Nicolás Alba Enrique Recio

Los sanitarios siguen dejándose cada día la piel, literalmente, para salvar la vida de todos los españoles contagiados del coronavirus Sars CoV-2. Reutilizan medios de protección durante días o semanas porque no tienen más. Trabajan durante horas y horas, doblando turnos, hasta llegar a la extenuación. Y aunque arriesgan su vida a diario, siguen cumpliendo como profesionales. Sin embargo, la falta de medios o de personal no es el único problema al que se enfrentan. Los sanitarios tienen que soportar como sus condiciones económicas, pese a su sacrificio, merman cada vez más conforme avanza la crisis sanitaria en este país. 

Y no sólo porque tengan un sueldo bajo, sino porque cuando tienen que cobrar ese "sueldo bajo", el Gobierno les dice que no van a tenerlo porque sí. Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a David González Calle y a otros tantos como él. Todos son médicos internos residentes (MIR) de quinto año y, por tanto, han finalizado su etapa de formación en el hospital. Lo que en otras palabras significa que ya son especialistas y deben cobrar un sueldo acorde a ello, no como estudiantes. 

Algo que no va a suceder, al menos, por el momento, según ha comunicado el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Una decisión que este residente, de quinto año en Cardiología en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca, ha denunciado en las redes sociales por ser del todo injusta. Más aún si cabe cuando él, al igual que muchos compañeros, se han contagiado de Covid-19 atendiendo a los pacientes infectados. En su caso, el virus le llegó a provocar una neumonía bilateral

Un sanitario en el Servicio de Urgencias del Hospital de Navarra. EP

Este médico interno, que trabaja para el Servicio de Sanidad de Castilla y León (SACYL), ha cobrado, en su nómina de marzo de 2020, 1.155 euros netos. Una cifra que en menos de un mes, debería ser el doble.  Todo se debe, según explica González Calle, en una entrevista con EL ESPAÑOL, a la Orden SND/299/2020 por la que el titular de Sanidad "ha prorrogado de manera unilateral la residencia de los médicos que se estaban especializando". 

2.000 euros

"El problema es que a los residentes que, como yo, estábamos esperando que la Comisión de Docencia nos pasase de curso el próximo 20 mayo para ser especialistas, ahora se nos obliga a prolongar la residencia de manera indefinida", explica el doctor González. "Nosotros nos mostramos partidarios a trabajar, pero no sabemos si la prórroga de la residencia será de un mes, dos meses o seis meses porque la Orden no lo especifica", continúa este médico, graduado en la Universidad de Salamanca.

Por norma general, tras estudiar durante seis años la carrera de Medicina, prepararse para el examen MIR durante ocho meses y obtener una plaza de residente, los estudiantes pasan entre cuatro y cinco años -dependiendo de la especialidad- formándose en los hospitales o centros de salud, al mismo tiempo que perciben un modesto salario. Una vez terminada esa etapa, los MIR ya cuentan con un grado superior, y optan a través de la bolsa de empleo a puestos de su condición. 

Así, la molestia de David y de los residentes que hay en España a las puertas de su especialidad es que Sanidad les seguirá pagando "poco más de 1.000 euros", mientras que un especialista percibe "algo menos de 2.000, que varían en función del número de guardias que realizan o de otros trabajos paralelos que algunos llevan a cabo en hospitales privados, por ejemplo". Unas guardias que muchos especialistas, como los cardiólogos, han dejado de hacer porque estos profesionales están librando también la batalla contra la Covid-19. Y que hace que,  en contrapartida, no perciban este plus.

Esa molestia también ha sido manifiesta en el Colegio Oficial de Médicos de Salamanca que, a través de un comunicado,  ha defendido que "la mayor emergencia sanitaria en 100 años", en palabras del propio ministro de Sanidad, "no se puede permitir el lujo de menospreciar a una generación de jóvenes médicos, con una formación excelente y un compromiso a prueba de cualquier pandemia, como están demostrando en primera línea de asistencia durante esta crisis". Además, han añadido que la continuidad de los residentes de último año con un contrato de especialista no tiene que ser ningún premio, sino "el justo reconocimiento" a las tareas y funciones que estos profesionales están desarrollando en los distintos servicios en los que trabajan.

"A primera fila de batalla"

A través de su cuenta de Twitter, David ha explicado que su sueldo no se corresponde con los servicios reales que hace un médico interno residente (MIR) de cuarto o quinto año de especialidad, ya que son "a efectos prácticos adjuntos de especialistas". Y que, aún así, les han mandado igualmente "a primera fila de batalla contra el Covid-19" sin ofrecerles "un contrato equitativo".

Entrada de urgencias de un hospital. EFE

Tanto es así, que el doctor González ha contraído el Covid-19 y una neumonía bilateral, según explica a través de la red social. De hecho, este médico aclara a este periódico que ahora, pese a ser cardiólogo, está apoyando a sus compañeros de Medicina Interna en su lucha contra el Covid-19. "Y, claro, ahora todos tenemos que trabajar más. Sin embargo, ese no es el problema porque queremos hacerlo, lo que queremos es que eso se refleje en el sueldo. No obstante, como las condiciones laborales han cambiado, sí es verdad que se ha planteado que se paguen esas horas. Lo veremos cuando acabe el mes". 

Las listas de espera subirán

Si bien es cierto que la lucha de todo el personal sanitario de España se centra en frenar el coronavirus, los sanitarios también deben hacer frente a muchos otros tipos de patologías que se presentan en el hospital. La presión asistencial, en cualquier caso, es doble.  "Muchos de ellos, con enfermedades crónicas, pueden pegar un bajón porque hemos tenido que suspender citas y cirugías programadas para atender, como toca, a la emergencia sanitaria". Pese a ello, el médico argumenta que hay otro problema que vendrá tras la crisis del Covid-19, que será el de aliviar "las listas de espera de los hospitales, ya que aumentarán por la necesidad de atender a todas esas personas".

Lo que repercutirá, igualmente, en su carga de trabajo. Un cúmulo de trabajo que a David y muchos otros médicos, seguirían sin pagar como deben porque seguirían siendo, a priori, residentes y no especialistas después del 20 de mayo. 

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