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De la Antártida a Santiago: la peregrinación a vela de un argentino con sangre gallega

Manuel Pardi es el único peregrino que ha cruzado el Atlántico este Año Xacobeo, recorriendo el Camino Azul en un pequeño velero histórico
Manuel Pardi (dcha.) junto a sus compañeros de peregrinación a bordo del 'Pequod'.
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Manuel Pardi (dcha.) junto a sus compañeros de peregrinación a bordo del 'Pequod'.
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Desde los mares helados de la Antártida partía el velero 'Pequod' el 22 de febrero de 2021, con la intención de peregrinar hasta Santiago por mar por el conocido como Camino Azul. Manuel Pardi, el patrón del velero, es argentino e hijo de una gallega, amante de la navegación y de la tierra de sus antepasados, decidió que el Año Xacobeo sería una ocasión única para visitar Galicia de la forma que siempre había soñado: cruzando el Atlántico en barco.

Todo empezó con la instalación de un cruceiro en la iglesia de San Ignacio de Loyola de Buenos Aires, cuenta Manuel, "porque en la base del cruceiro hablaba del Camino Azul y supe que tenía que completarlo". Desde aquel primer vistazo al monumento, el marinero se puso manos a la obra para buscar un velero con el que pudiese hacer el Camino y encontró el 'Pequod'. "Es un velero histórico en Argentina porque perteneció a Hormiga Negra, un personaje muy importante para la historia marítima del país".

Fue Guillermo Hoyo, el gaucho apodado como Hormiga Negra, quien llevó por primera vez el 'Pequod' a la Antártida, convirtiéndolo en el primer velero que navegaba por aquellas gélidas aguas en 1985. Bautizado como el perseguidor de la ballena blanca Moby Dick en el libro homónimo de Herman Melville, este pequeño velero de acero ha sido el único que ha completado el Camino Azul en este Año Xacobeo, tras una ruta de más de ocho meses desde el Polo Sur.

El duro cruce del Atlántico

Hace un año y medio que Manuel Pardi emprendió su aventura, aunque antes tuvo que restaurar el velero en el que navegaría, que había estado abandonado unos años antes de su venta. "Cuando lo compré en 2018 estaba completamente destruido, aunque es un velero pequeñito de acero, muy fuerte y resistente", explica el patrón. "Le puse un motor eléctrico y logré navegar de la Antártida a Buenos Aires (y ahora hasta Galicia) sin usar combustibles fósiles".

En la capital argentina se pausó su peregrinación, tras navegar desde febrero hasta abril, "a causa de la pandemia y porque tuvimos que esperar a que las condiciones meteorológicas fuesen las óptimas para cruzar el Atlántico". De este modo, lograron salir de Buenos Aires el día 23 de abril de 2022, casi un año después de llegar de la Antártida, con la intención de llegar a Santiago de Compostela antes de que acabase el verano.

El primer trayecto, circunnavegando Uruguay y Brasil, lo realizó con su mujer, Silvana, "pero ella puso su límite en cruzar el Atlántico y decidí navegar con dos amigos, Hugo Luis Velázquez y Andrés Scheimberg". Amigos desde hace años, forman "el equipo de trabajo necesario para lograr una cohesión que soporte muchos meses a bordo de un velero de 9,45 metros de eslora: es un viaje que tiene una exigencia física y mental muy importante", reconoce Pardi.

Desde su partida de Salvador de Bahía, en Brasil, han cruzado el océano encontrándose con cientos de problemas y averías que han ocasionado grandes demoras. "Sufrimos una avería muy importante que retrasó el viaje más de veinte días, pero hemos conseguido llegar a buen puerto a pesar de todo", reconoce el patrón.

Vigo, el comienzo del final

Este martes, 20 de septiembre, llegaban a Vigo tras una primera parada española en Baiona, donde fueron recibidos con honores y en medio de la espectacular regata del Campeonato de España de J80. "Aproveché la parada el Baiona para visitar a mis familiares, que era la otra razón por la que quería venir a España, porque tengo familia en Gondomar y en Vigo", explica Manuel Pardi.

Encuentro entre los tripulantes del 'Pequod' y el presidente del Monterreal Club de Yates de Baiona. Foto: Cedida

Después de cinco meses de navegación, los tres peregrinos argentinos emprenderán este miércoles el tramo a pie del Camino, el último del recorrido hasta la Catedral de Santiago. "Tardaremos cuatro o cinco días, dependerá de nuestro estado físico porque llevamos muchos meses en un velero sin el hábito de caminar y va a ser difícil".

A tan solo unos días de completar su impresionante Camino, Manuel Pardi reconoce que, "a pesar de todos los inconvenientes, ha sido una experiencia maravillosa y hemos conocido el mar en distintas facetas y distintas características, desde navegar entre hielos en la Antártida hasta la calma del mar del ecuador". El único navegante que se ha atrevido a hacer el Camino Azul enviará ahora su emblemático 'Pequod' a Argentina en transporte marítimo para ser reparado, mientras él disfruta de unos días en la Galicia de su familia tras haber hecho "el viaje de mi vida".

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