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Ricardo, María y Elías, de procedencia venezolana, se encuentran instalados en la parroquia de Placín, en Manzaneda (Ourense) desde hace poco más de un mes. Llegaron a España en septiembre del año pasado, pero su primera parada fue en Sant Joan d'Alacant, un pueblo de Alicante donde vive la familia paterna de Ricardo.

"Somos descendientes de gallegos, de hecho yo tengo nacionalidad española gracias a mis abuelos, que eran de Pontevedra", nos comenta Ricardo sobre sus raíces gallegas, afirmando desde un primer momento que tenía muy claro que, si venía a España, quería venir a Galicia. Y lo consiguió gracias a la plataforma de Holapueblo.

Su proyecto familiar es el forjado artesanal de cuchillos

No hace tanto que Galicia fue tierra de emigrantes que buscaban en América una vida mejor, en comparación con lo que podían encontrarse aquí. Fueron tantos los que se marcharon, que muchas personas de diferentes países americanos tienen descendientes gallegos, como es el caso de Ricardo, de abuelos pontevedreses.

Ricardo, junto a su esposa e hijo, llegó a España hace menos de un año con un sueño entre manos y una historia unida al forjado artesanal de cuchillos. "Llegué a España en septiembre, si mal no recuerdo, del año pasado, todavía no hace un año que llegué", indica.

Ricardo, en su oficio de forjado de cuchillos Cedida

Tras aterrizar en Sant Joan d'Alacant, donde vive gran parte de su familia paterna, mientras la materna sigue en Venezuela, decidió apostar por el rural gallego y apuntarse en diferentes programas de repoblación hasta acabar en Placín, a seis kilómetros de Manzaneda.

"Siempre me ha gustado el campo. De hecho, mi familia en Venezuela, mi familia materna, vive en el campo, tienen ganado, se dedican a la agricultura y mi infancia estuvo muy ligada al entorno rural", explica.

Su proyecto de vida familiar gira en torno a la forja artesanal de cuchillos, un oficio que aprendió de forma autodidacta. "Aprendí viendo tutoriales, vídeos... Una experiencia muy grata poder aprender a través de las redes sociales", señalando que a él le encanta difundir el bonito oficio de la forja en sus diferentes canales, como hace, por ejemplo, en su cuenta de Youtube.

Ricardo en su taller de forjado Cedida

Entre las técnicas que domina destaca el acero de Damasco, una antigua técnica de forja conocida también como acero multilaminado. "Es una técnica moderna basada en hechos históricos que se remonta a hace más de 700 u 800 años en Oriente Medio", subraya.

Su taller, instalado junto a la casa que tiene alquilada, le permite hacer crecer este proyecto en el que tanto empeño ha puesto, además de la inversión en máquinas, equipos y herramientas que le ha supuesto.

Las desventajas del rural

Ricardo lo tiene claro. "Estoy encantado. Mi esposa está súper contenta, nos encanta", pero aclara: "hay ciertas limitaciones".

El mayor inconveniente es la falta de conexión a Internet. "Cuando voy a subir una historia, un vídeo o tengo que responder algunos comentarios, recorro en el coche 6 km hasta Manzaneda pueblo, y desde allí hago las publicaciones, respondo y todo lo demás", comenta Ricardo.

De hecho, nos comenta que se desplazó hasta O Barco de Valdeorras para tratar de contratar un servicio de Internet, pero "no hay nada mejor que puedan ofrecer que realmente valga la pena", le dijeron.

No obstante, a pesar de estas limitaciones, Ricardo se siente feliz en el rural de Galicia. "Como sociedad estamos acostumbrados a la modernidad, a la bulla, a esa rapidez, y aquí en el campo te da tiempo de sentarte y pensar, como dicen ahora, de conectar contigo mismo, con la naturaleza, pero más allá de ese romanticismo del mundo rural, en el campo podemos progresar".

Su hijo, de 14 años, ya está escolarizado y preparado para afrontar 3º ESO el próximo curso en el instituto de Pobra de Trives, a unos 12 kilómetros de donde viven, y se está adaptando a la vida rural con actividades que le permitan disfrutar del tiempo libre y de lo bonito que la naturaleza ofrece.

Mirando al futuro, a Ricardo le encantaría expandir su taller e impartir cursos de forja de cuchillos -como ya está haciendo-, así como seguir presentándose a diferentes ferias de cuchillería para establecer conexiones y seguir creciendo como profesional.

"Nosotros somos muy familiares, mientras estemos juntos todo lo demás está bien", confirma Ricardo.