La situación límite que llevó a la menor Sandra Peña a querer quitarse la vida ha supuesto un punto de inflexión en la necesidad de atajar, de una vez por todas y con todos los medios disponibles, la lacra del bullying y del acoso.
En Vigo se denunció este mes de octubre otro lamentable caso de violencia hacia una menor, en este caso, de tan solo cinco años de edad y por parte de un grupo de escolares que le doblaban la edad.
Los psicólogos invitan a hacer una reflexión colectiva que implique a padres y profesionales de la educación y la psicología. Se debe hablar de acoso con los hijos. Estos deben saber qué es por sus progenitores y no solo por lo que puedan leer en Internet. Begoña Castro Iglesias, psicóloga y presidenta de la Sección de Educación en el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, dice que atajar el bullying por medio de la prevención es todavía una tarea pendiente en la sociedad.
El problema del bullying, ¿siempre ha existido? ¿Es de ahora o se ha agudizado con el tiempo?
El problema del acoso viene de muy atrás. Parece que como ahora se le da más visibilidad en los medios hay más bullying, pero siempre lo hubo, lo hay y lo habrá si no se hace una buena prevención, que es nuestra materia pendiente como sociedad. Nos compete a todos. No solo a los centros educativos, sino también a las familias y a la sociedad en general. Cuando hay un desencadenante, hablamos del caso de Sevilla con un intento consumado de suicidio, se dan como más alertas, pero en realidad y por desgracia, el bullying está ahí.
¿Dónde está el origen del bullying y por qué parece que se da más en las escuelas?
En los colegios se visibiliza. Y es, además, un entorno mucho más proclive porque hay un número muy grande de estudiantes. En Infantil no hay intención de acoso, es prácticamente imposible entre iguales que haya una situación de estas características. En el acoso tiene que haber una intencionalidad, una repetición de acción en el tiempo, y un desequilibrio de poder con independencia del lugar en el que se produzca. Con lo cual, en edades posteriores y en un entorno educativo se puede dar el acoso, siendo muy difícil de detectar a veces. Se entiende que son lugares seguros, pero hay acosos muy sibilinos. Hay que estar pendientes. Ante un pronunciamiento del tipo "estoy siendo acosado/atacado" siempre hay que estar en alerta, nunca mirar para otro lado.
Imagen acoso escolar
El bullying siempre ha existido, pero, ¿se ha recrudecido en la sociedad actual con actitudes poco éticas, por ejemplo, por parte de referentes, o por la violencia televisada?
Siempre ha existido, sí, y la tecnología no ha beneficiado en absoluto, ha perjudicado. El consumo de redes a edades tempranas no ayuda. Facilitan los insultos porque no se dicen a la cara, sino a través de una pantalla.
¿Qué podemos hacer, como sociedad, para atajar esta lacra?
Desde el COP lo tenemos muy claro: Debemos hacer mucha prevención. No se debe poner el foco cuando ya hay un acoso. Se deben fomentar los valores y la convivencia, pero no solo desde los colegios, sino desde las familias y desde la sociedad en general. Los padres deben hablar con sus hijos. Se ha olvidado la escucha y el acompañamiento. Hay que hablar del acoso en casa, explicarle a los hijos qué es. Hay muchos protocolos y muchos planes, pero como sociedad es nuestra materia pendiente. Es una lacra y nos compete a todos. No se puede cargar a la docencia solo. Sí deben estar en alerta como primer eslabón, pero si existiese, como ya hay en otras comunidades, la figura del psicólogo educativo, sería abordado de diferente manera y por profesionales adecuados.
¿Ese papel no lo cubre el orientador escolar?
No, el orientador puede ser un pedagogo, un psicopedagogo o un psicólogo. Hay que diferenciar las partes. Ojo, insisto, aquí no sobra nadie, pero la psicopedagogía es una parte más didáctica. No hay la formación especializada de un psicólogo o psicóloga que estudia las partes evolutivas del alumno, que tiene competencia para pasar pruebas y test... No obstante, en el COP hemos hecho un tríptico para familias sobre el acoso. Se está actualizando y en breve saldrá a la luz.
Habla de que hay muchos protocolos y planes, pero ante estos casos tan flagrantes que se están dando de acoso y bullying, ¿son suficientes o correctos en su implantación?
Yo creo que están bien diseñados. El último que se ha elaborado en Galicia sobre bullying y ciberbullying creo que está correcto. El problema, insisto, se encuentra en que todos debemos poner de nuestra parte. Los docentes se deben formar y sensibilizarse en esto desde las universidades. No es una cuestión de dar una formación de "x" horas a los profesores y ya está.
¿Qué pasa por la cabeza de un niño o niña que decide quitarse de en medio al sufrir acoso?
Hay un miedo atroz. La víctima que es acosada sufre falta de autoestima, miedo, ansiedad, inseguridad, aislamiento social, depresión y, por último, pensamientos suicidas que, muchas veces, quedan en pensamientos, pero otras, por desgracia, terminan en una consumación del acto. Son personas que se ven muy tocadas en su salud mental y en su desarrollo evolutivo.
Muchas veces parece que no sean capaces de pedirle ayuda a sus padres aunque tengan una buena comunicación con ellos y para ellos también resulte imperceptible esa situación de acoso que atraviesa su hijo o su hija.
Pues precisamente por eso las familias deben hablar y no dejar todo en manos de los dispositivos electrónicos. Y luego sí, por eso se hacen estos trípticos. Los padres deben dar una educación y si no tienen los conocimientos tienen que informarse.
