Una madre de Vigo ha sido obligada a vacunar a sus dos hijos, de 11 y 7 años de edad. El padre había acudido a los Tribunales ante la negativa de la progenitora. En la sentencia, que recogen varios medios locales, el tribunal afirma que los efectos de las vacunas son "innegables".

La madre defendía que las vacunas no son seguras y ya recibió un primer revés en un juzgado de primera instancia, pero recurrió. La Audiencia le dice ahora que su postura no está avalada "por datos científicos ni objetivos" y que no se pueden tomar decisiones perjudiciales para los niños. El fallo también antepone la protección de los menores, de 7 y 11 años, porque "no puede quedar al arbitrio de uno de los progenitores decidir sobre la vacunación".

"La mayoría de los estudios científicos sobre la materia llevan a concluir que los beneficios de las vacunas son innegables tanto a nivel individual como poblacional", dice el fallo, y añade: "No puede quedar al arbitrio de uno de los progenitores decidir si desea vacunar a los hijos y en qué momento". Los progenitores estuvieron de acuerdo en no vacunar a sus hijos hasta que el padre se concienció y cambió de idea después de la separación del matrimonio. La sentencia dice que no vacunar a los niños puede dejarles fuera de centros de educación o deportivos.

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