Presa de Eiras, en Pontevedra.
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La Xunta cambiará las cuatro válvulas de la presa de Eiras y denuncia que nunca fueron renovadas
Por su parte, el Concello de Vigo considera que el ente autonómica reconoce así su responsabilidad en el mantenimiento de la presa
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La Xunta de Galicia cambiará las cuatro válvulas de toma de agua de la presa de Eiras. Según un informe de Augas de Galicia, que está llevando a cabo estas obras de emergencia, las válvulas fueron instaladas en 1977 y "nunca renovadas".
Los trabajos, que tienen una inversión prevista de casi 2,3 millones de euros, comenzaron la pasada semana y se centran en la sustitución de las cuatro válvulas, "dos de ellas seriamente dañadas", que regulan el flujo de agua a la estación potabilizadora de O Casal.
Según ha trasladado Augas de Galicia, las cuatro válvulas fueron instaladas en 1977 "y nunca renovadas", por lo que "presentan un deterioro estructural generalizado, con corrosión avanzada y riesgo de fallo en plena actividad".
La Xunta, como recoge Europa Press, ha recordado que la presa es de titularidad autonómica y, aunque tiene la responsabilidad del mantenimiento, el Concello de Vigo se reservó en exclusiva la operatividad de esas válvulas, a través de la concesionaria Aqualia.
Tras insistir en que esa concesionaria nunca informó de incidencias con esas instalaciones y de que los técnicos de la empresa contratada por la administración gallega no pudieron verificar su estado hasta este año, la Xunta ha explicado que las obras "se acelerarán lo máximo posible", sin comprometer la seguridad del suministro.
Así, se retirarán las válvulas para poner otras nuevas, se repondrán las bases de hormigón y se renovará todo el sistema de cableado. Paralelamente, se realizará un 'bypass' para el bombeo provisional mientras se acomete la sustitución de las piezas, con el fin de que no haya que cortar el suministro de agua a los municipios.
Concello de Vigo
Por su parte, el Concello de Vigo considera que "por fin, el ente autonómico reconoce que el mantenimiento de la presa es su responsabilidad y su obligación". Así, recuerda que esta situación se da desde enero de 2023, cuando se entregaron las llaves de la instalación a la Xunta.
Por otro lado, ha admitido que se reservó la operatividad de las válvulas a través de la concesionaria olívica, Aqualia, pero ha recordado que tenía que ser supervisada por la Xunta de Galicia, quien tiene la obligación de mantener en funcionamiento la instalación.