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El Mundial de fútbol 2030 se celebrará entre España, Portugal y Marruecos, además de varios partidos en Sudamérica y recientemente se han producido cambios en las sedes españolas elegidas.

Este es el caso de Málaga, que ha anunciado oficialmente en las últimas horas que renuncia a ser sede mundialista a causa de los contratiempos surgidos tanto para remodelar el estadio de La Rosaleda, así como para llevar a cabo la construcción de un estadio alternativo para que el Málaga jugase sus partidos las dos próximas temporadas.

Esta caída abriría la puerta a Vigo tras la polémica surgida por unos audios en los que se dejaba entrever cierta selección arbitraria de las sedes españolas. Un asunto en el que el alcalde de la ciudad olívica, Abel Caballero, se ha pronunciado manteniendo reuniones con la Federación Española de Fútbol exigiendo que Vigo sea sede.

El edil ha pedido explicaciones sobre la exclusión de su ciudad y ha puesto en valor las fortalezas del estadio de Balaídos, que está trabajando para ampliar su capacidad, por lo que la puerta a Vigo no ha sido cerrada y la pelea continúa, por lo que la baja de Málaga podría allanar el camino hacia el objetivo.

El pasado junio, Caballero anunció un nuevo aumento de aforo en el estadio municipal de Balaídos, con el fin de cumplir los requisitos exigidos por La Liga y la UEFA para competiciones como la Europa League.

Además, la grada de Río Bajo sumará unas 600 localidades mediante la incorporación de tres nuevas filas en su parte inferior, próximas al césped. Por su parte, Marcador Alto ganará alrededor de 500 asientos, gracias a la adición de cuatro filas en la parte superior.

También se construirá una nueva estructura entre Río Bajo y Marcador que permitirá incorporar unos 100 asientos adicionales.

Durante el transcurso de las obras, se instalará una grada desmontable y temporal en la parte delantera de la antigua grada de Gol, con una capacidad superior a 500 espectadores. El aforo del estadio se situará en torno a los 22.800 espectadores, lo que supone un aumento de casi 2.000 plazas respecto al actual.

Una vez finalizada la obra, dentro de un plazo estimado de año y medio, el estadio de Balaídos alcanzará los 30.000 asientos, sin contar todavía con la futura ampliación de Tribuna, que permitiría seguir incrementando la capacidad.

Asimismo, mientras se desarrolla esta ambiciosa ampliación Vigo tendrá que seguir negociando y esperando que la Federación Española de Fútbol apruebe definitivamente su candidatura y la declare oficialmente como sede del Mundial.

De esta manera se uniría a A Coruña, que ya es sede oficial, y el evento que supondría un gran revulsivo a la ciudad con la llegada de miles de personas.