid)

Diego llegó a Mallorca tras recibir una oferta de trabajo que no pudo rechazar. Vivía en A Coruña cuando tomó una decisión de la que no se arrepiente: "Nunca había salido de casa y me apetecía. Además, Mallorca es un sitio idílico, bonito y con muchas cosas que hacer", cuenta a este medio.

El proceso de adaptación a la vida en Mallorca, según explica, fue "relativamente fácil". La empresa en la que trabaja como delineante proyectista (y en la que continúa ahora desde Madrid) es grande y le permitió crear un buen grupo de amigos con quienes aprovechar la vida en la isla.

Aun así, siempre tuvo en mente la idea de trasladarse a Madrid, aunque fuese por un tiempo limitado. Hace dos meses lo solicitó y ahora vive una experiencia completamente nueva, esta vez más cerca de su hogar.

Preguntado sobre la calidad de vida, Diego no tiene una respuesta clara: "Es muy complicado. Vivo a cinco minutos del trabajo, pero el alquiler es súper caro. A lo mejor ahorraría más en Galicia, pero aquí tienes más oportunidades de crecer".

"El piso tiene 3 habitaciones y pagamos 1.800 euros; o sea, 600 euros cada uno, pero tiene plaza de garaje. Además, está en una zona fantástica, así que nos salió a pedir de boca", cuenta este joven gallego. Para ahorrar costes, alquilan la plaza de garaje que no utilizan.

En cuanto al gasto en ocio, "al haber mucho que hacer, gastas más, pero depende de cada sitio. Una cerveza, por ejemplo, me suele resultar bastante cara para lo que estaba acostumbrado".

"Echo de menos a mi familia"

Los cambios nunca son fáciles. Diego, inevitablemente, echa de menos su tierra y, sobre todo, a su familia. "Es mi casa, mi zona, mi casa", afirma con nostalgia. También extraña la playa, donde pasó tantas tardes de verano desde que era niño.

Aun así, reconoce que Galicia, por mucho que sea su hogar, le parece un lugar "lluvioso".

Para terminar, Diego lanza un mensaje de apoyo para aquellos jóvenes que estén pensando en dar el paso y trasladarse a otra ciudad e incluso país. "Hay que probar, más que nada porque si no te vas a quedar toda la vida pensando en que hubiese pasado".

"Es un sentimiento malísimo el quedarte toda la vida pensando qué hubiese pasado, si hubiese ido cómo sería mi vida, cómo me hubiese ido... No hay que quedarse con la duda".