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Tras más de una semana de funcionamiento, la nueva "turborrotonda" de la Avenida de Madrid no termina de funcionar, especialmente en hora punta, donde se están provocando retenciones y mucha confusión entre los conductores.

El funcionamiento, con línea continua entre los carriles de la glorieta, impide la rectificación en caso de elegir "mal", y un intento de cambio, además de poner en riesgo al resto de conductores, puede conllevar hasta una multa de 200 euros.

Desde que se ha puesto en marcha, a modo de prueba por parte del Concello para tratar de dar fluidez al tráfico en esta avenida en obras, ha generado confusión y retenciones en una de las principales vías de entrada y salida de la ciudad, con conexión con zonas como Porriño y Mos o el Meixoeiro. 

De hecho, para tratar de indicar cómo debe usarse esta rotonda de tres carriles, la Policía Local ha estado durante estos días presente en la zona para dar apoyo a los confundidos conductores, aunque el caos circulatorio, por el momento, no ha cesado.