Decenas de personas se concentraron este viernes frente al Concello de Vigo para mostrar su profundo rechazo al asesinato de Teresa, la trabajadora del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) asesinada el pasado lunes en O Porriño, presuntamente a manos del marido de la mujer a la que cuidaba.
Durante el acto, convocado por la CIG y celebrado de forma simultánea frente a varios consistorios gallegos, las profesionales del SAF exigieron que este crimen marque un punto de inflexión para las administraciones y reclamaron condiciones laborales dignas y seguras.
"Teresa no necesita silencio, necesita que su muerte sea un grito que llegue hasta el último responsable que ocupa la presidencia de la Xunta de Galicia", demandaron en el comunicado.
Las asistentes denunciaron que el trabajo en el SAF es un servicio esencial con riesgos físicos y psicológicos, donde las profesionales acuden solas a domicilios privados y, a menudo, en condiciones de gran vulnerabilidad. "Entramos en casas a las que nadie quiere entrar y atendemos a personas que nadie quiere atender", señalaron.
"Teresa está muerta porque la palabra de una profesional no fue suficiente. Tiene que bastar una sola palabra para que, de inmediato, se suspenda el servicio", reclamaron.
La concentración contó con la presencia del portavoz del BNG en el Concello de Vigo, Xabier Pérez Igrexas, y con trabajadoras del SAF que reclamaron responsabilidades a las administraciones implicadas.
"Esto puede volver a pasar en cualquier momento"
María Teresa Couto, trabajadora del SAF en Vigo, explicó a los medios que el sector lleva tiempo exigiendo medidas contra la violencia en los domicilios y la evaluación real de los puestos de trabajo, algo que no se hace al tratarse de espacios privados: "Pedimos que se tomen medidas de una vez, porque esto puede volver a pasar en cualquier momento", dijo.
También criticó duramente al Concello de O Porriño y a la empresa concesionaria del servicio, que según afirmó; han cuestionado la profesionalidad de Teresa tras su muerte. "Es muy duro tener que escuchar ahora cosas que antes no se decían. Ahora se está diciendo que el trabajo de Teresa no estaba bien hecho. Hay que tener muy poca vergüenza para decir eso", criticó.
Preguntada por Treintayseis sobre la actuación institucional, María Teresa fue contundente: "El culpable es quien la mató, pero también lo son los Concellos y las empresas, que solo piensan en presupuestos bajos y no en garantías. La culpa es de la Xunta, que no pone los medios. Tenemos un convenio de 2010 y nadie toma medidas".
